Una noche de verano
No recuerdo que mes era, pero era verano. Lo sé porque vino a buscarme en un descapotable rojo. Que peliculero, pensé yo, pero me dejé llevar, la noche era fantástica para pasear con la melena al viento.El chico era menudo, a mí no me ha importado nunca la altura de un hombre, y visto de cerca era guapito. En resumen, me gustaba. Era un hombre demasiado tímido y meticuloso, pero cuando follábamos se transformaba y se convertía en un ser absolutamente lascivo e irreverente y yo gozaba como una perra-
Aquella noche podíamos haber ido a su casa, quedarnos en la mía, pero no, paró el descapotable en un descampado oscuro y desierto. Dijo que me quería tener en la oscuridad , clandestinamente. Me ayudó a salir, no se veía nada, me dio la media vuelta y me apoyó con los brazos levantados contra el coche. Me arrancó las bragas y me penetró por detrás, no sin antes jugar un poquito con su polla por mis nalgas.
El aire era fresquito esa noche.