300 metros
300 METROSAne había terminado los estudios, ya tenía 24 años y todavía no había encontrado trabajo. Entonces pensó en pasar un tiempo con su abuela para cuidarla y buscar algún trabajo temporal por su zona mientras busca de lo suyo.
Llegó el sábado y el domingo ya encontró un posible trabajo. Era de Camarera en lo que definía como complejo rural. Había que llamar a un teléfono. Lo único que le mosqueó era que no pusiera donde es y ella, aunque se había traído el coche no quería que fuera lejos porque tenía que cuidar a su abuela.
Llamó y concertó una entrevista. Le indicaron donde era y la verdad no le extrañaba lo de rural porque estaba bastante apartado, pero bueno aparte de en coche podía ir en autobús hasta un punto desde donde luego podía caminar trescientos metros hasta llegar al complejo. Para la entrevista condujo hasta allí. Vistió ropa cómoda pero seria.
Le recibió Nuria que era la mujer de David, los dos habían abierto el negocio hacia cinco años. Lo componían un bar-restaurante por una parte y por otra una casa que hacía de pequeño hotelito con habitaciones. Solían acudir cazadores, senderistas, recolectores de setas y todo tipo de amantes de la naturaleza.
¿Hola Ane, era Ane no?...
¿Sí, me llamo Ane y Usted Nuria no?
Sí, la situación del lugar ya la has visto. No está precisamente en la ciudad, pero bien comunicado. Tus horarios serían elegidos por ti. Las opciones serían o de 8 de la mañana a 17 h con una hora para comer al mediodía y de lunes a viernes o de 8 a 16 h con una hora para comer de lunes a viernes y de 10 a 15 el sábado. Tu trabajo sería de camarera en el bar/restaurante y si fuera necesario a ayudar en el hotel.
De acuerdo, el horario prefiero el de lunes a viernes. En cuanto a las funciones también sin problemas.
La entrevista fue realizada en el bar. En ese momento no había ningún cliente, pero si había una compañera que no la quitó ojo y que cuando Nuria le dijo a la chica sus funciones dijo provocadoramente.
Dile Nuri todasssss sus funciones jijijiji.
Nuria la miró sonriendo, pero la atravesó con su mirada.
Cuando terminó la entrevista Alba que así se llamaba la chica le dijo si le bajaba al pueblo que tenía que hacer unos recados. La chica no puso ninguna pega.
Bajaron charlando animadamente. En un momento dado Ane le preguntó que quería decir con “todasssss sus funciones”. Alba al principio esquivó la pregunta porque no quería enemistarse con Nuria porque estaba muy a gusto trabajando allí y porque de esas funciones, aunque al principio fue remisa ahora disfrutaba entusiastamente de todas.
Te lo contaré si me prometes antes que no se lo contarás a nadie, mucho menos a Nuria y su marido. Esas funciones a las que me refería es que Nuria y David son liberales y en un momento dado acabé follando con ellos, luego con algunos client@s que como a ellos les gustan los tríos, orgias, BDSM y todo tipo de prácticas sexuales o cercanas. Siempre desde la más absoluta libertad. De hecho, a David le rechacé alguna vez porque no me apetecía y no hubo ningún cambio en la relación laboral. ¿Tú eres de las tímidas o de las lanzadas?
Yo soy tímida, en general, aunque es cierto que cuando me animo tengo pocos límites.
Alba, de manera sorpresiva, abrió las piernas de la chica que llevaba unos jeans, pero la chica cerró de forma intuitiva las piernas. Alba, entonces con el dorso de su mano acarició la mejilla de Ane que la relajó e hizo que abriera las piernas. La otra chica soltó el botón de los jeans y bajó la cremallera. Introdujo su mano dentro de las braguitas hasta alcanzar su vulva y comprobar que estaba húmeda. Entonces sacó la mano y la besó para luego decirla:
Veo que tú y yo nos vamos a divertir mucho.
