Me aburres. Sé valiente.

¿Sabes? No quiero leer tus fantasias. Me importa una mierda que hayas sido feliz y que te hayas follado a media meseta.
No sé de dónde sacas que alguien pueda interesarle cómo me comes el coño o cómo querrías comérmelo. La verdad es que me pones enferma y me irritas con esos cuentos pretenciosos y repetitivos hasta decir basta.
Ven aquí y cómeme el coño de una vez, si te atreves...
Oh, resulta que te tiene en su prisión de sabanas y erotismo machacón. ¿Cual es vuestra banda sonora? ¿Regeaton?
La valentía, en realidad, no es cosa de amores, al contrario. Hay que ser valiente para ser única y estar sola, como tú. Solo te falta desnudarme y saciar mi locura por tu carne. Sabes que me tienes donde quieres.
Deja de escribir a solas en el sofá y salgamos de aquí, antes de que sea tarde, a buscar otros besos y otras vulvas que nos hagan sentir vivas y singulares.
Mi amor, deja el móvil en la mesa de noche y ábreme con tu lengua todos los mundos sexuales. ¿Sabes cual poderosas podríamos ser si creyeras en mí, por un momento, un solo instante?