Primera experiencia parte 3

****BO Hombre
135 Publicación
Autor de un tema 
Primera experiencia parte 3
Las rodillas me dolían y no resultaba agradable gatear para mi AMO, pero lo hice. Una vez en el salón me puso en el centro y continuó ignorando.
Saco de la maleta todos los objetos de placer y de dolor que había traído.
Por un instante miré y me di la vuelta enseguida.
"DIOS tal vez me he pasado y debería finalizar la sesión." Pensaba aterrada de lo que vendría.
Pero tardé en decidirme y oí su voz.
--Esclava prepárate para la inspección.
Yo no supe qué hacer, pero enseguida él me colocó.
De pie piernas ligeramente abiertas y brazos y manos abiertos un poco separados de cuerpo.
Él me miró descaradamente, observó mi cuerpo y mi cara, inspeccionó mis dientes como quien tasa un caballo.
--Muy bonito el modelito.
--Gracias AMO. Conteste en un nervioso susurro.
--Quitame eso. Dijo tocando la camisa.
Yo me deshice de la cuerda que usaba de cellidor y de la camisa. Procurando que no se notará el truco del celo.
--Mmmm. No decepcionas desde luego.
Noté como una fusta acariciaba mis piernas y subía muy despacio hasta llegar a mí nalga derecha.
-- ¿La cena está lista? Preguntó él.
-- Casi mi SEÑOR apenas falta calentar algo y emplazar.
--Tráeme algo de beber. Yo salí de la sala y corrí a la cocina, puse a calentar los platos y serví una cerveza para mi AMO.
Con ella en la mano regresé al salón, él estaba sentado en mi sillón mirándome. Le ofrecí la cerveza y una copa bien helada y él me ignoró.
Me quedé perpleja.
Entonces llené la copa y se la ofrecí de nuevo.
--Su cerveza AMO. Y me siguió ignorando.
Tarde un poco pero enseguida me arrodille y con la cabeza gacha le volví a ofrecer. --Su bebida AMO. Él cogió la copa y la botella y bebió un sorbo.
--Ves a preparar la cena, después te castigaré por tu falta de humildad y sumisión. Volví a la cocina y preparé los platos.
Tenía la mesa muy bonita, mis platos más buenos, mi mejor cubertería y cristalería para mi Dueño.
El vino fresco en una cubitera.
Flores y velas en la mesa.
Puse los platos y anuncié esta vez ya de rodillas que la cena estaba servida Él dejó su copa y se sentó en la silla.
Yo me fui a sentar, pero él me detuvo.
--No creerás que cenaré con una esclava en mí misma mesa?
Me quedé parada.
--Claro que no AMO. El cogió mi plato y tiró su contenido al suelo.
--Tu comes a mis pies.Se levantó y me trajo un bol de perra y le puso agua. Lo dejó junto a la comida del suelo.
Yo me arrodille y espere su permiso para comer.
El probó la cena.
--Excelente eras una pésima esclava pero muy buena cocinera.
--Gracias AMO.
Él me miró y me autorizo a comer. Claro está no podía usar las manos, las perras no tienes.
La cena fue rápida y sin más protocolos.
Yo me había sentido profundamente humillada, pero también me excito la situación. --Recoge y limpialo todo. El con una copa de vino en la mano volvió al sofá. Yo recojo los restos del suelo y limpie la mesa. Cuando regresé al salón me puse en el centro y me arrodille ya iba aprendiendo.
--Está todo limpio AMO. Se acercó a mí y me besó los labios.
--Lo estás haciendo muy bien.
Pero te debo en correctivo.
--Si AMO lo recuerdo.
El trajo una fusta y me dijo.
--Cinco fustazos fuertes.
Aún eres una niña.
Sin mediar explicación un fustazo en mi perfecto culito.
Grite, dolía.
Dos Fustazo y un nuevo gritó.
Tres, cuatro, cinco.
Esto no resultaba excitante ni producía placer.
Él me llevó de la mano y sentándose en una silla me puso encima de sus piernas. Acarició mis doloridas nalgas. Era muy agradable.
Yo sabía que no tardaría en azotarme el culo con sus manos.
solo sabía que sus manos cuidaban de mi piel dolorida.
Fue en ese momento que empecé a tener una extraña sensación.
Por un lado no deseaba más dolor, por otro deseaba entregarle mi sumisión y demostrarle mi entrega aguantando azotes.
Y no tardaron. Enseguida, más despacio que con los fustazos su mano fue azotando mi culito.
sus cachetes eran firmes y continuos pero para nada pegaba con fuerza. pronto empecé a notar como los azotes empezaban a proporcionarme una extraña sensación de placer desconocida para mi.
al poco rato los cachetes eran cada vez más fuertes y cada vez dolían más pero por extraño que pareciera los gozaba tanto como él, sino más.
ya con el culo muy rojo y dolorido, me levanto y me puso de pie.
yo acariciaba mis pobres posaderas con las dos manos intentando aliviar el dolor pero también le sonreía.
Él me cogió de la melena y acercándome a él me besó con pasión. Ese beso lo recordaré toda la vida. no era como los besos de Sonia y su arrebatadora pasión ni como los de otros hombres. Era un beso distinto, casi un premio, un agradecimiento, un reconocimiento. tras ese momentazo se separó de mí, cogió unas cuerdas y con seguridad y habilidad empezó a atarme.
Las cuerdas recorrían todo mi cuerpo desde mi cuello a mis pechos que presionaron dejandomelos hinchados.
Bajando por mi sexo que ocuparon por dentro y por fuara, subiendo por mi culoto y mi espalda. Pronto no podía mover brazos o piernas y ahí estaba yo indefensa frente a un sádico.
Me cogió en brazos y me llevó a la cama donde me estiro.
-- Ahora voy a azotarte con algún flogger o látigo. No dudes en pararte con la palabra de seguridad si es demasiado para ti.
*******ICE Mujer
1.881 Publicación
Bruuuutaaaaaaaaaaal
Inscríbete y participa
¿Quieres participar en el debate?
Hazte miembro de forma gratuita para poder debatir con otras personas sobre temas morbosos o para formular tus propias preguntas.