1 Trío (1 alemana + 2 hispanos) = 1 Cuarteto
Dedicado a Steffi, que me pidió que describiera en nombre suyo, mi visión de cómo podría ser este encuentro que tendrá este próximo verano, con dos amigos suyos de España. Es su primer trío confirmado, lo del cuarto jinete está por confirmar.Han quedado que harán lo que está imaginado por cada uno. Cuando pase el verano, veremos si han cumplido. Yo sólo escribo lo que me piden.
A veces, o bastantes veces la Vida no deja de darte sorpresas.
John es un amigo del que aquí suscribe, después de un excitante comienzo de sábado con una amiga virtual de JOY, estaba pasando el domingo tranquilo.
Se fue a la cama con el ordenador, y antes de dormir decidió conectarse nuevamente a JOY.
El sábado le propusieron un trío que quedó en un ya veremos por parte de quien hizo la propuesta.
El domingo se repite lo mismo con otra amiga, pero esta vez ella no es española, es alemana. Y ya veremos, es un sí rotundo por parte de ella que es quien lo propone. Ella le comenta si él conoce a algún hombre que quiera participar, y John le dice que sí, que va a confirmarlo. Contacta con su amigo Josema, se intercambian fotos y videos, y todos de acuerdo.
Quedan para cuando ella venga a España de vacaciones, cosa que hace todos los años un par de veces.
De Josema dice ella con sus comparaciones náuticas: “no tiene una verga tiene un mastelero, el del palo mayor que va en el coño del barco, y como tal va a encajar muy bien en él mío”.
De John siempre comparando, y como ya la conocía, dice que tiene una polla bananera por su forma de banana.
Así que los ha bautizado como “el mastelero” y “el bananero”, y se relame pensando en ser tomada por dos pollas tan distintas.
Cada uno se imaginó el encuentro a su manera, y quedaron que harían las tres. Una cada vez en cada viaje de ella; viene dos o tres veces al año. Lo echaron a suertes, y tocó hacer primero la de John, que es la historia que voy a contar hoy.
John se imagina que ella viene unos días de vacaciones a España, y pasa por Madrid a tener el encuentro con ellos, y luego seguir camino de la costa, a Girona o Cádiz, sus sitios predilectos sin descartar otros.
Se lleva aceite de oliva virgen, mermelada de frutos rojos del bosque, ponche segoviano, y varios cordones de las botellas bebidas de Fray Angelico, le gusta usar productos naturales en sus ‘juegos del amor’.
John a alquilado una suite en un buen hotel -es un sibarita, menos de 4 estrellas nada- y deja a Jose esperando en la habitación, mientras él va al aeropuerto a recogerla.
Se abrazan y besan con ganas, estaban deseando verse cara a cara, después de casi un año de estar escribiéndose y viéndose a través de JOY.
Ella está excitada, ya tiene en su poder a uno de sus hombres y va a por el segundo. Es una mujer echada para adelante, pocas veces titubea.
Además, no es una mojigata, le gustan hombres y mujeres, indistintamente de su edad o nivel de peso y color, - cada uno tiene su estilo y su gracia -, dice siempre.
Steffi se gira, y a una mujer un poco más joven que ella, le hace señal de acercarse, John se queda de piedra, los presenta, es una amiga de España que se ha encontrado en el avión al hacer escala en Barcelona, y al contarle Steffi a lo que venía, se ha apuntado, y así Steffi se encuentra un poco más arropada ya que es su primera vez con dos hombres en España.
En el taxi camino del hotel le dice al oído a John: mi raja siempre te ha gustado, pero esta tambien te va a gustar, es como el Gran Cañón, un perfecto tajo en la superficie de la Tierra.
John piensa -que maravilla, los dos tipos principales de coños, los voy a tener hoy en mi boca.
Steffi al ver a José se abraza igual que con John, pero al no estar en el aeropuerto, junto con el abrazo le toca por encima del pantalón el bulto del mastelero - Mmmmmm.
• ¡Hola soy Vivian! - le da un par de besos, y le hace una pasada rápida al bulto, acompañada de un guiño con sonrisa pícara.
• ¡Venga vamos chicos! Que esta vez tengo prisa, solo tenemos tres horas más o menos, luego nos vendrán a buscar para irnos a la playa, ya sabéis…- dice Steffi.
A John le encanta jugar, acariciar, besar, masajear, chupar, se podría pasar el día entero. “Tres horas se me hace un poco apretado o justito, y más siendo cuatro” - piensa.
Jose es normal, en una hora por él ya estaría todo resuelto.
