De narcisos y fugitivos
Quizás ya os ahogasteis en vuestro reflejo, ¿quien sabe?, y por ello dais tajos sin piedad.Reconozco que me muero por sentirme enteramente sometida, resistir hasta estar exhausta, clavar mis uñas y mis dientes en alguna almohada mientras siento el cinturón y las manos de alguien que no quiero identificar. Alguien que querré que no vuelva para no perderme otra vez... Alguien que no llegará.
Y es que estoy aburrida de bosques y libros y dulces bajos en azúcar y las putas ilusiones que nos hacemos cuando todo va bien. O cuando nada va tan jodidamente mal como para desaparecer.
Así que no te atrevas a mirarme si quieres sea yo la que reviente las montañas, si quieres bandejas de plata, si no quieres meterte en mis entrañas despiadadamente, como me gusta, odiando cada poro de mi cara, de mis brazos, de mi alma...
Apártate de aquí. No quiero saber de tu existencia.