Estaban paradas a la entrada del pueblo, salió del coche y dejó a Ane dentro con el coño palpitando y nerviosa por lo que había pasado. Nunca había llegado a tener sexo de forma completa con una mujer, solo algún beso y alguna caricia y hoy casi supera todo ello con Alba.
El lunes siguiente empezó a trabajar. En cuanto llegó coincidió con Alba. Nuria le presentó a su hijo que estaba pasando unos días en casa. Los primeros días fue conociendo a varios clientes de los habituales, a un herrero que tenía un negocio a medio kilómetro subiendo hacia la montaña. Uno de los días tuvo que llevarle algo de comida que había encargado al restaurante. Cuando llegó se encontró a un hombre de más de 1,90, fuerte sin estar musculado de gimnasio, con barba y un aspecto, con la piel tiznada de negro por el carbón que usaba en su trabajo, que daba miedo. De hecho, todo el rato que estuvo en su presencia le temblaba todo, pero casualmente sentía una grandísima excitación, los pezones se le pusieron como piedras y notaba como su coño se mojaba.
Cuando volvió fue en búsqueda de Alba, se sentó en la encimera mientras su compañera trabajaba y mordiendo una manzana le preguntó:
¿Tú conoces al herrero que hay pasando la curva subiendo al monte?
¿Sí, por qué preguntas eso?
He tenido que subirle la comida y no sé, he sentido una sensación muy extraña. Tenía mucho miedo solo de estar en la misma habitación, pero a su vez estaba sumamente excitada.
Por ese mismo miedo que tú sientes es por lo que no he intentado follarmelo. Cuentan que es muy inocente y que es un pedazo de pan, pero con esa apariencia me da miedo y por eso no intenté nada. Si te le quieres follar hazlo y así sabré si es bueno en la cama. Por cierto, el jefe dice que los amigos le pusieron varios motes entre ellos “el burro” o “Mandingo”. Imagina por qué….
Jijijiji. Bueno solo era una pregunta. Le dijo mientras con el pie tocaba los pechos de Alba que la atrajo hacia sí y la besó apasionadamente en la boca justo cuando entraba Nuria y comentaba cuando se hubo ido Ane:
Veo que la nueva no es tímida, esos ojos negros tuyos Alba los atrae como la miel.
No, además creo que tiene mucho potencial, pero hay que darla tiempo--- respondió Alba agachando la cabeza y poniendo las manos a la espalda en señal de obediencia.
Pasaron los días y un viernes David llamó a Ane a su despacho unos minutos antes de salir de trabajar.
Me ha llamado Manuel, ya sabes, el herrero que tiene el negocio más arriba. Me ha preguntado si se había dejado las herramientas cuando ha estado reparando la puerta de forja que tenemos abajo en la entrada sur del viejo molino. Aparte no cerró la puerta y no quiero que nadie se pueda colar por ahí. Así que vas a hacer una cosa, por favor, cuando salgas de currar sal por la puerta que da al túnel del molino, bajas, compruebas que no estén las herramientas y sales por la puerta de forja cerrándola.
De acuerdo jefe.
Llámame David, no me llames jefe jejeje.
Llegó la hora de fichar. Hoy iba en autobús a casa. Tenía que recorrer trescientos metros al cruce y esperar el autobús. Se cambió de ropa, se puso el vestido de lana que había traído. Bajó por la trampilla del sótano hacia la puerta que daba al molino y salió al túnel. Por ese camino se podía acceder también a la planta baja del hotelito y entonces lo vió.
En la primera habitación había una luz encendida y al mirar hacia allí vió como en la cama Alba estaba a cuatro patas con la cara en la cama empujada por Nuria y esta estaba follandola. Por los movimientos supuso que la Dueña del negocio debía llevar un pito de goma atado a la cintura para follarla. Alba suspiraba como ella recordaba cuando alguna vez se habían acariciado en la ducha de los vestuarios.