A Steffi le gusta que le hagan de todo -otro día vendré a pasar la noche- le dice a John viéndole el semblante.
• A Vivian lo que más le gusta es que le coman el coño – dice Steffi al oído de John.
• ¡Yo soy la organizadora de esto, y tengo derecho a elegir primero! – dice Steffi, y acto seguido se coloca con la cabeza casi colgando en los pies de la cama, y el coño mirando hacia la cabecera.
• ¡Jose en mi cara, John a por mí coño, y Vivian donde quiera!
• ¡Yo voy a estar pivotando, jajaaa! – dice Vivian.
Jose se arrodilla en el suelo delante de la cara de Steffi y le ofrece el mastelero, ella lo coge con ambas manos y lo masajea, se lo restriega por la cara, lo chupa, lo muerde, lo lame, le encanta tener ese pollón a su disposición. Mientras tanto él le manosea las tetas y alrededores.
Steffi no se quita las bragas del todo, las pone en versión “tendedero”, o sea, tendidas de un pie a otro, las piernas en alto y abiertas todo lo que pueden estirarse las bragas.
• No me abro más de piernas. A ver si eres capaz de hacer que ellas solas se abran. – le dice a John.
Y John empieza lo que podríamos llamar, un trabajo con dedicación plena en besar, acariciar y comer el coño a Steffi. Le encanta comer coños, es un especialista después de tantos en su haber.
John mira y se dice:
Mmmmm…es de esos labios internos prominentes, saliendo por encima de los externos, que te están diciendo: “voy a por ti, te voy a comer y absorber”.
Es como una flor reventona, por donde la mires tiene bonitos y sabrosos pétalos
Arriba bien destacado, el clítoris, el director de orquesta, marcando el ritmo de cada pétalo.
Y en el centro siguiendo las comparaciones náuticas de ella, el agujero donde va el mástil principal del barco, el coño.
John tenía unos labios propios de una mujer, pero a partir de los cuarenta se le fueron afinando. Pero la boca a practicado tanto, que eso no le ha afectado.
Es de esas pocas bocas que saben dar besos entre las piernas de las mujeres. Y no sólo eso, además, disfruta con ello hasta el delirio. Hasta que ellas le dicen - ¡no puedo más! Algunas le decían que jamás dirían eso, y todas acababan diciéndoselo.
Sabe usar todas las herramientas naturales a su disposición: barbilla, labios, lengua, nariz, frente…
Pasados esos momentos de observación y deleite visual, empezó con unos suaves besos por los labios internos, pasando a los externos, a las ingles, y así hasta notar el comienzo de la humedad.
Con la mitad de la lengua, y suavemente, repite los mismos movimientos; desliza media lengua por los labios vaginales y sus alrededores, hasta que huele y nota más humedad.
Mientras, Vivian se ha puesto de rodillas encima de la cama frente a José, y le ha plantado sus grandes y hermosas tetas en su cara, para que se las coma mientras Steffi, debajo, está lamiendo y chupando la polla de él.
José está disfrutando de como juega Steffi con su polla y con sus duras bolas, y del buen sabor y tacto que tienen esas grandes tetas de Vivian; las aprieta con sus manos hasta ponerlas como pequeños balones, las muerde, y les retuerce los pezones; que parecen uvas.
John le da unos cortos y rápidos lengüetazos en el clítoris, y Steffi responde con un ligero sobresalto – no lo esperaba.
• ¡Mmmmm, mmmmmmm! – gemía Steffi.
Ahora la coge por los muslos, y mientras se los acaricia y masajea, le pasa con energía la puntita de la lengua por todos los labios, en círculo, arriba y abajo sin descanso, al tiempo que le aprieta las nalgas. Rápidamente le da unas cuantas puntitas de lengua en el clítoris, y en el momento que ella tensa la pelvis, le mete la lengua toda dura por el agujero vaginal. Steffi se tensa y arquea.
• ¡Mmmmm, mmmmmmmmmm, más, mássssssss….!
Él abre la boca de par en par, y le absorbe los labios interiores y exteriores, al tiempo que con la base de la nariz le frota el monte de Venus de izquierda a derecha con presión.
Los labios interiores que están prominentemente salidos, se los mete entre la lengua y el paladar, los aprieta con fuerza, los retuerce moviendo la lengua contra el paladar, le planta la nariz en el clítoris, y frota y retuerce todo el conjunto con fuerza y sin descanso.
• ¡¡Mmmmmmmmmmmmm, tómame yaaaaa!! – grita Alemania.
