Falda
Tu boca en mi cuello, erizándome la piel, haciéndome echar la cabeza hacia atrás para darte acceso a todo, me encanta sentir tu lengua recorriéndome, despacio, haciéndome sentir cada cm de mi cuerpo, de mi piel. Tu manos en mis rodillas sujetando la falda para que no se abra del todo hacia los lados, estas faldas con lazo en la cintura, son tan cómodas.Te dije que la próxima vez que te viera teníamos que quedar en el mismo sitio para poder llevar a cabo esa fantasía que creamos juntos hace unos días, tu delante de mi, tu erección intentando salir de tu pantalón, el interior de mis piernas húmedo, accesible. Tuyo
No me moleste en ponerme nada debajo de la falda, esta vez tenía muy claro que te quería dentro de mi, quería sentirte dentro.
Rodeados de eucaliptos moviéndose y escondiendo con su movimiento mis sonidos, el sol poniéndose en el embalse, este calor…
Me miras altivo, sabiendo que mi placer es tuyo, deseo cada movimiento de tus dedos, de tu lengua, de tu cadera. Nos miramos, jugando, moviendo nuestras caderas, bailando como las ramas, disfrutando cada momento, juntamos nuestras bocas, me gusta que me desees, que me beses fuerte, que me aprietes la piel para dejarme marca. Te excita oírme gemir en tu oído, como una suplica esperando el siguiente movimiento de tus manos. Contoneándome para atraerte. Inicias el avance de tus manos hacia el interior de mis piernas. Miro hacia arriba, a los árboles, te dejo hacer, me muerdo el labio, el deseo me llena. Tu pulgar llega a mi clítoris y empieza a moverse, un calambre me recorre por completo, sonríes al notarlo, sabes que en ese instante te pertenezco, no hay nada más en mi que tus manos, tu boca, la brisa en mi piel.
El pulgar deja su movimiento para que yo te mire, y lo hago, te pido que sigas, sonríes, metes tus dedos dentro de mi y acerco mis piernas más a ti, y gimo al sentirte dentro, me encanta como me haces sentir, atrevida, caliente, sensual.
No puedo tocarte, no me dejas. Quieres verme entregada, ida…Mi respiración se acelera cada vez más, devoras mi boca para comerte mis gemidos junto con mi lengua, te respondo con hambre, quiero sentirte dentro de mi.
Paras cuando siento que ya no puedo mas, siento demasiado, me tienes a tu merced.
“Desabrocha el pantalón” me dices. Respiro, se lo que viene, llevo días deseándote, semanas. Siento la electricidad por toda mi piel, necesito sentirte, necesito que me hagas tuya, verte gemir en cada embestida.
Despacio, abro el cinturón, no te beso, solo te miro, nos miramos con ansia…un botón, dos, tres, el último, lo abro, bajo un poco la cintura, siento tu erección entre mis dedos, apenas te rozo con las uñas, gimes, recorro la línea de tu calzoncillo con mi dedo, lo abro y mi dedo encuentra la punta, la acaricio, te ríes, te gusta que te vuelva loco. Bajo el calzoncillo y dejo que tu erección se coloque justo delante de mi, casi rozando mi clítoris. Apoyo mis manos en la mesa, me ofrezco, abro mas mis piernas, la falda resbala por ellas, tus manos agarran mis caderas, me atraes a ti, y en ese movimiento tu pene me invade, del fondo de mi garganta sale un gemido profundo, lleno de deseo, abres la boca en un gesto que me indica tus ganas, nos devoramos, nuestras lenguas combaten, no puedo respirar, entras y sales despacio , nadie podría decir que me estas follando a la vista de cualquiera. Quiero tumbarme encima de la mesa y que tus manos agarren mi pecho para metérmela. Lo hago, no me importa nada en este momento salvo tu y lo que me haces en este momento, lo que me das, te encanta verme tuya. Arremetes contra mi con fuerza, mi cuerpo se mueve a tu ritmo, es tuyo, y sigues sin piedad, mis gemidos salen en cada embestida y completan los tuyos, somos uno en este instante.
Retiras una de tus manos y siento tu pulgar en mi clítoris, dios no puedo con tanto placer…Esta sensación que todo lo llena, nada más importa. Siento la primera contracción muy dentro y se que no voy a tardar en correrme, el aire sale de golpe de mis pulmones y decides follarme violentamente, rápido y mi cuerpo responde. Con un hilo de voz te aviso de que voy a correrme, que no aguanto mas, gimes fuerte, entiendo tu lenguaje…sigues sin piedad, me gustaría sentir esto cada segundo de mis días…empiezan a temblar mis piernas, está aquí, esa sensación que lo oscurece todo, no siento nada más que eso, me recorre, agarro tus muñecas y te oigo gemir, tus embestidas feroces para dármelo todo, paras, y te corres, entras y sales despacio, sintiéndolo…Paras, controlamos la respiración, miro al cielo tumbada en la mesa, contigo dentro de mi. Sales muy despacio sacándome el ultimo gemido. Cierras mi falda y te tumbas a mi lado.
Nos miramos y reímos…¡fantasía cumplida! decimos a la vez..