Cenita de chicas

Me desperté con un dolor de cabeza importante, me fui a dar la vuelta en la cama y me caí. Miré hacia la cama y vi a Sonia y Noemí durmiendo desnudas y plácidamente.

Cena de mamis la noche anterior, las 3 solas.

Botellas de vino albariño con una cena suave.

Confesiones sexuales que nunca saldrían de aquella mesa. Dedos unidos, miradas cómplices y muchas risas.

Salimos y decidimos seguir la fiesta en mi casa, que esta semana no tengo a los niños y está despejada.

Llegamos y nos quitamos los tacones, mientras descorcho la botella, Noemí saca unas copas y Sonia recoge todo como puede.

Empezamos a jugar al Yo nunca sentadas en el suelo, hacía años.

" A mí nunca me han dado por el culo" empieza una, nos miramos reímos y bebemos las 3.

"Yo nunca he hecho un trío con una pareja " solo bebo yo y se parten.

Tras varios más Yo nunca mi borrachera y desinhibición habían aumentado bastante y estábamos todas en ropa interior muertas de calor y de risas.

" Yo nunca he estado con una tía" bebo y me miran con los ojos abiertos de par en par. ¿Qué pasa" pregunto.

Noemí dice que es su sueño inconfesable. Sonia que no puede morirse sin catar una mujer. Las 2 me miran con ganas de saber más. Yo me dejo llevar por el momento y empiezo a explicar las diferencias más habituales.

Me acerco a Sonia, la miro a los ojos y con cuidado por si me rechaza, me acercó aún más y me lanzó a su boca mirándola , ella entreabierta su boca y mi lengua entra a investigar esa boca de lengua tímida que se deja hacer. Cuando me retiro tiene los ojos cerrados y la boca abierta. Toca sus labios con los dedos y me delata una sonrisa.

Noemí nos mira " joder y yo qué" miro a Sonia por si quiere. Noemí me da un morbazo increíble desde que la vi por primera vez. Alta, voluptuosa, creo que ni ella es consciente de lo buena que está.

Como Sonia no se decide me acerco yo a ella y me lanzó de una manera mucho más salvaje, la cojo de la cabeza con las 2 manos y se echa hacia atrás mientras quedo sobre ella, una de mis manos recorre sus pechos, su estómago y roza el pelo de su pubis. Nuestras lenguas siguen enredadas y ella opta por cogerse a mi culo. De ahí pasamos las 3 a mí cama dejando la ropa interior por el camino.

Formamos un triángulo equilátero como si lo hubiéramos practicado muchas otras veces. Mientras yo le como el coño a Sonia, ella lo hace con Noemí y está conmigo. Todo se va intensificando y llegó a mi primer orgasmo de la noche, mi cuerpo tiembla por ese enorme placer.

Intercambiamos posturas, parejas, besos, caricias ... nos costó dormir. Muchas emociones, placeres, sensaciones, sexo. Sabíamos que lo que pasara allí no saldría de allí y esa confianza nos hizo desinhibirnos totalmente.

Se despertaron mientras las miraba. Sonreí, sabía que sería la primera de muchas otras veces. Nos atraíamos física, psicológica y sexualmente.

"¿OS apetece una ducha?" Ambas dijeron que sí con ganas y para allí. Agua caliente, olor a sexo y a nosotras mismas. Nuestra amistad había llegado a un nuevo nivel.