• ¡¡Vivian encárgate del mastelero de José!! – vuelve a ordenar Alemania.
Vivian se lleva a la esquina de la cama a Jose, ella sentada y él de pie, y empieza a masajearle la polla.
Steffi coge a John por la cabeza y la lleva hacia la suya, al tiempo que le coge esa polla bananera y se la mete con ansiedad. Y le dice a Vivian que le ponga un cordón de Fray Angelico a John…se le endurece a tope, es como tener dentro un palo duro pero suave.
• ¡Que duraaaaa, mmmmmmmmm, Diossssssss, como la notooooo!
• ¡Mmmmmm, mmmmmmmmmm! – Steffi es de gemir.
• ¡Mmmmmmmm, mmmmmmmmmmmm, mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm!
Steffi tiene el primer orgasmo, se revuelve en la cama como una anguila fuera del agua… y antes de enfriarse llaman a Jose.
-¡¡ Joseee ahora tú, tómameeee yaaaaa!!
Jose la pone a cuatro patas como a ella más le gusta, y le clava el mastelero, una polla por encima de la media en largo y ancho.
Ella había visto fotos y videos de Jose, y estaba deseando tener su polla dentro de su coño, el simple recuerdo de eso le hace excitarse más.
Jose tiene una tripita cervecera mediana, que a ella le da cierto morbo; cuando empuja, se le sube por encima de las nalgas y eso le gusta.
Vivian y John se han ido a la moqueta.
John ve el coño de Vivian y piensa: “en pocas palabras Vivian tiene lo que se suele llamar, un grandísimo coño, es precioso, es un espectáculo verlo”, “Steffi tiene razón, parece el Gran Cañón”.
Su monte de Venus junto con sus prominentes labios, forman unas perfectas dunas como las del Sahara profundo.
John le abre los labios con ternura y suavidad, le cabe perfectamente desde la barbilla a la nariz. ¡Dios que pasada! – piensa. Por momentos sueña que se va a meter de cabeza, - ¡Ojalá! – piensa.
Hunde la nariz y apretando con energía, la va subiendo poco a poco hasta llegar al clítoris.
• ¡Mmmm, mmmm que gusto! – exclama ella.
En el clítoris, cambia la nariz por la barbilla, aprieta fuerte hasta sentir que “ese botón mágico” le baila, se le escurre, se entretiene intentado cazarlo, lo pilla, aprieta hasta tenerlo bajo control mientras la mira a ella, y le sonríe.
• ¡Mmmmmmmmmmm, me lo estás clavando, y eso me gusta muchoooooo!
• ¡Como sigas insistiendo me voy a correr yaaaaaaaa! – dice ella faltándole aire.
John afloja la presión, ella respira, y él aprovecha para deslizar la barbilla al interior de los labios, y volver a hundirla con decisión, arrastrándola poco a poco hacia abajo.
Los labios de ella le van acariciando la cara a él, a medida que va bajando. Le van dejando un rastro totalmente húmedo y resbaladizo.
Al llegar la barbilla al final de esa hermosa hendidura, él se encuentra perfecta, y simétricamente posicionado. La barbilla abajo, la punta de la nariz a la altura del clítoris, y su boca y su lengua en el centro.
Sin más movimientos, sacó su entrenada lengua, y empezó a recorrer el interior, sin dejar de absorber con ansiedad y placer, los jugos resultados de ese juego.
De vez en cuando remueve la cara haciéndose más espacio hacia el interior, tiene que coger aire, y volver. Está disfrutando como nunca.
• ¡Wowwwww que maravilla de coño tienes cariño! ¡Qué pasada!
• ¡Mmmmmmmmm, y tú como sigas así me voy a ir…!
John ve la gran dilatación que tiene el coño, y con suavidad le mete tres dedos, le entran sin esfuerzo, los saca, y añade uno más, los cuatro le vuelven a entrar sin esfuerzo, aprieta un poco, y le pasa la mitad de la mano. Está tocando las paredes vaginales, y nota que aún queda mucho espacio, empuja más cerrando poco a poco los dedos, y la mano la tiene dentro.
• ¡Quéeee maravillaaaa!
• ¡Ahhh, ahhhhhh, mmmmmmmm, ten cuidado corazón, despacioooo!
• ¡No te preocupes, voy despacio, en breve estará bien dilatado!
Empieza a darle giros a izquierda, y derecha; se sube la pierna izquierda de ella al hombro, la muerde y acaricia con la otra mano, y se frota la polla contra el muslo de ella.
• ¡Mmmmmmmmm, me voy a correrrr ! - gime ella.
