En los límites de la pasión

*******lman Hombre
11 Publicación
Autor de un tema 
En los límites de la pasión
Encontré un lugar donde los cuerpos se funden en una pasión singular. Donde el placer se hace extremo. Los sentidos se agudizan, la respiración se acelera, el contacto con la otra persona se vuelve íntimo y con total claridad se comparte cada suspiro, cada susurro, cada latido, cada grito de placer.

Todo sucede en su máxima expresión. Nadie más escucha, no existe ningún miedo a ser sorprendido, tienes la seguridad absoluta de que sólo tu pareja y tu compartís ese momento. No hay nadie más.

En el silencio absoluto de una cueva descubrí que la intimidad se hace infinita. El sexo vuelve a su estado puro, primitivo, cavernícola. Cada exhalación, cada suspiro, el roce de piel con piel, el aliento, todo es perfecto y nítido. El tris-tras de los labios, al separarse y juntarse, el deslizar de los dedos dentro de la vagina, los fluidos corriendo por los cuerpos. No hay lugar igual.

Si aún no lo has probado, seguramente no has alcanzado los límites de tu pasión.
*******lman Hombre
11 Publicación
Autor de un tema 
En canoa hasta la desembocadura del Araguari
En un viaje por la reserva ecológica del Lago Piratuba coincidí casualmente con una gran aventurera a la búsqueda de grandes emociones. Nos conocimos donde la naturaleza es brutal, indescriptiblemente bella y misteriosa, donde ni el más valiente puede negar no sentir miedo ante lo desconocido, quizás excepto ella.

Emprendimos viaje en nuestra canoa de 2, ella delante por deseo propio. Con sus selfies y sus anotaciones de viaje nos quedamos cada día por detrás del resto del grupo, sólo conectados con los guías por Walkie Talkies. Tras varios días de travesía nos fuimos conociendo mejor. Para mi sorpresa en nuestro día de descanso me ofreció ir en la canoa a una cascada impresionante.

Parecía ávida de más y más, infatigable, poderosa, tal vez un reto, un juego para exteriorizar su fortaleza y superioridad. Aquel día la encontré preciosa, no sé que parte de la química se activó de repente, embriagado por la resina que emanaba la madera amazónica de aquella canoa, por su pelo, su cuerpo, su simpatía, su encanto.

Sin reparo alguno al llegar a la laguna, al pie de la cascada, se quedó totalmente desnuda, exhibiéndose a plena luz del día. Por precaución me quedé en la canoa, hasta donde ella regresó, empapándome, juguetona. Sin pensárselo volcó la canoa. La fierecilla me retó a pasar al otro lado de la cascada, segura de sí. Al llegar me dio un bocado en el cuello y me quitó la ropa. Con su imponente descaro, posó mis manos en sus senos. Bajo los efectos de la magia del Amazonas sentí que el placer con aquella mujer era sobrenatural. Personificada como una mujer anaconda, me rodeó con todo su cuerpo y me engulló con su inmenso poder de dominación. Las neuronas se activaron en respuesta a tanto estímulo y me personifiqué en un árbol con grandes raíces.

Cuando llegamos al embarcadero a devolver la canoa uno de los guías estaba bastante enfadado, no nos encontraban. Para romper el hielo, mi compañera de viaje me sonrió y acercándose me susurró al oído "menudo pollazo me has metido, ¿lo repetirás verdad?" y yo le respondí “te falto el selfie, la próxima será para llenarte a ti y la columna de tu artículo en la revista”. Al alcanzar la desembocadura del Araguari sabíamos los dos que aquella fue la primera, pero no sería la última.
Inscríbete y participa
¿Quieres participar en el debate?
Hazte miembro de forma gratuita para poder debatir con otras personas sobre temas morbosos o para formular tus propias preguntas.