Tus bragas blancas
Jamás unas braguitas blancas me turbaron de semejante manera, un resorte me saltó en el momento en que vi cómo esas sencillas, lisas, y corrientes braguitas blancas, ensalzaban esas curvas deliciosas que parecían mostrarse recubiertas de una piel de terciopelo que en ese momento anhelé rozar con la punta de mis dedos, de los labios, de mi lengua. Sigo anhelando darte la vuelta para descubrir que hay detrás, por el otro lado de ese espejo, anhelo acariciar esas nalgas, separarlas, hundir en ellas mi lengua y desposeerlas del sencillo manto blanco de tus braguitas.
Una tortura, que todo esté tan cerca y sin embargo, aún la tecnología no nos permite darle la vuelta a esa foto de la pantalla...