Trío de ases

Mi olfato detecta claramente el olor a café recién hecho, y aunque la noche fue bastante movidita e intento dormir un poco más, ese olor delicioso hace que me desperece y me levante de la cama…

Mi marido está preparando el desayuno, es tan sexy… está recién salido de la ducha, y ya no me parece tan seductor el olor a café teniendo su aroma, lleva una toalla atada a la cintura mientras se mueve por la cocina ágilmente, me apoyo en el marco de la puerta y disfruto de las vistas, pero solo puedo hacerlo por unos instantes porque parece que este hombre me intuye cuando estoy cerca…

• ¿te gusta lo que ves?

• umm no estoy muy segura, ¿puedes darte una vueltecita para poder asegurarme?
Su carcajada retumba por toda la cocina, se da la vuelta y se acerca a mi despacio, tanto que se me hace eterno, a pesar del increíble panorama que me da, pone sus manos alrededor de mi cara acariciándola como solo el sabe, sus manos son un bálsamo para mí, son como el epicentro de un tornado, estoy en la más absoluta calma hasta que cambia su orientación su forma de actuar, entonces… entonces vuelo sin rumbo alguno hasta desfallecer.

Solo me falta ronronearle como una gatita en celo, me besa aun sonriendo, un beso dulce que poco a poco coge fuerza, me tiene atrapada en su embrujo y no, no quiero escapar por nada del mundo, deslizo mis manos por su espalda disfrutando del recorrido, hasta que llego a un obstáculo que me impide avanzar, no lo pienso y me deshago de él…
• Esto me estorba

• Ya veo, y a mí me estorba esto…

Acto seguido me desprende de la parte de arriba del pijama, su pijama… mis pechos quedan al descubierto ante su atenta mirada, está harto de verlos y aún así siempre los mira como si fuera la primera vez, con deseo, con hambre voraz que no tarda en saciar, los come como si fuera un manjar de dioses… mis pezones no pueden evitar ponerse duros al instante de sentir su boca, su lengua se recrea en ellos, un gemido escapa de mis labios y lo atraigo más a mí, si cabe, mis dedos se enredan en su pelo, pidiéndole más y más…

Mis manos buscan algo a lo que aferrarme, y lo encuentran, vaya si lo encuentran, altivo, esperando mi contacto impacientemente, agarro su polla con mi mano, suspira entre dientes, manteniendo en ellos mi pezón derecho, agito mi mano despacio, de abajo a arriba, cuando llego a la punta hago un poco de presión rodeándola, deleitándome, me encanta hacerlo, vuelvo a bajar y a subir, una y otra vez, aumentando el ritmo muy poquito a poco…

Sus manos se aceleran e indagan debajo del culote, aprietan mis nalgas con ganas, su boca ahora en mi cuello, suspira en él, lame, chupa, muerde mi piel, mis pies se mueven al tiempo que hago moverse los suyos… lo llevo hasta el mármol, lo arrincono y cuando ya lo tengo donde quiero me agacho ante él, miro hacia arriba y me encuentro con su mirada ansiosa, saco mi lengua y la poso suavemente en su glande, mis ojos no cesan de mirarle, rodeo esa preciosa seta hasta que la dejo brillante de mi saliva, el se muerde el labio inferior, sus manos se aprisionan al borde del mármol, es el momento de sentirla dentro de mi boca en su totalidad, mis labios la rodean creando una unión perfecta, mi lengua se pasea por las venas, hasta llegar al final, tengo una mano en su base y otra juega con sus huevos, ¡dios! mi cuerpo reacciona de una forma descomunal, se humedece por completo, disfruta de su placer, por que su placer es el mío, y quiero ofrecérselo como desayuno…

Y como tal lo saboreo, recorro su polla una y otra vez succiono su seta rosada, me centro en ella, la rodeo con mi lengua, la lamo, disfruto del sabor de esas primeras gotas que asoman y vuelvo a introducirla, sus manos se hacen dueñas de mi pelo, lo agarran, tiran de el, aprietan mi cabeza para que llegue hasta el fondo, y ella obedece, la siento en el fondo de mi garganta, la aguanto allí moviendo mi cabeza, ejerciendo presión contra mi campanilla, y de golpe la saco fuera de mí, y así, haciendo la misma jugada, con alguna variante, una y otra vez, obtengo mi recompensa, siento como sus piernas se tensan, siento esos instantes antes de que su polla explote, y mi regale la delicia de su leche recién ordeñada por mí.

