Húmedos sueños de Lola
Ando como hormiguita por tu espaldaando por la quebrada dulce de la seda
vengo de las alturas de tus nalgas
hacia el oro que se derrama y se me enreda.
Tú te vuelves pidiendo el cielo
apuntando a la luz con flores
y como lazarillos son los sabores
en tu jardín de anhelos.
Silvio Rodríguez
Llevo rato tocándome. Mi polla está a treinta centímetros de Lola, retozando en el lecho matrimonial, y mi mente vuelve a aquel paseo marítimo donde mi loba me morreaba, metía la lengua entre los dientes de Jordi y su mano apretaba mi paquete. No concilio el sueño. Para no consumirme por dentro, me recreo en las imágenes de zorrería de mi peluquera partícular. Mi cerebro es inundado por el dominio de mi cipote, que siente como el culo de Lola se parte entre el paquete del andorrano y el de un tío con suerte esquiva. Huyo de la angustia que me causan los recuerdos cotidianos y me sumerjo en la lascivia que revienta la fuerza sexual de mi novia...que me regala un sueño hablado y unas nalgas ensedadas
• Ah, ah,ah, ah...sigue, sigue...¡ qué bueno !- clama en un susurro sonámbulo la boca durmiente de la bella- ¡ Qué polla tienes, Carlitos !
Y entre la lujuria que me apacigua, me empequeñezco. Yo no soy ese Carlitos, y como un Gregorio Samsa cualquiera, me convierto en hormiguita que anda por tu espalda, Lola, Ya sé que sueñas con nenes, cariño, y ahora te vuelves pidiendo el cielo en un sueño húmedo, que desde tu sexo lanza sabores convertidos en lazarillos para mi lengua. Me adentro en tu jardín de anhelos, mientras tú…
• Sí,sí, Carlitos, cómeme el coño...ah, ah, ah.
Pero soy yo, Lola, quien morrea tus labios vertícales con los míos, horizontales, y titileo tu clítoris con la punta de mi lengua para que tu jardín no sólo implore anhelos sino que grite, como ahora
• Carlitos...nene...sigue, sigue...me cooorrrro!!!!
Y siento como una lagrima también se corre, surca mi mejilla e inunda de sal mi boca. Lloro porque te quiero, Lola, y cierro los ojos encomendándome a Silvio.