Gatos salvajes

Gatos salvajes
No sabía lo que iba a pasar, pero de repente después de dos rones cola, me cogió y metió la lengua en mi boca. Estábamos en su casa y eso fue fuego. Empezamos a besarnos, a tocarnos por todo el cuerpo a palpar cada centímetro como si nuestras manos escaneasen y pudiésemos memorizar cada zona de piel. La ropa duró muy poco en nuestros cuerpos. Y del comedor fuimos a la habitación, allí ella se sentó al borde de la cama y con su mano cogió mi polla erecta, y suavemente con su lengua fue jugando con mi glande mientras mi pene se convertía en una fuente de néctar que iba lubricando a la vez que su saliva. La cogí la subí a la cama y empece a besarla por todo el cuerpo subí por las piernas luego su barriga, me pare en los pechos, mientras ella me tocaba la cabeza, me detuve a poder conquistar sus montañas descubriendo nuevas vías con mi lengua y conquistando sus pezones rígidos que se escapaban de mi lengua y volvían a ella como si fuese un resorte. Cogiéndolos con mis labios y besándolos. Ella no paraba de gemir contrayendo todo su cuerpo, gozando de una manera extraordinaria. Continúe subiendo por su cuello notando como mi cuerpo se fundía con el suyo, como sus manos me cogían sin dejarme ir. Era mía y no podía huir de la danza que surgía de nuestros cuerpos.
En ese instante de placer la cogí con fuerza y de un solo movimiento la giré teniéndola a mi merced, de espaldas a mí con su cuerpo bajo el mío, mi pene se erigía y como una leve fusta le golpeaba las nalgas, mientras ella no le daba tiempo a pensar porque mis dedos no paraban de jugar con el manantial que brotaba entre sus piernas, mis dedos como dos peces que querían entrar dentro de un lago, jugaban sin cesar. En ese momento vestí mi falo preparado para la espeleología, y de repente noto como entraba y ella gritaba de placer sin saber como actuar se giraba, me miraba, buscaba mi boca, mis manos, nos movíamos como si siempre hubiésemos estado unidos, como si llevásemos la vida ensayando para este baile. Yo veía des de mi posición su espalda sus nalgas y la agarré del pelo dominando sus movimientos, ella decidiendo que tensión hacer, mientras el ritmo de mi cadera golpeaba sus nalgas, era como una sesión de Laurent Garnier, el movimiento, el sudor, los gemidos.
En ese momento de éxtasis dejé de ese tecno duro para poder lamer todo el jugo que salía entre sus piernas, beber de ese hidromiel de los dioses, poder mover de manera frenética la lengua, mientras me pedía que parase de tanto placer, se intuía una sonrisa en mi cara. En ese momento la levanté y cogí todo su peso encima de mí mientras la volvía a penetrar y danzábamos en un vaivén de sexo que era interminable. Había tanto placer, tanta excitación que no podía pensar, solo disfrutaba y disfrutaba. No sabía que hacía, estábamos sincronizados. La bajé y nos pusimos de pie en el marco de la puerta frente al espejo, mientras la penetraba por detrás tocando sus pechos, ella cogiendo mis nalgas y girando la cabeza como si no hubiese límites, entrelazando nuestras lenguas como dos sables en una lucha eterna lamiéndonos como animales salvajes.Nos mirabamos en el espejo pensando que no podía haber un sexo más bestia. La cogí en brazos otra vez y la llevé a la terraza a la luz de la luna, y en ese instante empece a notar como los dos nos trasformábamos no convertíamos en dos bestias donde nuestras manos agarraban con tanta fuerza que no nos dejábamos escapar aullando, arañando, lamiendo, mordiendo, penetrando todas las cavidades, lamiendo todo el cuerpo, sintiendo placer hasta llegar al éxtasis. Éramos dioses capaces de todo en ese momento de clímax máximo cuando el placer empieza su erupción, allí nos fundimos desmallándonos de tanto placer.

No recuerdo nada más que despertarme con la luz del sol en la terraza desnudó lleno de marcas por el cuerpo, al lado de una gatita negra que ronroneaba a mi lado... Y sin saber como ella acudió allí y donde estaba Gala.
*****i77 Mujer
7.524 Publicación
Moderador de grupo 
Maravillosa narración y muy bien escrita. Te hace ponerte en la piel de los protagonistas 🥰
Gracias @*****i77 😘
*****ema Mujer
1.717 Publicación
Lo he disfrutado, desde luego. Me identifico mucho con tu forma de escribir, con esas puntillas divertidas y con un efecto sorpresa final. Muy bien estructurado y narrado. La metáfora del falo vestido para la espeleología, bonita metáfora sí.
Sigue así *kuss*
Gracias @*****ema 😘
*********ntom Hombre
923 Publicación
Sì, che sia autobiografica o meno, la tua scrittura in prima persona fa identificare molto con i protagonisti e ti fa sentire davvero di essere al loro posto. E anche per me quell'immagine del fallo speleologo è proprio divertente. Me lo immagino come sarebbe in cartone animato...
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