La Vacuna
Os voy a explicar que me paso después de mi 3ra vacuna:Fui a vacunarme nada diferente a lo de las otras veces. Incluso al principio mejor. Pase un día normal en el trabajo y por la tarde empece a notar un dolor en el brazo. Yo me vi bien pensé no es para tanto. Igualmente venían 15 días de vacaciones podría descansar.
A la mañana siguiente seguía el dolor del brazo, pero empece a notar una pequeña protuberancia en el pubis cerca de la base del pene. Al principio no le di importancia pensé algún grano. Me preocupaba más mi brazo, que me dolía más que ayer. Durante el día no pensé más en ese bulto. Por la tarde estaba mejor y llamé a Maria, tenía ganas de verla, ahora estaba vacunado y me sentía con poderes. Quede con ella al día siguiente por la mañana para desayunar, nos gustaba follar por la mañana temprano, hacer el café y seguir teniendo sexo. Las mañanas sexuales era nuestra especialidad.
Me despertó el timbre del interfono, fui a abrir dejé la puerta abierta y me metí en la cama. Era nuestra rutina y a ella le encantaba entrar desnuda en mi cama y despertarme poco a poco con su piel rozándome. Yo estaba muy dormido sería el efecto todavía de la vacuna. Maria entro en la cama y rápido fue a buscar mi polla que siempre la esperaba erecta.
-¿Eric que es esto? ¿Tienes un juguete nuevo?
Yo no entendía lo que decía, notaba como me tocaba era una pasada, notaba más que nunca. Ella metió la cabeza debajo de la sabana y dio un grito.
Me desperté:
• ¿Qué pasa?
• ¿Tienes dos penes?
-¿Cómo?
• Si tienes dos penes, iguales más o menos uno lo tienes erecto y el otro no.
En ese momento me toqué y vi que era cierto, no me dolía y era como si estuviesen allí siempre. Le dije a Maria de ir al médico, ella me miro, i dijo:
• Eric lo siento pero yo quiero probar esto...
• ¿Pero estás loca?
A ver si no te duele, y tienes sensibilidad vamos a probarlos, ¿no?
Estaba pensativo cuando sin poder dar respuesta vi como Maria estimulaba mis dos pollas... Era brutal no pude pensar.
Era curioso solo había una en erección la otra le costaba, pero la que estaba en erección, era un tronco duro dispuesto a penetrar. Asi fue estuvimos follando la penetre sin problema y llegue a correrme. Fue muy curioso porque en el mismo momento que bajaba una de mis pollas la otra se ponía dura, al ver eso Maria automáticamente se movió y introdujo mi otra polla dentro suyo y siguió follando...
No sabría decir cuantas veces paso eso, sinceramente perdí la cuenta, pero era sorprendente siempre tenía una de mis pollas dispuestas. Maria estaba extasiada encantada, no cabía en su gozo. Y yo no paraba de tener orgasmos. Nos pasamos toda la mañana experimentando con mis pollas... Estábamos agotados. Maria se fue.
Me quede en casa reflexionando que hacer, si voy al médico me extirparan una de ellas, y ahora mismo me gustaría jugar con esto. Decidí llamar a una pareja que alguna vez habíamos quedado, son muy abiertos de mente les explique y en seguida se presentaron allí. Al ver aquello empezamos a jugar, cada uno se agarró a una de mis pollas, no sabía que pasaría, pero paso lo mismo una estaba muy dura, y la otra todo y sentir placer no se endurecía. Ella decidió montarme mientas su pareja cogía mi otra polla y la iba tocando lamiendo. Era una experiencia brutal, todo y no ponerse erecta tuve un orgasmo doble. Lo bueno es que enseguida una bajo y la otra se puso erecta. Allí él la cogió con ganas y la empezó a comer, ella puso su coño en mi boca mientras jugaba con mi otra polla. Eso era brutal cabe corriéndome en la boca de los dos. No me lo podía creer.
Así estuvimos toda la tarde jugando experimentando, mis pollas se iban turnando y ellos también.
Aquella semana fue un no parar de experimentar, por mi casa paso mucha gente, a probar mis pollas. Maria, Juan y Ruth se lo habían explicado a más gente y tenía varias personas que querían experimentar.
Despues de 4 días así, me empece a sentir vacío, me parecía todo muy superficial, me sentía un consolador que todas las personas querían probar. No le veía sentido a esto. La novedad para mí ya se había acabado, nunca había follado tanto y con tanta gente. Me aburría, me daba placer, pero me faltaba algo, el juego y la intimidad. La gente iba directa a mis pollas. Ya no me besaban en el cuello, pocas veces me estimulaban la próstata, no había casi ni caricias, ni besos, me sentía un muñeco hinchable con dos pollas a disposición.
Hoy me estoy planteado ir al médico a que me extirpen mi segunda polla. Creo que no lo puedo sostener, pero más porque no quiero ser un objeto sexual. Todas las personas me están diciendo que no lo haga, pero realmente me siento utilizado, solo quieren mis pollas, ya no hablan conmigo, solo dedicamos tiempo a follar.
No sé que hacer, esta vacuna me ha generado un gran dilema. A veces pienso ojalá no me hubiese vacunado, pero me hubiese perdido esta experiencia... Estoy tumbado en la cama con una polla en cada mano pensando ¿de cuál me desprendo? ¿Qué debo hacer?