Ducha
Llega la hora de acicalarse, así que pongo mi música a tope, me desnudo frente al espejo del baño y meto mi body en la ducha de agua caliente, es uno de mis momentos favoritos del día, una vez estoy mojada por completo, cojo el champú que tanto me gusta, su olor afrutado hace las delicias de mi olfato y su tacto suave despierta el resto de mis sentidosMe ha parecido oír algo, pero no le hago cuentas y sigo con lo mío cuando casi al instante unas manos grandes ocupan mi cabeza por completo, conozco muy bien esas manos, adoro esas manos, rápidamente retiro las mías
me lavan el pelo y el cuerpo con total delicadeza, recreándose en esos puntos que hacen que se me acelere el pulso mágicamente, en estos momentos dudo que el agua esté más caliente que yo, por fin me deja volverme y ese hombre con quien comparto mi vida me regala una de sus increíbles sonrisas, se la devuelvo y esta vez soy yo quien se dedica a enjabonar cada rincón de su cuerpo, creo que fue creado para mí
• Recuérdame que dé las gracias a tus padres
• Y eso? Me pregunta…
• Por haberte hecho para mi
Levanto la cabeza y allí está de nuevo esa sonrisa pícara y traviesa, e inevitablemente un escalofrío recorre el cuerpo que el mismo ha lavado y ha hecho que su “hombría” se levante ante mi ser
• ¿Y que tal si de mientras le das las gracias a la bandera que se alza por ti?
• Mmm ¿bandera? ¿Qué bandera?
Mis labios se curvan sin poder remediarlo mientras el me hace cosquillas y me amenaza con volverse…
• Espera, espera, creo que la he encontrado
digo aun con el jabón en las manos
• ¿Es esta?
Paso mis manos por su mástil y su rugido me dice que si, aprovecho para recrearme un poco mientras mis dientes muerden con fervor su labio inferior, una de ellas avanza hacia arriba recorriendo una ruta imaginaria del mapa de su piel, pasa por un monte que dice haber estado poblado en su día, y que hoy por hoy se mantiene limpio y suave, recorre después la línea que hace de frontera entre esa zona con la del ombligo, una curva poderosamente marcada que me atrae especialmente, suspiro en su boca, mi mano sigue subiendo, su hermana gemela acaricia el mástil, éste si cabe… se endure más y más bajo su yugo
En ese instante me pregunto que tiene ese hombre que por más que pasen los años me sigue encendiendo
Una… como paja ardiendo en un granero ya no aguanta su lenta ruta, se agacha ante el y acerca su boca encendida al capullo en flor mas excitante que ha visto en su vida, el agua cae sin cesar, ahora no me queda duda alguna, yo estoy mucho más caliente que ella
Introduzco con deleite su miembro en mi boca gozando de cada milímetro de él, de su largura, de su anchura… su dureza se desliza dentro de mi una y otra vez siguiendo el ritmo sordo que pide su cuerpo, atrapa mi pelo dejándome hacer, dejándome disfrutar de un ritual del que no me canso nunca, le conozco muy bien, si sigo así explotará…
Alzó la mirada para enfrentarme a la suya, su cabeza antes inclinada hacia atrás se asoma desde arriba, las pupilas de sus ojos son enormes, cualquiera diría que acaba de drogarse, me pide que me levante con sus manos, obedezco
Adelanta sus pies arrinconándome así en la pared de la ducha, está fría y doy un respingo que hace que su mano ya preparada, palpe con fuerza la zona más húmeda de mi cuerpo, a pesar de estar bajo una cascada de agua, se escapa un gemido de mi boca, olvido por completo el frío de mi espalda, me concentro en sus manos expertas y en la boca que devora mi pecho derecho introduce un dedo, lo hace una y otra vez, solo para sus movimientos para introducir el siguiente, me está volviendo loca
Ahora es el quién se agacha ante mi coloca una de mis piernas en su hombro y se dedica a saborear con ansia mis fluidos, mi cadera no puede evitar imitar sus movimientos le agarro del pelo ahora Cano, y le pido que siga
• No pares mi amor, no pares…
Agarrado a mis caderas me lame, succiona, incluso muerde, todos los recovecos con pasión desenfrenada, un joder sale de mi garganta sin poder retenerlo justo en el preciso instante que viajo hasta la luna
Sigue besando el lugar más sensible que tiene una mujer tras un orgasmo, mi cuerpo vuelve a mí o eso intenta y es entonces cuando baja mi pierna, sube lamiendo mi piel y una vez llega su boca a mí oído dice…
• Date la vuelta
Esa petición, llega directa a mí clítoris éste vuelve a endurecerse, me pongo cara a la pared y sin preámbulo ninguno me penetra con dureza, oigo un rugido no sé si mío no sé si de él, intento tocar su culo con mis manos intento empujarle más y más hacia mí pero el me coge de las manos y las pone en la pared por encima de mi cabeza, esta vez si sé quién hace un ruido extraño de queja, con una mano en mi espalda ayuda a ésta a inclinarse para darle mayor acceso, bombea sin piedad, gime, suspira, muerde mi nuca y yo…yo tiemblo de placer como una hoja por el rocío de la mañana
Siento un ligero dolor en los pezones, un dolor peligrosamente excitoso tira de ellos los pellizca, y atrapa mis senos en sus manos primero con ternura, después con fuerza, repite la maniobra, mis gemidos se distorsionan con la música y el sonido de su cuerpo contra el mío, suelta uno de mis pechos para darme una palmada sonora en el culo con los dos pechos liberados ya, me coge por el pelo estira hacia atrás de el e inmediatamente mi cuello se levanta, otra palmada, esta vez más fuerte que la otra
chillo de placer…
• Sé cuánto te gusta esto
Aprieta el pedal de el acelerador
• Te gusta tanto como a mí
Mis piernas flaquean, el me coge de las caderas para estabilizarme pero no cambia el ritmo en ningún momento, me rodea con sus brazos, los cruza por delante de mí, su mano derecha coge mi teta izquierda y la izquierda mi derecha, las aprieta con descaro mientras sigue empotrándome una, otra, y otra vez, está a punto y yo también
• Voy a correrme nena, y tú lo vas hacer conmigo
Intento hablar, quiero decirle que si, quiero gritarlo! pero mi voz queda atrapada en mi gaznate y sólo puedo reproducir un gemido
• Preparada?
• Si
Consigo decir al fin
• No te he oído, preparada?
Dice alzando la voz
• Si! Joder, si!
• Así me gusta…
• Ahora nena, córrete!!
Uff no sé qué tiene esa orden que es la única que cumplo a pies juntillas
Sin rechistar mi cuerpo le congratula y juntos llegamos al tan ansiado orgasmo, cae sobre mi espalda recuperando el aliento como puede aferrado a mi.
Abro el cajón de “femme fatale” elijo el conjunto interior rojo con detalles en negro, las medias hasta medio muslo, negras con una línea bordada en rojo que recorre todo el largor de la media, me calzo los zapatos del mismo color de tacón de aguja, ya sólo queda deslizar el vestido por mí cuerpo, pero antes, pregunto mirándome al espejo…
• Crees que esta noche alguien compartirá su… ducha con nosotros?
Sergi me mira de arriba abajo y contesta…
• Me apuesto lo que quieras a que si