¡Ven¡

¡Ven!
Refugiate entre mis piernas, de todas las tempestades, arropate con mi cuerpo que ya estoy empapada,dame tu morbo en una mirada y cierra la puerta.
¡Ven!
y juguemos a ese vai-ven, con una hermosa sincronía, como sin la más grande de las bandas tocaran para nosotros y perdieran el ritmo por vernos follar.
¡Ven!
Que mi cuello sea el camino, que transites sin parar, que tu espalda sea el camino vivo a lo que me quiero aferrar.
¡Ven!
Que la calma y el desenfreno nos esperan y la avidez de tus manos ansian dejar su huella .
¡Ven !
Y no me tengas piedad al follar