A tí
Me encantan tus pies subidos en zapatos de tacón, tus piernas enfundadas en medias de rejilla, tu entrepierna desnuda y dispuesta para mí, tu monte de venus decorado con el liguero que sujetan esas medias que me vuelven loco, tus pechos… esos pechos con la medida justa para mis manos, la dureza de tus pezones mientras te digo esto al oído, el suspiro saliendo por tu boca que escucha el míoAdoro el deseo que desprende tus ojos cuando me miras, sentir tus labios carnosos, tu lengua invadiendo mi boca, y la humedad en mis dedos cuando acaricio tu clítoris, tu piel erizada por mis caricias, tu pulso acelerado cuando me regalas las tuyas
Reconozco tu perfume en cuanto lo huelo, la delicadeza de tus dedos cuando pasean por mi barba de tres días, las cosquillas que me producen las puntas de tus trenzas en mi pecho, el sabor de tu manantial, tu sonrisa descansando en mi cuello, sin necesidad de usar la vista, sin necesidad de oír tu voz sé que eres tú
Me excita pensar en ti esperándome en ese sillón de forma extraña, verte caminar por mis sueños sin invitación alguna, tu precioso culo en pompa delante de mí, esos movimientos de cadera involuntarios cuando friegas, la sensualidad de tus andares, la seguridad en tus palabras, la electricidad que me causas, la morbosidad de tu ser
Muero y revivo cada vez que entro y salgo de tu interior, lentamente, rápidamente, con deleite, con frenesí, cuando las durezas de mis manos ya casi inexistentes tienen el lujo de tocarte, cuando te produzco gemir, en cada ocasión que tu espalda se curva de placer, tu barbilla apunta al cielo o tu boca se apodera sin clemencia de mi mástil
Veo las estrellas aunque esté bajo techo y sudo de calor aunque sea invierno, gracias a ti, al hechizo de tu magnetismo, a la arritmia de tu corazón una vez en la cima, estando debajo de mí cuerpo, entrelazada a mi cintura, y como no, poseyéndome, y a la par que siendo mía deseo que seas de todos
Me desquicia imaginar que no pueda palparte, apreciar tu aliento, morderte, pellizcarte, acariciarte, probar tu jugo una vez más, arrodillarte ante mí, darte la orden de que no te corras, mandarte que lo hagas sin cesar, pensar que no piensas en mí, deducir que no te seduzco
A ti mujer, que estás leyendo esto, te dedico mis palabras de deseo