Luna llena...
• Hay luna llena – dijo él.• ¿Y que quieres decir con eso? – preguntó ella.
• Que la luna llena siempre me altera – contestó él con una sonrisa.
Ella se giró, le miró y poniendo una cara rara dijo – Vaya excusa más mala para decir que estás cachondo y que te pongo a mil.
El soltó una carcajada y miró esos enormes ojos azules. Ella tenía razón, esa mirada, esa sonrisa, esas curvas le volvían loco.
• ¿Entonces qué? – preguntó ella de repente.
• ¿Cómo? – respondió él sorprendido.
• ¿Que si vas a venir a follarme o tendré que ir yo? – le espero con esas cara que ponía de profe riñendo.
El soltó otra carcajada sin dejar de mirarla, y por supuesto, fue.