Boxeo

*****a45 Mujer
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Boxeo
Nunca pensé que al empezar las clases de boxeo tendría tantas sensaciones distintas. No esperaba tus ojos mirándome justo antes de sacudirme un golpe que dejara todas mis ideas removidas en el cerebro y a la vez esa sacudida…abajo…mucho más abajo.
Acabar la clase y entrar en el vestuario con la respiración entrecortada, sin saber muy bien si era el ejercicio físico o tu presencia. Que mi cabeza te imagine entrando sin permiso, sabiendo que estoy sola, invadir mi intimidad…invadirme.
Es excitante.
“””Sé que prácticamente estamos solos y me levanto del banco del vestuario, estoy sudando, tengo la ropa pegada pero me da igual, salgo a buscarte, estas sentado en las escaleras del ring y me dirijo a ti. Me pongo delante de ti, demasiado cerca.
Me miras…
Te pido que me ayudes a quitarme las vendas, no se me da bien doblarlas…apoyo la mano en tu rodilla. Cada uno de mis dedos te están diciendo lo que siento. Lo que quiero.
Empiezas a desdoblar la venda y tiras de ella de tal manera que tu otra rodilla queda justo delante de la zona interior de mis piernas y sin controlarlo se sale el aire de mis pulmones. No me miras…Te ríes…Estamos jugando al mismo juego.
La última persona del gimnasio se despide, estamos solos y mi corazón empieza a latir con fuerza. Me acerco. Tu rodilla toca mi clítoris…suave…muy suave, la mueves, recorres con tu lengua tus labios. Mi mano asciende hacia tu muslo.
Acabas con la venda de la mano izquierda…¿Necesitas más ayuda?-me dices. Tu pantalón de deporte está abierto, me acerco otro poco más y apoyo la mano derecha en la rodilla que me acaricia, que hace que me moje cada vez más. Mi otra mano llega a la altura del corte de tu pantalón. Y de repente la sujetas. No me dejas avanzar. Me quedo parada. Empiezas a desdoblar la venda de mi otra mano, mi respiración es agitada, sé que lo notas. Tiras de la venda y tu rodilla entra casi por completo entre mis piernas, casi estoy sentada encima de tu pierna. Me excita tu juego.
Me dejo hacer…sigues el ritmo constante de la rodilla, de quitarme la venda de la mano, no sé a que atender…acabas. Despacio me retiro de tu rodilla…doy un paso atrás para irme. No dices nada. Me doy la vuelta para volver al vestuario cuando me agarras la mano. Frenas mi camino. Siento tu presencia detrás de mi, estás de pie, muy cerca. Puedo oler tu sudor, tu perfume. Puedo sentir tu erección al final de mi columna. Con tu mano entras por la camiseta para ascender hasta mi pecho….buscas la cremallera de mi sujetador…apoyo mi cabeza en tu pecho…tus dedos baja despacio la cremallera…y el sujetador salta hacia los lados dejando mis pechos sin protección. Tus manos poseen mis pechos, con fuerza, con deseo, me clavo a ti….me gusta sentirte tan excitado, me gusta sentir tus manos.
Bajas una de tus manos y con dificultad haces camino hacia el interior de mis piernas, estoy empapada, empapada de sudor, empapada de excitación, entras con tu mano sin permiso, dueño de todo y metes tus dedos dentro de mi haciéndome gemir.
“¿Sabes cuanto te deseaba? ¿Cuántas veces he tenido que masturbarme después de tener clase contigo? ¿Cuántas veces he deseado este momento? Hacerte MÍA…como dice tu tatuaje. Ahora eres mía”
No puedo creerme sus palabras, me devoras el cuello con ansia, giro la cabeza para que devores mi boca, necesito sentir su lengua dentro de mi boca, tu mano dentro de mi me está volviendo loca. Quiero tocarte, necesito sentirte. Intento girarme pero tu mano dentro de mi no me deja, me pellizca un pezón y sale un leve grito de mis labios en su boca, sonríes. Paras. Me sueltas. Me dejas sin tus manos. Deseándote ferozmente.
