Vacaciones
Llevaba meses pensando en mis vacaciones…Unos días en Barcelona con mi nueva compinche de batallitas prometía mucho.
Cuando llegué a su casa, fue todo cómodo, me instalé como si llevará años en su vida, en su vida, que no en la de su marido.
Él también me trató con total confianza, pesé a que su relación ya discurría por caminos paralelos.
Nosotras de juerga por las noches pesé a que mi amiga trabajaba de mañana y así llevábamos un par de días desde que llegué a la ciudad y a su casa.
Dormíamos juntas en su habitación, tomaba café con ella cuando se levantaba y luego volvía a caer redonda un rato más antes de irme a visitar sola la ciudad.
Esa mañana estaba cansada, hacía calor y no me apetecía nada más que remolonear.
Cuando ella se fue, volví a la cama. Camiseta de tirantes como pijama. Y cascos para escuchar música en mis oídos.
Medio dormida, acalorada y caliente pasaba la mañana sin más actividad. Enfrascada en mi somnolencia. No le oí entrar.
De lado, abrazada a la almohada, cuando sentí su mano en mi cuello retirando mi pelo de la nuca.
Me giré sorprendida al contacto cuando le vi. Quieto, con cara de juego, mirándome fijamente. Leí perfectamente lo que buscaba y me di cuenta en ese momento de que quería que lo encontrase.
Me volví a girar y le deje hacer.
Su mano acabó su cometido y retiró por completo el pelo de mi nuca. Su boca fue directa a esa zona que hace que toda la piel de mi cuerpo se erice y gemí. Lo entendió.
Retiró mi tirante y siguió el recorrido con su boca y su lengua hacía mi hombro. Mi cuerpo se revolvía.
Su mano subiendo la camiseta para acceder a mi piel, mi tripa, mi pecho, mi pezón.
Siempre me ha excitado el calor, no puedo evitarlo y semejante oportunidad no iba a desaprovecharla…ya le contaría después a mi amiga a que se dedicaba su compañero de piso cuando ella trabajaba.
Abandonando la almohada, me giro poniéndome de frente a él, sonríe con malicia sabiendo que ya me tiene…le devuelvo la sonrisa y nos devoramos, es un beso sin aire, cargado de tensión, de deseo.
“Ya tenía ganas de tenerte así” – me dice
Vuelvo a besarle para que me haga sentir ese deseo. Abro mis piernas y se coloca en el espacio que dejo libre para él. Y vaya si lo hace. Lo hace al mismo tiempo que agarra de mis caderas y tira de mí para colocarme más cerca. Volvemos a enredarnos en un beso caliente, sobra mi camiseta, me la quita y la tira.
Su boca empieza un camino de descubrimiento por mi piel, mis manos agarradas a su cabeza lo acompañan. De fondo la música de mis auriculares, miró el telf. Justo cuando ella escribe un WhatsApp…me río…le doy un manotazo al telf. Que se queja en el suelo...él me mira, no pregunta y vuelve directo a mi pezón, que lo reclama desafiante.
No puede darme más morbo la situación, estoy tremendamente cachonda, me está poniendo a mil ver al antiguo marido de mi amiga recorriendo mi cuerpo.
Llega a la línea de mi culote e introduce sus dedos despacio. Recreándose. Mi piel arde. Mis caderas se acercan a su mano invitándole a seguir el camino. No puedo más…quiero que sus dedos entren en mi y se muevan haciendo que me retuerza. Quiero su lengua en mi clítoris sin piedad, sin descanso.
Agarra mi ropa interior con sus manos y empieza a quitármela cuando oigo la puerta, las llaves, “Hola” escucho a mi amiga. Como un calambre le doy una patada sin querer a mi explorador y cae de la cama. Sé recompone como puede y yo me tiro encima la camiseta de nuevo.
Se sienta como si tal cosa en la cama, me siento en la cama, el color de nuestras mejillas y nuestra respiración nos delata sin duda, cuando ella llega a la puerta.
Se queda quieta, me mira, lo mira y una sonora carcajada sale de su pecho…
“Si me cogéis el teléfono no os jodo el polvo!!!” y se da media vuelta dejándonos a los dos pasmados y muertos de la risa…Se acerca a mi y me besa…
“Ya te pillaré en otro momento”- dice mientras se levanta y se va.
Caigo en la cama divertida y pienso…me toca ducha fría y tirar de vibrador…
Otra vez será…