Es increíble como siendo yo la que está arrodillada ante su presencia, me siento absolutamente poderosa, me incorporo poco a poco, al tiempo que voy inundando su piel con mis besos, y cuando llego a su cara, veo que el sigue con los ojos cerrados, intentando recuperar el ritmo de su respiración, poso mis labios en los suyos, abre sus ojos y me ofrece la mas bella de las sonrisas

• Eres increíble, por muchas mujeres que pasen por mi, ninguna se asemeja a ti

• Tú eres mi secreto cariño, por muchos hombres que pasen por mi, ninguno me hace sentir así

Sus fuertes brazos me rodean, mi cabeza queda enterrada en el aroma de su pecho, me alza y me sienta en el mármol de la cocina, está frio, no importa, el fuego de su mirada me calienta, pero…

• ¿A que huele?
• ¿Umm? No lo sé que más da, deja que te saboree como te mereces…
• Jaja no, espera, espera, ¡algo se está quemando!
• ¡Mierda!

Sale corriendo hacia el horno, lo apaga, y coge la bandeja, una palabrota sale de su boca, seguida de un… ¡me quemo!, coge un paño y al fin saca una bandeja con unas pastas chamuscadas color carbón, me río sin parar, encima de la encimera de la cocina, vestida solo con un culote, viendo la cara de circunstancia de mi pobre marido…

Cae la tarde sobre nosotros, es hora de ir arreglándose para la cita, esta noche hemos quedado con un chico, y… lo de chico es literal, no sólo por su sexo… es muy joven, apenas cumple las 25 primaveras, no es costumbre en nosotros quedar con personas tan jóvenes pero este chico… tiene algo, algo especial que hace que te olvides de su edad, y disfrutes de su tan ampliada experiencia, a pesar de su juventud tiene la azotea muy bien amueblada, y… el sótano también, para qué negarlo, pero lo que importa es que sabe comportarse, tiene más experiencia que muchos de cuarenta, y da la talla en todos los sentidos.

La cita empezará en un local anexo al sex shop de unos amigos, es una fiesta privada donde hemos quedado varias parejas ya habituales, la regla de esta noche es que cada pareja tiene que llevar su propi@ invitad@, nosotros hemos invitado a Raúl, hará unos dos años que lo conocemos hemos tenido ya varios encuentros y tenemos muchas ganas de volver a vernos…

Los invitados a la fiesta privada van llegando poco a poco, los que ya nos conocemos, nos saludamos con un beso en la boca de una forma muy afectiva, a los que no, nos los vamos presentando uno a uno, los anfitriones nos invitan a sentarnos alrededor de la mesa principal para picotear y beber algo, mientras charlamos los unos con los otros, contando aventurillas de este mundo tan especial.

Después de cenar, iniciamos unos juegos sexuales muy calientes y a su vez animados, es una forma de romper el hielo y que ayuda a que no sea todo tan frío… se trata de ir superando una especie de pruebas que van surgiendo en el juego, al final el ganador, se lleva una cesta que ellos mismos han preparado de su tienda, con juguetes y todo tipo de preservativos algunos de ellos muy divertidos…

La cosa está que arde, la mayoría de nosotros ya estamos en ropa interior, y muy muy excitados, ya no nos hacen falta las pruebas para acercarnos y jugar con los demás asistentes es hora de dar por acabado el juego, la cesta la gana Raúl y la mar de contento, alza las cajas de preservativos y dice algo así :!hoy el sexo seguro corre por mi cuenta¡ las risas y los aplausos retumban en el local

pronto se van dividiendo en pequeños grupos de tres o seis, en un lado de la cama grande se encuentran una pareja y el chico de otra, el integrado es sometido a una buena cubana, mientras que la pareja de ésta le lame el coño desde abajo… por otro lado, tenemos a las dos mujeres saboreando la polla de un afortunado moreno de ojos avellana, se la reparten como si fuera un helado una vez tú, una vez yo, y otra las dos a la vez, el chico tiene puesto uno de los preservativos especiales para el sexo oral, están libres de cualquier lubricante, son de sabores y más finos que los condones normales, y por lo que podemos observar no restan placer ninguno…

