¡Come y disfruta!
Hacía tiempo que eras mi sumisa, que habías decidido que querías que yo te dijera cómo vestir algunos días para ir a tu trabajo (obviamente con falda corta y sin ropa interior), que habías buscado determinados perfiles en redes bajo mi supervisión, y aquel día como tantos otros te pusiste en mis manos. No dudaste cuando te puse a 4 patas, con la cabeza a ras de la cama y te cogí del pelo.
• Come zorrita, saca la lengua, chupa y lame, no te dejes nada.
Y eso hiciste, te excitaron aún más los gemidos de placer que arrancabas y seguiste haciéndolo. Seguiste llevándola hacia aquel orgasmo con tu lengua metida entre sus labios menores, mientras yo me colocaba detrás de tí para sugerirte mi ritmo con el que debías de seguir comiéndola.