JOVEN
Fuiste joven, eres joven y serás joven. Joven e ingenuo como un niño hasta la tumba, incluso cuando solo cenizas conformen tu ser. Serás demasiado joven para tomarme la vida en serio, demasiado joven como para que el tiempo te torture en sus engranajes de melancolía. Serás un niño que juega, se divierte, aprende; un niño que ama y llora, y sufre. Tan joven como para no tener miedo del miedo, como para dejar que el pánico atraviese tu cuerpo y te abrace.Piensas y pensarás en mujeres cada día de tu vida. Desearás contemplar el cuerpo de una mujer, hablar con ella en susurros para que nadie más os escuche, desearás acariciarla. Serás joven y dulce para ella, serás todo lo que merece y desea, y serás mucho más que eso.
Arderás en las llamas del infierno en una pira inconsumible por todas las mujeres que fueron quemadas y tratadas como brujas. Amarás a todas las brujas y pecarás por ellas. Jugarás con el gato negro y dejarás que te devore. Escucharás hasta el amanecer y entregarás tu verdad entre susurros. Beberás de los jugos embrujados de su entrepierna hasta ensordecer por sus gritos y le rendirás honores cual joven diablillo. Serás joven para esas diosas y putas gloriosas que ningún mundo mereció nunca.
Serás joven porque no sabes ser de otra manera, y antes de desaparecer, serás joven nuevamente. Serás como un vampiro eterno que en el último día de su vida se expone al sol del amanecer y se desvanece en motas de polvo en el aire con todo ya jugado y perdido.
Inhalarás el olor del pelo y de la piel de una mujer, el olor de su entrada húmeda y caliente, de sus jadeos y de sus sudores. Le harás preguntas al oido y recibirás las respuestas como un niño que recibe un regalo, como un alumno que recibe una lección, como un buscador que encuentra un tesoro.
Rasgarás, romperás y arrancarás la ropa del cuerpo femenino, pues nada que no sea para adorarlo merece entrar en contacto con él. No pronunciarás palabras en vano cerca del oido de una mujer, pues nada que no sea para adorarla merece ser pronunciado en su cercanía.
Con los ojos cerrados escucharás muy atento los sonidos. Escucharás la respiración, las palabras, los alientos y los gemidos. Entregarás tus labios y lengua en completa lentitud y en absoluta humedad, explorando y ofreciendo como un adolescente en trance. La abrirás suavemente con tu presente erecto para deslizarte hacia lo más hondo y volver a salir de nuevo. Penetrarás muy profundo con absoluta contemplación. Fornicarás con amor y vicio, con devoción y locura.
Entregarás algunos de tus secretos para complacer y no pedirás ofrendá alguna a cambio. Alabarás la libertad y lo efímero de la vida, pues nada ni nadie tienen dueño. Suspirarás por la belleza de lo salvaje del mundo y temerás el final, pues solo así podrás apreciar el presente.
Llorarás si es necesario, y suplicarás también. Te arrepentirás por tus pecados y al rato volverás a cometerlos todos otra vez como un loco. Aprenderás y desaprenderás continuamente para volver a aprender de nuevo con cada nuevo sol. Desaprenderás una y otra vez para cambiar la dirección del tiempo y así obligarle a retroceder. Desaprenderás hasta volver a ser niño, desaprenderás hasta volver a nacer hacia atrás y así yacer en el interior de una mujer. Morirás y nacerás hacia atrás en el interior de una bruja, de una diosa, de una madre santa. Nacerás y volverás a aprenderlo todo otra vez desde el principio.
Arderás muy fuerte por todas ellas. Arderás por ella.
Y serás joven un ratito más, quizás para siempre.