SUB CONSCIENTE
Alguien me hablo de ti, de la cadencia de esas letras que llevan a las internautas a soltarse la coleta y despeinarse.
Con la arrogancia de un escéptico devore ese relato, para acabar entregándome a él, como un adicto durante la primera dosis de algo verdaderamente nuevo.
Fantasías frescas libres de los estereotipos de la pornografía comercial, ideas valientes que se trasforman en erotismo puro y duro.
Me sentí obligado a seguir tu rastro... como Hansel rastreando a Gretel por el bosque.
Así fue como empecé a explorar tus fotografías, como un fan que admira a una diva.
Lo tuyo es sensualidad depurada, el arte de provocar sin llegar a ser explícita.
Luna tras luna fui encontrando relatos nuevos, bocanadas de aire que inundan mis pulmones y aturden por su contundencia.
Que delicia sentirse profundamente excitado por unas letras!
En este punto era imprescindible saber quién se mimetiza detrás de este festín literario de vanguardia.
El personaje en cuestión resultó ser una bella fémina de poder, madre guerrera y combativa que abría su corazón y sus piernas ante los lobos y las hienas del ciber espacio que la miraban sin observarla con ganas de desgarrar su entrepierna. También afloró el orgullo de la comunidad femenina, ante la aparición de una estrella de la prosa exótica.
Todo esto me llevo a indagar... que hay en el subconsciente de este volcán efervescente de lívido y morbo sin etiqueta.
Intercambio de ideas,
las letras iban y venían como esa pelota que choca contra las raquetas de una partida de tenis de mesa de chinos muy profesionales.
Sentí la necesidad impetuosa de entrar en ella.
La investigación de su imaginario se convirtió en un asunto de estado mayor.
Fui sincero y ella abrió su mente, sus piernas y su corazón.
En un acto de hipnotismo en riguroso stereo me sumergí en sus viseras hasta encontrar la torre de control.
Fui bienvenido a un espacio blanco con largas columnas de mármol. En el centro una piscina llena de la sagrada leche de la luna.
Sirenas de escamas multicolores se daban placer oral, entrelazadas las unas con las otras. Era complicado saber cuántas eran. Me distraían sus gemidos de placer y los remolinos psicodélicos de leche que formaban sus movimientos compulsivos.
En la orilla un fauno descargaba la ira de su inclemente miembro dentro de una sumisa Milf cubierta de repostería y nata batida.
Ella era hermosa, muy morena, con rastas en el pelo, labios carnosos de ensueño y unas pestañas espectaculares con fuegos pirotécnicos y dj en la entreceja.
Una banda de metal hermafrodita tocaba en un escenario flotante. Lo curioso es que no se les escuchaba: eran unos frenéticos seres que fingían tocar en un absoluto silencio sepulcral..... matizado por algún gemido tierno de las sirenas.
No llevaban ropa, pero nunca supe definir su género. Era todo muy ambiguo.
En un oscuro rincón había una cabina telefónica tipo londinense y una escultural pelirroja dándose placer con la bocina de teléfono mientras esperaba mi llamada.
Tendré su numero?
De la nada surgían versiones de mi literata amiga fornicando sobre la mesa de una terraza repleta de ojos saltones, otras recibiendo placer anal abrazadas de un árbol o lamiendo el lente / polla de un ardiente fotógrafo en un plató súper pro con olor a sexo.
Una pareja de alemanes maduros preguntaban por la traducción de los delirantes escritos que emanaban de una gigantesca pantalla de vídeo con forma de coño japonés ( en vertical).
Manadas de ninfas latinas y asiáticas correteaban de la mano mientras lobos feroces jugaban a acecharlas con su beneplácito. Después de una pequeña persecución eran ellas quienes sometían a los lobos con técnicas marcianas de bdsm y artes marciales.
Me impacto una compañía de equilibristas que llevaban a cabo una orgía en la cuerda floja y unos enanos que hacían un trío hmh sobre un elefante. Ella era insaciable pero ellos competían por su atención en el álgido momento de una doble penetración.
Fue justo ahí cuando uno de ellos cayó del elefante y acabó debajo de su enorme pata trasera. El accidente causó furor en la sala porque el artista no se hizo daño alguno.
En este punto advertí que no estaba en su subconsciente.... estaba en el mío!
Seguro que una luna de estas le daré a mi nueva ciber amiga alguna pincelada de a donde me lleva su magia.
Larga vida a la prosa que excita,
a las letras que seducen y riman,
a los relatos que transportan
y sumergen a las y los lectores en viajes insaciables pero muy desenfrenados.
Amén