Mis pezones está duros. Se notan a través de la camiseta sudada.
“Sigueme…”
Sin dudarlo, te sigo…Llegamos a las espalderas.
“Colócate delante”
Me pongo delante de las espalderas. Las siento en mi culo, en mis hombros.
“Sube las manos…”
No me había dado cuenta de que llevabas las vendas en la mano. Subo las manos y te acercas a mi. Devoras mi boca y vuelves a apartarte. No puedo creer lo excitada que estoy, deseaba tanto tocarte. Con mucha destreza, atas mis manos la una a la otra y a la vez a la espaldera por encima de mi cabeza. Siento las agujetas en mis brazos, esa mezcla siempre de dolor y placer.
Cuando ya me tienes inmovilizada subes mi camiseta y la pasas por detrás de mi cabeza, queda ahí, detrás de mi nuca. Los pechos expuestos para ti, moviéndose al ritmo de mi respiración.
No me tocas, bajas con tu boca despacio, cerca de mi piel haciendo que tu aliento vaya erizándome a su paso.
Llegas a mis zapatillas y las desabrochas, las apartas, me quitas los calcetines, asciendes hasta mi cintura y bajas las mallas, que oponen resistencia por el sudor pero no dudas. En el camino de bajada, arrastras mis bragas. Estoy desnuda, atada. Soy tuya.
“¡Voy a cerrar!-me dices” y te vas. Veo como te vas con esa media sonrisa que pones cuando en clase me das por no estar atenta.
La mezcla de sudor, de desnudez, de excitación hace que sienta un escalofrío, que me recorre todo el cuerpo. Cuando vuelves ves mi piel completamente erizada y recorres con todos tus dedos mi cuerpo desde las rodillas hasta mi cuello donde me aprisionas para besarme, besarme con un deseo y unas ganas que jamás he sentido en nadie. Cuando paras, me lanzas una advertencia. Te voy a follar, no va a ser suave. Mi expectación, mi deseo ya no tiene limites. Veo como te bajas el pantalón de deporte, te quietas la camiseta con una mano. Tu cuerpo brilla por el sudor. Tu polla me desea. Te acercas a mi, coges mis piernas, las colocas a cada lado de tu cintura, siento tu glande en la entrada rozando la entrada de mi vagina….Por favor, te suplico, hazlo.
En ese momento me penetras con tal fuerza que mi gemido retumba en todo el gimnasio, es feroz, es salvaje, me arañas los muslos, echo mi cabeza hacia atrás, cierro los ojos y me dejo, me dejo a ti. Sigues con embestidas tan fuertes que la espaldera se me clava en los hombros pero no me importa, no quiero que acabes, tenerte dentro de mi es la sensación más impresionante que he sentido, quiero que sigas una y otra vez. Que no pares nunca, que el tiempo se detenga. Tu ritmo es perfecto, el interior de mi vagina tiembla, mis gemidos acompañan cada una de tus penetraciones.
Seguimos en este combate que no voy a olvidar nunca, cuando me avisas de que te vas a correr, estaba desenado oírlo por que no me creí capaz de seguir aguantando. Y nos empapamos, nuestros fluidos se mezclan cuando invades mi boca. Somos uno en este orgasmo. Paras despacio, muy despacio, no quiero sentir como te alejas y no te suelto en el abrazo de mis piernas. Sueltas mis manos aun con tu polla dentro de mi…me abrazo a ti.
Poco a poco sales de mi y bajo mis piernas a la realidad. Voy a la ducha me susurras.”””
Sé que algún día te pediré que me ayudes con las vendas pero hoy un “Hasta mañana” es lo que sale de mi garganta
*******hild Hombre
2.983 Publicación
*bravo*
Esa ducha promete.... 🤭
Fantástico!!!
💋💋
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