Él acelera le ritmo del puño, a ella le viene el orgasmo:
• ¡Mmmmmmmmmmmmm, mmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmmm! – gime ella.
Él saca el puño y lo chupa con ganas.
Coge la mermelada de frutos rojos del bosque para ponerle en el coño.
• No fastidies, ¿de verdad me vas a poner mermelada?
• Claro, ya verás cómo te gusta.
• ¡Ja, ja, vale, pero luego le damos a comer a la zorrilla de mi amiga la alemana!
• ¡Vale, pero ojo como la llamas, que te manda a los de las S.S.!
• ¿A los de la Seguridad Social?
• ¡Ja, ja, venga vamos a seguir!
Le untó entre los labios y por dentro, y acto seguido de un solo golpe le metió la polla.
• ¡Ahh, mmmmmmmm, uuffffffffffff, mmmmmmmmmmmmm! – se corrió John.
Sacó la polla y se le dio a Vivian para que la limpiara a mamadas y lenguetazos.
Jose está entregado, parece un martillo pilón, golpe para dentro, rebote, golpe para dentro, rebote… y haciendo gruñidos -¡Ggrrr, grrrrrr…!
• ¿Te gusta cariño mío, te gusta mi amor…? – dice de vez en cuando Jose a Steffi.
Ella está obnubilada, los ojos cerrados, la boca abierta y no para de decir -¡Mmmmm, mmmmm, mmmmmm!
Las tetas le bailan a ritmo de campanas llamando a misa mayor – o como se diga.
Jose es profesor de un instituto de la España profunda, y tiene educación y finura, contrastada con la justa rusticidad del campo, hoy le ha salido un poco de cada una.
• ¡Adelante mi jaca, vamos, corre, corre, jaca mía! – le dice a Alemania mientras le da unos suaves azotes en las nalgas.
• ¡Dame, dame, mi jinete, mi bruto, tómame…!
• ¡Jiá, jiá, venga vamos al galope, venga mi jaca!
• ¡Dame, dame, tómame, TOMAME YAAA, mmmmmmmmmmm!
• ¡Jiá, jiá, jiáááááaaaaaa!
• ¡Mmmmmmmmmmmm, mmmmmmmmmmmmm!
• ¡Vamos mi amor, vamos amor míooooo……! – goza Jose
Se corrieron en una estrepitosa mezcla de “jias y mmmmm, amor y mi amor” que los debieron oír en toda la planta del hotel.
• ¡Jose ponla hacia arriba que vamos a “insemenarla” por la boca! – dice John a Jose
• ¡Úntame en el coño un poco más de frutas del bosque! – le pide Vivian a John.
Vivian le pone su coño en la boca a Steffi sin ocuparla entera, dejando sitio para las pollas de ellos. Y empieza a masturbarse el clítoris, mientras se le escurre poco a poco la mermelada hacia la boca de Steffi.
Jose y John le ponen ambas pollas al lado de la boca junto con el coño de Vivian, y comienzan a pajearse velozmente.
Steffi va lamiendo la mermelada que le entra mezclada con los jugos vaginales de Vivian, al tiempo que les aprieta los huevos a Jose y John.
Mientras se pajean, Jose le soba y le muerde las tetas a Vivian, y John le da profundos besos en la boca, correspondidos por ella. Los dos se abrazan de lado, dejando hueco para que Jose pueda meter la cara.
Vivian y John, sin dejar de abrazarse y besarse, se intercambian la masturbación, ella le masturba a él, y él le masturba el clítoris.
• ¡Grr, grrr, grrrrrrrr! – empieza Jose.
• ¡Mmm, mmm, mmm, que rico está todo! – dice Steffi.
• ¡Me voy cariño, me voyyyy …! – Vivian a John.
• ¡Vamos corazón, vamos…! – John a Vivian.
Empezó a salir semen muy espeso por la polla de Jose, camino de la cara y la boca de Steffi. Parecía cuajada de leche de cabra.
De la polla de John salía semen parecido a la leche fresca.
Del coño de Vivian, bajaban mezclados, pequeños arroyos de jugo vaginal mezclado con los frutos del bosque.
Steffi no paraba de tragar y decir:
• ¡Qué rrriiccooos, que deliciaaa, como me gusta venir al surrr, mmmmmmmmmm!
Cuando esas fuentes terminaron de darle alimento a Steffi, ella se dedicó a limpiar a lametones y chupadas ese enorme coño y sus dos apreciadas pollas.
Cuando terminó, los demás le limpiaron la cara a lengüetazos.
FIN