Sergio, Raúl y yo, preferimos seguir jugando los tres sin mezclarnos o añadir a otras personas, al menos, de momento…

Voy camino a la barra de bar dispuesta a pedirme una bebida cuando Sergio, mi marido, me alcanza por el camino, me acorrala contra ésta, me besa, sus manos van recorriendo las medias de liga negras que cubren mis piernas, Raúl, se aproxima por mi derecha, retira el cabello de mi cuello, y deposita sus labios en él, puedo notar el calor que desprende su aliento, las manos traviesas de Sergio aprietan mi culo desnudo, lo manosean, me pone frente a Raúl, éste me sonríe con la mirada, baja primero un tirante de mi ropa interior, un conjunto lencero de transparencias color negro y unas rosas rojas bordadas que recorren con elegancia el body…
después me despoja del otro, besa mis labios con pasión, a la par que libera mis pechos, los cubre con sus manos, un gemido es liberado por mi boca, noto como una mano se mete en mi tanga, desde atrás acaricia y juega a meterse entre mis labios

S: - Me encanta que siempre estés preparada para mí, que estés tan húmeda que pueda poseerte de una sola estocada

Oír su voz susurrándome esas palabras me enciende aún más, siento como unos dientes muerden uno de mis pezones con firmeza, acto seguido es su lengua la que se apodera de el, lame sin cesar, primero uno, después otro… mi marido levanta mi barbilla haciendo que mi cuello quede apoyado en su hombro… Raúl baja su mano aparta mi tanga y cubre mi pubis con su palma, con su dedo acaricia mi clítoris…

Estoy en medio de dos hombres que me vuelven loca, sus manos juegan con mi coño sin compasión, sus bocas lo hacen con mi cuello y pechos, cada vez puedo callar menos mis gemidos, mientras uno tortura mi clítoris el otro lo hace en mi interior, a los pocos segundos los dedos de Raúl también entran en mí, estoy siendo penetrada por los dedos de mis amantes, uno lo hace desde atrás y el otro por delante… se compenetran a la perfección, mis piernas me flaquean, mi corazón se acelera, estoy en el momento álgido y sé que pronto me voy a correr, quiero coger sus pollas, pero no me lo permiten, Raúl pone mis brazos a la espalda y Sergio, los sujeta con una mano por mis muñecas, mis gemidos retumban por la tienda

S: - Córrete… ¡ahora!

Esas palabras… esa orden… me afectan sobremanera, y mi cuerpo obedece sin más, me corro, y grito de placer, mi cuerpo se estremece, mis piernas tiemblan, llego a la cima del Everest y disfruto de sus vistas, ahora mismo un poco distorsionadas por las garras del placer, un placer que se va desvaneciendo poco a poco…

pero quiero más, ellos quieren más, Raúl saca varias cajas de condones, y escoge uno, veo como le pasa las cajas a Sergio y este escoge otro, Raúl hace que me agache apoyando mi vientre en un taburete de un solo tirón desabrocha mi body y siento como un gel espeso y frío cae desde mi culo hasta mi coño, su tacto es muy suave, Raúl me informa que se trata de un gel siliconado que hará que disfrutemos aún más, mientras tanto Sergio se aproxima a mí por delante ofreciéndome su miembro, éste reluce como nunca, cuando lo mete en mi boca me doy cuenta de por qué, tiene puesto un lubricante sabor a menta…
oigo a Raúl abrir el condón tras de mí e instantes después noto su polla en mi entrada
juega con ella frotándola por mi sexo, expandiendo aún mas ese lubricante que me puso anteriormente, me está volviendo loca y lo sabe…
poco a poco va entrando en mi, suelto un gemido con la polla de mi marido en la boca, el gel de menta, antes frío ahora está ejerciendo calor, él suspira entre dientes, recoge mi pelo en una coleta y va dirigiendo la orquesta a su antojo, a su vez siento como tengo a Raúl más y más dentro de mí, el condón que ha escogido tiene una especie de relieve, que hacen que sea una delicia para mis sentidos…
sale y entra en mi despacio, sin prisas, pero en cada entrada llega mas lejos, mueve su cintura formando círculos dentro de mí, tocando con su miembro las paredes de mi vagina…

