Mientras dormías
Me despierto en mitad de la noche porque noto como te giras, me he quedado dormida en tu pecho, entre tu brazos, y siento tu movimiento. Te giras hacia mí, me aprietas contra tu cuerpo y me dices "te amo", aún dormido, y me besas la frente. Sin dejarme reaccionar, te pones sobre mí y empiezas a besarme mientra aún sigo confusa, me das un beso largo y húmedo y empiezas a bajar por el cuello, llenas de besos mis pechos y jugueteas con tu lengua en mis pezones, mientras tus manos recorren mi cintura, mis caderas y, una de ellas, se cuela entre mis labios buscando mi clítoris. Cuando tus dedos empiezan a jugar con él, vuelves a subir hasta mi boca para besarme y entrelazar tu lengua con la mía. Durante un rato juegas en mi coño, metiendo y sacando tus dedos de mi vagina, jugando con mi clítoris, incluso acariciando mi ano de vez en cuando e introduciendo la punta de tu dedo. Me vuelve loca, noto que tu mano ya está empapada por mi excitación, como noto tu polla dura contra mi cuerpo. Entonces te acomodas entre mis piernas, me las levantas y las sujeta bien altas y abiertas, separando mis glúteos de la cama, y me penetras sin pensar. Un fuerte gemido sale de mi boca, me encanta sentir toda tu polla de golpe en mi interior. Empiezas a moverte despacio, pero metiéndomela muy profundo, oigo tus gemidos y tus bombeos aumentan de ritmo, estás excitadísimo, lo noto. Yo empiezo a gemir a más y tú la clavas cada vez más adentro. Me pides que me toque y yo te obedezco, empiezo a jugar con mi clítoris y mi vagina empieza a contraerse, entonces los dos sentimos mucho más placer. Con la mano que tengo libre empiezo a tocar tu pecho, tu hombro y tu brazo, estás empapado en sudor y eso me pone muchísimo. Sigo con mi cadera el ritmo de tus embestidas y mis gemidos son cada vez más fuertes, sé que no queda mucho para correrme. Quitas mi mano de mi clítoris y paras.
La sacas y pones la puntita en mi culo, está la habitación oscura pero percibo tu mirada y tu sonrisa pícara. Empiezas a empujar, no opone mucha resistencia debido a mi grado de excitación. La metes despacio, pero hasta el fondo y dejas que se acomode. Empiezas a moverte muy lento, si nsacarla apenas y poco a poco aumentas el ritmo y la intensidad a la vez que mis gemidos van aumentando. Voy a poner mi mano en mi clítoris, pero no me lo permites y me pides completo silencio. Yo, como siempre, acato la orden. Tú te mueves y vas gimiendo, me encanta oírte y estoy cada vez más cachonda. Entonces me dices que me toque y que grite.
Mientras tú sigues aumentando el ritmo comienzo a tocarme y no tarda mucho la sensación del orgasmo inminente y empiezo a chorrear, un squirt incontrolado empieza a salir y unos segundos después exploto en un orgasmo. Tú sigues moviéndote, pero la excitación y las convulsiones de mi orgasmo te precipitan al tuyo llenando mi culo de leche. Buscas un plug, me lo pones, me pones las bragas y me prohibes levantarme hasta por la mañana. Tú vas al baño, te das una ducha rápida y vuelves a dormir. Yo estoy tan cachonda aún, que tardo un rato en caer.