De vez en cuando Nuria la propinaba azotes con la mano. Alba estaba cada vez más cachonda y Nuria empezaba a estarlo por lo que parecía. De repente, vio como entraba David en la habitación. Ella estaba inclinada sobre un muro que pertenecía al molino y se escondió agachándose, solo levantó un poco la cabeza para poder ver.
Lo que no vio es como Manuel había llegado a través de la puerta que ella debía cerrar ya que como no tenía esa tarde trabajo había decidido ir a cerrar la puerta él mismo pensando que David no se lo había dicho a nadie y entonces la vió. Era la nueva, la chica que le solía subir la comida cuando no lo hacía Alba o Javi, el hijo de su amigo David que era el Dueño de todo. La chica había metido la mano bajo el vestido y parecía que se iba a masturbar.
Ella solo vió como David comentaba algo a las chicas para luego sacarse la polla de los pantalones y ponerse de rodillas sobre la cama y follarle la boca a Alba porque directamente no se la ofrecía para que la mamase, sino que la follaba la boca directamente. Lo que no oyó es la pregunta que había hecho a Nuria.
¿Así que ha decidido entregarse y ser nuestra sumisa, le has explicado todas las condiciones con pelos y señales? --- dijo David.
Sí y ha aceptado todas.
Bueno, pues Alba sé discreta para que la nueva no se entere a no ser que con el tiempo quieras que juegue con nosotros y se entregue.
Ane empezaba a masturbarse, sus dedos se hundían en la humedad templada de su intimidad cuando alguien le tapó la boca y le conminó a no chillar.
No chilles chica, soy Manuel. Ya veo lo que has descubierto. Yo como tú también me he calentado, pero yo en lugar de tocarme prefiero meterla en caliente y por ejemplo tu chochito es un buen lugar, pero solo si tu aceptas. Si no quieres, salgamos los dos tú a tu casa y yo a cerrar la puerta y a mi forja.
Ane no se movió y echó el culo hacia atrás.
Entonces quieres que te monte como un toro a la vaca ahí.
Esa manera de tratarla hizo que Ane se calentara más todavía y casi solo pudo susurrar:
Sssiii, móntame.
Manuel echó todo su peso hacia delante e hizo que la chica se sujetase al muro y quedara con todo el torso por encima. Luego soltando la mano de su boca levantó de golpe el vestido y sacó un cuchillo de su bolsillo que había fabricado él. Lo pasó por los muslos de la chica y antes que ella se diera cuenta cortó la braguita. En el momento que acercó su pollón a su coño Ane recordó lo que Alba le había hablado de sus motes y dudó si le iba a entrar en su conejito. En el primer intento entró medio glande, pero salió fuera, en el segundo logró meterlo, pero ella se movió y volvió a salir.
Ane se mordía los labios para no chillar, entonces él le puso las bragas en la boca y así la pudo sujetar de las caderas y embestirla. Entró toda. La chica casi suelta las bragas por el dolor, pero en cuanto empezó a embestir se sentía tan llena y el roce era tan pronunciado sobre el clítoris que se transformó en un placer inmenso sobre todo cuando la punta de semejante falo tocaba la parte anterior de su vagina en el punto que todo el mundo define como punto G.
Ahora embestía como un toro o un burro. Muy profundamente y duro. Se la sacó varias veces y la volvió a empalar. Lo hizo varias veces hasta que entraba y salía sin dificultad y entonces embistió a un ritmo brutal hasta que sintió las convulsiones del orgasmo. Se la sacó, pero no puedo evitar correrse sobre las nalgas de la chica. Ella durante el polvo se había masturbado ayudado por la mano de Manuel hasta estallar en varios orgasmos. La ayudó a limpiarse y se fueron de forma discreta mientras en la habitación Nuria y David usaban a Alba.
Continuará….
Este relato es imaginario, pero me encantaría recibir vuestras aportaciones,