Una firma un poco especial

Había leído todos tus relatos en joy club
Ardía en deseos de conocerte en persona
Pero al solo tener 27 años dejabas en visto todos mis mensajes.
A punto estaba de tirar la toalla cuando vi aquel cartel que anunciaba el estreno de Nueva novela erotica " hadas, gacelas y otros placeres más oscuros" una parte de mi me decía que no era buena idea ir, pero otra ardía en ganas de verte en persona. Tembloroso y nervioso espere en la cola durante 2 horas a que todos tus fans entrarán.
Al cruzar mi mirada se cruzó con la tuya, extasiada por el éxito de tu novela. Habías decidido vestirte con un sugerente vestido rojo de palabra de honor, cuya falda acababa poco antes de las rodillas. Nada más verte un inmenso calor me invadió haciendo que comenzará a sudar. No quería que esa fuera tu primera imagen de mi, por lo que decidí ir al baño a adecentarme.
No se cuanto tiempo estuve allí, pero se que al salir ya había acabado el evento. Odiando mi suerte salí a fumar y ahí te vi. Agachada cargando en una furgoneta las cajas de los ejemplares que no habías logrado vender. Tembloroso te ofrecí tu ayuda, la cual aceptaste con una sonrisa, y subimos todo el. Material a la furgoneta.
La última. Pesaba un poco más, por lo que tuvimos que subirla entre los dos.
: muchas gracias, te debo una cerveza - dijiste sonriendo
La alegría me invadió al mismo tiempo que los nervios haciendo que comenzara a sudar e la. Mano
-con una firma me conformo - balbucee Ntes de que la caja se escurriera y cayera sobre tu pie.
Perdona perdona - dije arrepentido mientras me agacha a para comprobar si te había dado.
Pronto me di cuenta de que la caja no te había lastimado, pero aun así insistí en comprobar si el pie estaba bien.
Comencé a masajearlo suavemente mientras te miraba a los ojos.
Cómo signo de aceptación no tardaste en quitarte los tacones y sentarte a disfrutar de aquel masaje
Nuestros ojos se cruzaron.
-ya estoy bien
-paro entonces?
-yo no he dicho eso - contestaste picarona
Seguí masajeando tratando de disimular la excita ion que me invadía.
Cuando quise darme cuenta nuestras narices estaban a solo medio centímetro una de otra. Mi mano poco a poco había ido avanzando, por el gemelo, por la rodilla, hasta perderse debajo de tu falda
-perdona - dije avergonzado cuando me di cuenta
Tu respuesta fue un apasionado beso antes de abalanzarte sobre mi
Nuestras lenguas se abrazaron durante un buen rato mientras mi mano continuaba su ascenso hacia tu clitoris, acariciando lo por encima de tus bragas
En cuanto terminamos de besarnos comencé a morderte el cuello, bajando lentamente hacia tu pecho
Los tirantes se debieron caer durante el salvaje beso, dejándolos libres, permitiéndome besarlo y jugar con tus peones libremente.
Me había imaginado ese momento miles de veces, y no necesitaba más que oír tus gemidos en mi. Oreja mientras mi mano entraba y salía rítmicamente de ti.
De repente note una mano juguetona metiéndose dentro de mis pantalones
-si no. Quieres no - trate de decir para demostrarte que con que tu disfrutarás era suficiente, pero antes de acabar la frase ya tenía tu cabeza entre mis piernas. Disfrute un par de minutos del. Momento, antes de poner tus piernas sobre mí y comenzar a jugar con mi lengua por tu sexo.
Tus gemidos fueron aumentando de intensidad y de ritmo, hasta que decidiste que ya estaba bien de preeliminares y en un ágil movimiento te pusiste sobre mi. Comenzaste a moverte rítmicamente y el extasis comenzó a aumentar, hasta que de repente unos golpes en la ventana nos sacaron de aquel. Paraiso. Era la. Policía, estábamos montando el espectáculo en pleno centro de Valencia. Acordamos que yo los entretenida para que tú pudieras huir.
Me vestí rápidamente y salí a atenderle, acordamos que me llamarías al llegar a casa. Al. Poco de irte caí en que no te había dado mi número, ni pedido la. Firma. Pero no cambiaría lo sucedido por nada del mundo, solo me quedaba esperar a captar tu atención en joy y rezar por abrir un dia un mail tuyo invitándome a un café