El parque del placer

Lo que en un principio sólo sería vernos para ir por unos boletos a un evento deportivo en la ciudad, paso a estar en la banca de un parque sintiendo su calor, lo cuál terminaríamos otro día, en el mismo lugar pero ahora ella si sintiendo mi calor.

Teníamos que esperar la hora para que abriera el lugar y a un amigo el cuál también iba a ir, para ir a recoger unos boletos, en ese tiempo de espera, nos fuimos a sentar un parque, una banca solitaria en medio del lugar.
Nos pusimos a platicar normal, pero en ello, fue subiendo de intensidad hasta que la tenia encima de mis piernas.
Ella tenía pantalón, lo que complicaba un poco la situación, en lo discreto, pero mis manos sedientas de sentir su dulcura, desabrocharon y entraron.
Mis dedos eran testigos en como se humedecia y la adrenalina de que nos vieran, nos ponía más calientes.
Con lo que más que podía, entraban y salian, esos jugos de ella, demostrando qué lo disfrutaba y que le daba más ganas de coger.
Ya todo exictados, no podíamos seguir, al dar la hora para ir por los boletos.
Pero todo terminaba al siguiente día, ella con unos leggins y una tanga qué se le remarcaba, regresamos al parque, me senté, me saco la verga para despertarla y tenerla lista, se volteó, bajo lo que traía puesto y sola se lo introducia una y otra vez.