la combinación de ese gel con el relieve del condón es indescriptible, mis gemidos se vuelven mas intensos y sonoros, el movimiento de mi cabeza cada vez más rápido, mi boca más caliente, mis manos sueltan el taburete y lo cogen por el culo atrayéndolo a mí, Raúl acelera el ritmo, aumenta la fuerza de sus embestidas, al igual que su respiración, pero parece que ninguno quiere acabar así que cada uno la saca de su correspondiente agujero Raúl lame mi coño, Sergio me come la boca, y aprisiona mis pechos en sus manos, cambian las posiciones, y uno ocupa el lugar del otro, cuando Sergio me penetra, lo hace sin ceremonia alguna, y con un condón con diferente textura…

empuja con garra, con fuerza, como siga así no tardaré mucho en volver a llegar al clímax, ahora tengo en mi boca la polla de Raúl que entra y sale de ella con ímpetu está acelerado y lo noto en la forma que tiene de follarme la boca, sus manos están ocupadas por mis pechos a los que tortura de una forma muy placentera, al poco noto como una lengua juega con mi clítoris chillo de la impresión del gusto, la noto recorrer mi coño mientras Sergio me penetra una y otra vez oigo sus gemidos y el sonido de un aparato… parece que ella también está entretenida dándose placer.

Cuando la chica acaba, Sergio me incorpora, me coge en volandas sobre su hombro y me lleva a una cama seguido por Raúl, me tira sobre ella y quedo a cuatro patas, vuelvo a apreciar un lubricante en la zona de mi ano… lo estimulan entre los dos, tengo el pelo chorreando de sudor, cuando ya creen que está suficientemente preparado, Raúl se cambia el condón se tumba sobre el colchón y yo me monto encima de él, Sergio por su parte se posiciona detrás de mí, y tras el pertinente cambio de chubasquero empieza a penetrarme con cuidado, umm me gusta… entra sin ningún problema y pronto tengo mis dos entradas cubiertas, mis gemidos son oídos por todo el local, tenemos algún que otro espectador que disfruta con nuestro trío de ases…

Parece que mi cuerpo esté hecho para ellos, los acoge perfectamente disfrutando de cada embestida, cada vez más intensa que la anterior, cada vez más profunda, estoy completamente llena, y mi placer y el suyo van en aumento, tenemos la piel cubierta de sudor y por el contrario las gargantas secas de tanto gemir…

S: - ¡dios! ¡me corro!
R: - ahh ¡sí! ¡si!

Puedo percibir como sus cuerpos se preparan para el orgasmo, puedo notar como el mío es inminente, al cabo de unos instantes me dejo ir, emitiendo un sonido indescifrable, ellos me siguen sin poder remediarlo, sin querer hacerlo, nuestras respiraciones van a mil revoluciones, poco a poco salen de mí, y nos quedamos tumbados sobre el colchón, hasta que recuperamos el aliento.

Son las tantas de la madrugada cuando nos metemos en la ducha, también los tres, nos lavamos, quitándonos de encima el sudor y el olor a sexo, nuestros cuerpos se relajan bajo el agua templada, sonreímos y jugamos como niños, tras jugar como adultos, unos adultos muy traviesos y satisfechos, nos reunimos con los demás aún queda algún rezagado pasándolo en grande, pero nosotros exhaustos decidimos que es hora de marchar y así lo hacemos…

Nos despedimos de Raúl en las puertas del que ha sido nuestro parque de juegos esta noche, con la firme intención de volver a quedar pronto, y cogidos de la cintura marchamos camino a casa tras una nueva aventura.