Qué fue de
Qué fue de?Qué fue de las agradables conversaciones en torno a unas copas o una cena. Qué de las risas, las miradas furtivas y las sonrisas nerviosas. Qué de los susurros exaltado tu belleza y el hipnotismo de tu vestido que insinuaban tus preciosas curvas. Qué de la entrada en la habitación y el ritual de desvestirnos mientras nuestras lenguas se entrelazaban. Qué de las quemaduras que nuestros labios, lenguas y bocas provocaban recorriendo cada parte de nuestroscuerpos. Qué de mis manos jugando con tus senos hasta llegar a tus pezones sonrosados y duros de los que mi boca libaba. Qué de la excitación de mi lengua recorriendo tus labios vaginales, y, guiada por tus jadeos y susurros de placer penetraba en dirección a tu clitorix. Qué de tus movimientos agitados que anunciaban tu cercano orgasmo. Qué del disfrute de sentir tu lengua y boca recorrer mi glande y bajar por mí miembro erecto, hasta provocar el paroxismo de mis sentidos y mi eyaculación. Qué de nuestros movimientos acompasados que acoplaban cada vez con más intensidad tu vagina y mi pene. Qué de la sensación de penetrar más en el interior de tu vagina y tus piernas rodeando mis nalgas y haciendo cada vez más fuerza. Qué de nuestros movimientos más acelerados previos a nuestro orgasmo. Qué de las miradas y la sonrisa de satisfacción de haber disfrutado plenamente del sexo. Qué de los besos y acaricias que conducían a la tranquilidad. Qué de tu cabeza reposada sobre mí pecho y mis manos recorriendo tus cabellos. Nada más que un puñado de arena, que se escapa inevitablemente, un reflejo en el agua del río que el ciervo rompe en pedazos con su primera pisada, un hielo polar que corre por la habitación, baja a mi cama y cala mi cuerpo por las vacías mañanas desde que aquel fatídico 14 de marzo la vida destrozó nuestros sueños y deseos.