ME ACERCAS A CASA?
Yo había hablado con ella muy pocas veces, era morena y muy simpatica, y tenia algun año mas que yo. Por aquellos entonces yo no llegaba a los cuarenta, y ella los pasaria de poco. Era morena intensa, de pelo, de piel... Yo siempre he sido un hombre bastante tímido, especialmente con las mujeres, mala combinación para alguien a quien le gusta el sexo tanto como a mi. Cuando pasaba por la oficina siempre la miraba discretamente, y ella siempre sonreía. Seria un mentiroso si negase haber tenido alguna fantasia pensando en ella, algunas noches en mi cama, antes de dormirme.Pero un dia, el destino me hizo un regalo. Yo había comido en el bar de siempre, cerca de la oficina. Me esperaba una tarde de reparto tranquila. Me subí a la furgoneta y me dispuse a cambiar de barrios. Pasaba frente a la parada del bus, cuando la vi con una expresion algo estresada. Al verme levanto el brazo para algo mas que saludar. Coincidió que el semaforo se puso en rojo y me detuve justo a su altura. Ella abrió la puerta del acompañante y me pidió si podria acercarla. Yo sabia mas o menos por donde vivia, ya que alguna vez me la habia cruzado por la calle.
-Claro, sube! - le dije.
-Gracias! - dijo ella con su habitual sonrisa - Es que el autobús va con retraso y...
-Tranqui, no me cuesta nada acercarte.
El semaforo se puso en verde y arrancamos.
-Que tal el dia? - preguntó. - mucho jaleo?
-Bien, todo controlado. Poca cosa hoy.
El resto de la conversacion fue bastante banal, pero me fije en que no me sacaba la mirada de encima. Yo aprovechaba para corresponderle cada vez que paraba en un semaforo. En uno de estos, ella me miró y me preguntó:
-Sabes una cosa?
-Cual?
-Que el semaforo lleva en verde un rato...
Yo reaccioné algo nervioso, y me rascó la marcha.
-Tranquilo, - dijo ella riendose un poco - a veces causo este efecto en los hombres.
Yo debí de sonrojarme un poco, y solo fui capaz de contestar un tímido "pues.. Sí", que ella encajó visiblemente complacida. Me calmé un poco mientras llegabamos a su casa, y por lo visto, aquel dia los astros estaban de buen humor.
-Mira que suerte! - exclamó ella- tienes un aparcamiento libre justo en la puerta.
A los treinta segundos, la furgoneta estaba aparcada y el motor parado. Ella me miró otra vez y me dijo :
-Que pares el motor, significa que aceptas un cafe en mi casa?
-Nunca digo no a un cafe. - contesté con decision.
Así que, subimos a su casa y me hizo sentar en el salon.
-Cómo te gusta? Sólo, con leche?
-Sólo. - respondí.
Ella se quitó la cazadora y la dejó encima de una silla. Llevaba un jersey de tirantes muy ajustado, que dejaba ver una figura muy bien hecha. También llevaba unos baqueros de estos que realzan el culo, que por cierto era estupendo. Entro en la cocina y salió con el cafe.
-Tu no tomas? - le pregunté.
-No.. Yo.. Ya estoy bastante excitada..
No se si fueron las palabras, o el tono en que las pronunció, pero a mi se me puso dura de golpe. Sonreí, mirandola a los ojos. Ella no se cortó un pelo.
-Sabes una cosa? Me gustas un monton, no estoy enamorada ni nada por el estilo, pero me pongo muy cachonda cuando pasas por la oficina y me miras, siempre, tan tímido... Pero siempre me miras...
Yo la escuchaba sin dejar de mirarla. Entonces se quitó el jersey y lo tiró al suelo. Y siguió hablando:
-Quiero que me quites tu el resto de la ropa... Y quiero que me beses... Quiero follar contigo...
