Coche
Sólo se te ocurre a ti pedirme algo parecido, sin duda eres mi perversor, me excita hasta imaginar como voy a desarrollar lo que me dices, lo que quieres verme hacer.Aquí estoy en el coche, con falda negra, camisa blanca, pelo suelto cayendo por mi pecho, ya casi llegando a taparlo y ropa interior, también negra, elegida para realzar todo.
Tengo el coche aparcado cerca del rio, hay más coches pero parece que no hay nadie en ellos, la gente a estas horas pasea, corre…no se dedica a desnudarse para mandar una foto en ropa interior en el coche. Espero que no pase nadie por delante.
Abro botón a botón la camisa para poder abrirla y que se vea el sujetador, Subo mi falda hasta el borde de las bragas, tengo las ventanas abiertas, hace calor, mi respiración se agita por la situación…ya casi estoy como me pediste, faltan un par de detalles. Sin quitarme el sujetador, acaricio mi pecho haciendo que el sujetador quede por debajo, mi pecho fuera y el último detalle, el cinturón puesto cruzando mis pechos desnudos.
Quieres fotos de esa imagen, mi ropa abierta en un sitio público, semi desnuda, me hago la foto de la parte superior, queda increíble, estoy agitada, nerviosa, la foto te va a gustar, es absolutamente morbosa. Falta mi parte de abajo. Quieres ver mi falda subida, las medias justo por encima de la rodilla, los zapatos de tacón, la ropa interior de encaje y mi mano justo por dentro de ellas. Me preparo para hacer la foto y al meter la mano me doy cuenta de que estoy mojada. Eres un bicho! Si supieras lo que haces conmigo sin tocarme, sin verme!
No puedo evitar mover mi mano en esa situación, estoy muy excitada, esa sensación de que alguien me puede ver, en esa posición, mis pechos expuestos, atados por el cinturón de seguridad. Hago la foto. También queda increíble. Dejo el teléfono al lado, bajo un poco el respaldo del asiento y sigo con la mano dentro de mi ropa interior, no puedo evitarlo, deseo dejarme llevar, tocarme. Estimulo mi clítoris, cada vez más rápido, está húmedo, caliente, meto los dedos dentro de mi, y la sensación me hace arquear la espalda, uhmmmm!!!
Me suena un mensaje, cojo el teléfono y leo,” ¿Estás segura de que quieres seguir sola?”
No puedo creerlo, alguien me está viendo, he dejado activada la localización de Telegram. Y ese numero de teléfono invade mi intimidad en ese momento. Pero no lo dejo. Decido contestar.
“¿Acaso quieres ofrecerme ayuda?”
Su respuesta es inmediata. “¿Me dejarías?”
“Aquí me tienes”, contesto.
Cierro mis ojos y vuelvo a dejar el teléfono cuando siento que alguien me observa por la ventana del conductor, su mano entra por ella y va directamente a mi pecho, no dice una palabra, me toca con ansia, se nota excitado, muy excitada. Le pregunto si le gusta lo que ve y me dice que es una imagen que no va a olvidar. Saco mi mano del interior de mi ropa interior y cojo la suya para colocarla exactamente en el mismo sitio donde la tenía yo. Sale un gemido de su garganta y me dice que estoy muy húmeda, con esa voz que deja entrever el deseo. Me tocas, me excitas cada vez más, abro mis piernas para ti, para que introduzcas los dedos dentro de mi y me lees perfecto las intenciones y lo haces. Notó como estoy empapada por el sonido de tus dedos moviéndose dentro de mi. Te digo que pares. Lo haces inmediatamente.
Abro la puerta del conductor, me quito el cinturón y deslizo mis piernas fuera del coche. Te pones de rodillas delante de mi, mis manos, la derecha sobre el salpicadero, la izquierda entre los asientos. Las piernas abiertas, elevadas por los tacones, te sonrio. Es la primera vez que te veo de frente. Debes tener más o menos la misma edad que yo, no vas con ropa deportiva. Unos vaqueros, una camiseta de manga corta que dejan ver en tus brazos que te cuidas, uhhmmmm que brazos, fuertes, definidos, morenos. Te miró a los ojos, una me devuelve las mirada unos ojos verdes, que se meten dentro de mi, no solo tus brazos están tostados, tu cara también, está claro que te gusta hacer deporte al aire libre. Barba de tres días, pelo algo canoso y bien cortado. Me encantas, eres muy atractivo, que suerte la mía. Quién me iba a decir a mi, que está situación iba a atraer a mis piernas un desconocido tan impresionante.
Entiendes mi postura y agarras la braga por los lados de la cadera. Me levanto lo justo para que me las quites. Las guardas en tu bolsillo y sin mediar palabra acercas tu boca al interior de mis piernas. Que delicia sentir su lengua, el aire entrando y recorriendo mi cuerpo, el calor tan excitante. Lames con seguridad, con detenimiento, me encanta está sensación, que esto me ocurra a mi. Metes tus dedos dentro de mi y me dices, ¿Es así como te lo hacías tú? ¿Te gusta?
Te contesto agarrando con mi mano izquierda tu cabeza y volviéndola a bajar hacia mi clítoris…te ríes…pero no dudas y me das lo que te sugiero, estoy muy excitada, cada vez más. Mi cuerpo entregado a ti, al placer, a este erotismo de estar a la vista de cualquiera sin importarme nada. Creo que voy a tener un orgasmo cuando tu paras. Me tiendes la mano y me haces levantar. Me sacas del coche y me tumbas en el capo, mis pechos desnudos contra el metal, cuando me avisas susurrándome al oído “¡te voy a follar!”. Mi cuerpo tiembla antes la expectativa, me abres bien las piernas y acto seguido abres tu pantalón, sacas tu erección y buscas el camino para penetrarme y lo haces, lo haces con ganas, gimes sin importarte donde estás. Me embistes con fuerza, me entrego a todo, me agarro como puedo a los lados del coche cuando paras un momento, coges mis manos y las colocas detrás de mi haciendo una atadura de mis dos muñecas con una de tus manos, no puedo moverme, con la otra mano agarras mi pelo y reanudas las embestidas, me haces levantar la cara y el pecho para verlo rozarse con el metal, caliente, me agarras las muñecas con fuerza y me penetras, una y otra vez. La siento dura dentro de mi, me llena por completo. Quiero dejarme caer sobre el coche pero me mantienes tensa, mi cuerpo tiembla cada vez más pero no cesas, te digo que me voy a correr y me dices que lo haga, que quieres verme hacerlo y me dejo ir, gimo con fuerza, quiero cada embestida, te suplico que no pares, que sigas….el orgasmo llega a todas las células de mi cuerpo. En una de esas embestidas me penetras fuerte, más fuerte que ninguna de las otras veces y te quedas dentro, lo acompañas de un gemido impresionante, que reconozco como tu orgasmo.
Ha sido increíble, apoyas tu cuerpo sobre el mío un instante recuperando el aliento sin salir de mi. Poco a poco sales dejándome vacía de ti y llena de placer.
Vuelves a incorporarme, me coges de nuevo de la mano y me llevas al coche dejándome en la misma postura que me encontraste. Sentada, con la falda casi dejando ver mi entrepierna, mis pechos fuera del sujetador y la camisa abierta. Vuelves a poner el cinturón alrededor de mi cuerpo. Entras en mi boca con un beso con una pasión aplastante, te incorporas y cierras la puerta del coche. Te alejas.
Un mensaje en Telegram. “Un placer compartir este momento contigo”