Zorras
Luz tenue, música animada, parejas tomando algo, charlando, algún grupito de 4, era el aspecto que presentaba el local cuando entramos nosotras. Las dos con minifalda negra y corsé, medias con liguero hasta justo debajo de la falda, y las dos con taconazos de 10 y 16 cms, una morena y la otra pelirroja, con nuestras melenas al viento.
Agarradas de la cintura, o más abajo, recibimos más de una mirada, que se tornó lasciva y brillante al ver cómo nada más entrar lo primero que hicimos fue darnos un buen morreo.
Poco a poco se nos acercaban chicos, parejas, e incluso alguna chica sola, cada vez más calientes y con ganas de más, al ver cómo tú y yo nos besábamos, nos acariciábamos, nos metíamos mano, y también lo hacíamos con algun@s de quienes se nos acercaban.
A medianoche ya tenías claro quienes serían los dos o tres que te querías llevar al huerto, yo me había fijado en una pareja joven que se había acercado a mí, no veas cómo besaba ella, y lo que había entre las piernas de él....
No tardaron mucho en seguirnos los 5, una vez que llegamos al tatami, donde dimos rienda suelta a las fantasías de las que habíamos hablado, tú querías polla por todos lados, mientras me veías empalado por ella y con la boca llena de él.
Pero ni todos los orgasmos juntos nos llevaron al sumum, ese aún estaba por venir.
Fue cuando al finalizar y marcharse todos, nos dejaron solos, juntos abrazados, oliendo a sexo, a semen y squirt ajenos. Fue cuando más nos excitamos, cuando sacaste tu arnés y volviste al principio, cuando me usaste como tu empotrador final, cuando me corrí en tu boca y nos besamos, sólo entonces llegamos al culmen, eso sí, yo aún vestida y con las bragas puestas, que todos apartasteis para usar lo que había bajo ellas.