La primera vigésimo octava cita

La primera vigésimo octava cita
Hola.
La verdad es que no se me da bien esto de abrirme y dejar ver mis entrañas, que dice una canción. Voy a intentar componer algo sincero, pero me dejaré cosas en el tintero. Seguro.
Pongamos que nos vemos el día 13, después de la cena de empresa, por ejemplo a las 24. Tú me esperarías en un lugar próximo, no sé si con el coche. Pongamos que fuéramos caminando. Nos encontraríamos y so reiriamos al vernos.
-¿Ana?
-hola. Encantada.
Buscaríamos un lugar para tomar algo. Nunca conozco la zona, así que cualquiera estará bien.
Hablaremos. Tú me contarás lo que esperas mirándome a los ojos y a la boca. Porque te habré gustado. Tú a mí, por el momento, me eres neutral. No tengo aún opinión. Pero me fijaré en tu forma de mirar, de hablar, de respirar e incluso de temblar, en su caso.
Tú también me observarás y yo me pondré algo nerviosa. Y cuando me digas que te gusto y que te encantaría que yo fuera tu perra, me sonrojaré y bajaré la mirada o buscaré algún punto fijo al que mirar sin ver nada.
Yo te contaré experiencias tímidamente sabiendo que esa timidez no fingida suele gustar a los dominantes y poniendome por ello más nerviosa pero intentando disimular.
Habrá algún momento en el me cojas la mano. O las manos. Puede que me lo pidas directamente para verlas. Y no dirás nada. Sólo me miraras y sonreirás. Como si ya supieras que estás a punto de atraparme, pero cauteloso porque sabrás que el más mínimo sobresalto, hará que me esconda, que huya.
Encontraremos algún sitio en la calle en el que apoyar mi espalda y en el que puedas coger mis manos y agarrarlaspor detrás. Y entonces acercaras tu boca a mis labios, pero no me besaras. Sólo estarás cerca de ella. Con la otra mano que no sujeta las mías a la espalda, tocaras disimuladamente mi pecho y apretarlas mi pezón para saber hasta donde puedes llegar. Y yo gemiré, por supuesto. Y cerraré los ojos. Tú me pedirás que los abra y mire a los tuyos y me dirás que soy una buena perra sin cesar de apretar mi pezón.
Seguiremos andando. Y seguiremos hablando. Y puede que encontremos algún sitio más tranquilo en el que tú pudieras pedirme desnudarme mientras miras cómo sentado en un sillón.
Me quedaría quieta y tú te levantarías y me observarías. Me tocarías y me besarías.
Y todo lo demás.
A partir de aquí ya estaría a tu disposición.
No sé que te ha parecido. Muy light todo, lo siento. Ya me atreveré a contarte más.
Un beso.
*****sex Hombre
201 Publicación
Cuando un relato te parece un déjà vu es... que te llegó al alma y entonces es FANTÁSTICO.
Deja mucho a la imaginación. 😏
*********ntom Hombre
923 Publicación
No importa si l'erótismo es solo sugerido, està aquí l'expresión de una sensibilidad muy sentida, real y sincera...
*****obo Mujer
1.760 Publicación
Moderador de grupo 
Domino y sumisa en una nueva experiencia? Es lindo sentir esas emociones
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