ECHO DE MENOS
Si, echo de menos…Desnudarte, despacio, besando cada centímetro de tu piel mientras va quedando al descubierto, notar cómo se eriza al paso de mis labios, ver cómo arqueas tu cuerpo cuando llego a la altura de tu ombligo, notar cómo me coges la cabeza para bajarla a tu entrepierna, cómo me resisto y sigo besando, cómo te dejas acariciar, esos gemidos que empiezas a emitir cuando por fin consigues lo que querías, que lamiera los jugos que salen de tu interior.
Echo de menos que acerques tu boca y me digas al oído “métemela, fóllame”, como cuando lo hacemos arañas mi espalda y me besas con pasión, como te corres y muerdes mi cuello cuando lo haces, como si quisieras apagar tus gritos de placer, y sobre todo, echo de menos cuando te vuelves a acercar y me susurras “córrete dentro, cariño, lléname”, y como después de obedecerte me tumbo a tu lado y apoyas tu cabeza en mi pecho y me rodeas la cintura con uno de tus brazos, y cómo me miras, con una expresión entre satisfacción y cansancio, pero llena de felicidad.
Hoy has sido mía, sólo mía, y yo tuyo, sólo tuyo. Mañana, la semana que viene, el mes que viene, quién sabe, volveremos a encontrarnos…
¿Tú lo echas de menos?