Me levanté de la silla como si tuviese un muelle en el culo. Ella me miraba desde la silla donde se había sentado frente a mi. No me lo tuvo que pedir dos veces. La cojí de la mano para que se levantara, y la besé como si no hubiera un mañana. Con mi mano derecha la agarré de su firme culo y la apreté contra mi. Ella jugaba intensamente con su lengua dentro de mi boca. No sé como, le quité el sujetador con la otra mano. Mientras ella me quitó el jersey a mi. Tener aquellos pechos tan pegados a mi cuerpo era todo un gustazo.
-Vamos a tu cama - le pedí.
-Llevame tu.. - dijo respirando muy fuerte.
Yo la cojí por el culo, ella se subió de un salto. No dejaba de besarme. Fuimos haciendo paradas por las paredes del pasillo. Que ganas tenía yo de quitarle aquellos vaqueros! Por fin llegamos a su habitacion. Tenia una cama bastante grande. Ella puso los pies en el suelo y me metió la mano dentro del pantalon. Se acerco a mi oído y me dijo :
-Aquí es donde devoro a mis víctimas...
Entonces empezó a jugar con su lengua primero en mi oreja, luego me relamió el cuello, a la vez que acariciaba mi polla y decia.
-Me encanta... Me la vas a meter hasta el fondo...
Luego se tumbó en la cama y me invitó a hacer lo mismo. Antes le quité los zapatos y los tiré a un lado. De pie delante de ella me desnudé del todo, ante su deseosa mirada.
-Acercate.. - le dije yo. Y ella se puso de rodillas a los pies de la cama, frente a mi. Cojí su mano y la acerqué a mi polla. Mientras ella jugueteaba con esta, le bajé poco a poco el pantalon, no sin acariciar cada parte de sus muslos. Llevaba puesto un tanga rojo. Estaba espectacular.
-Quitamelo! - dijo. Así lo hice. Y me tumbé junto a ella. Recorrí con mis manos la totalidad de su cuerpo, al tiempo que seguiamos con apasionados morreos. Hasta que ella decidió montarse encima de mi. Me miraba fijamente a los ojos mientras me cojia el pene y se lo introdujo despacio, despues apoyó las manos en mi pecho y empezó a moverse lentamente, con la boca entreabierta, respirando al ritmo de sus movimientos de cadera. Su cuerpo se balanceaba encima del mio, y sus pechos danzaban delante de mi, mientras yo la tenia fuertemente agarrada por la cintura. Su cara era puro placer. De vez en cuando cerraba los ojos y se mordia los labios, pero enseguida volvia a mirarme. Al poco rato paró y se puso a mi lado. Acercó su boca a mi polla y empezó a darme lametones en el capullo. Que placer daba. Yo le correspondí metiendole el dedo.
-Sí... Juega conmigo... Dale... Me gusta mucho!
Luego dejó de lamer y se la metió en la boca. Nunca antes me la habían chupado de aquella manera. Así estuvimos un buen rato... Ahora el tiempo no importaba. Después decidimos cambiar de postura. Nos levantamos de la cama. Y la puse de espaldas a mi. Le levanté la pierna derecha y se la hice apoyar en su tocador, encima tenia un espejo donde podia admirar sus tetas. Entonces la penetré desde atras. Y empecé a darle despacio, aumentando el ritmo progresivamente, al tiempo que la agarraba por los pechos. Ella estaba encantada.
-Ooh..! Me encanta esta postura...! Sigue así y me vas a volver loca...!
Yo cada vez se la metía mas adentro, y entonces bajé con mi mano a buscar su punto magico. No me costó mucho dar con él.. Ella estaba super excitada y cuando yo la estimulé con la mano y empecé a comerle el cuello empezó a gemir muy fuerte. Esto me excitó aun mas a mi, así que ahora la follaba con todas mis fuerzas. Ella se corrió la primera. Su cuerpo entero estaba empapado de sudor. Sus gritos de placer, y su mano echada hacia atras cojiendome el culo me hicieron explotar a mi. Estabamos exhaustos y nos tuvimos que echar en la cama. Uno al lado del otro, nos miramos un buen rato sin decir nada, cojiendo aire. Por fin le dije :
-Me encanta tu cafe.
Ella me miró un rato mas, sonriendo, y finalmente dijo :
-La pròxima vez... Te invitaré a un cubata.