Nuestra Primera cita

****_72 Hombre
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Nuestra Primera cita
LA CITA

La llamada
Ella estaba trabajando en la editorial, estaba sentada frente a su ordenador, pensativa recordando lo que ocurrió la noche anterior, como se excitaba con ese hombre, ella abierta de piernas introduciéndose un consolador mientras él le rescribía lo que tenía que hacer y ella totalmente sumisa hacia que sus deseos fueran ordenes para ella.
De repente quiso saber de él, tener noticias suyas y con el móvil abrió esa página esperando que tuviera algún mensaje de su amado.

Sorpresa!!!

Mientras leía su corazón empezó a latir con más fuerza, nerviosa, excitada y de repente sorprendida
Buenos días corazón, me encuentro en Barcelona, en un viaje relámpago y te espero para comer en el restaurante Can Martín en la carretera de las aguas , en pleno Parque de Collserola, cerca del Tidibabo.
Él sabía que aquella tarde Elena no iría a trabajar
No ponía nada más!!!

Se le acelero las pulsaciones de su cuerpo, nerviosa porque debía cambiar los planes…, pero al mismo tiempo deseosa de conocer a Fran. No se lo pensó dos veces conforme salió de la editorial decidió ir a cambiarse de ropa, era todo apresurado, y salió 30 minutos antes del trabajo
Cuando llego a casa se puso media de liga falda y una blusa era verano y hacía calor.
Llego a la puerta del restaurante en taxi, había un patio interior en el restaurante con una terraza con sombrillas, vio a un hombre sentado, estaba tomando una copa de vino y asintió con la mirada, el se levanto y se acerco a ella y la abrazo dándole un beso en la mejilla mientras le decía
Hola, Elena, soy Fran, que ganas tenia de verte, estas guapísima, muchísimo más guapa que en la foto, ¿quieres tomar algo? vamos a sentarnos, tenemos mucho de qué hablar corazón, pero vamos dentro que hay mucha más intimidad y unas vistas preciosas de Barcelona, aunque tu belleza harán que mis ojos estén clavados en ti.
Ella no sabía que decir, era una mujer muy tímida y algo insegura, asintió y se dirigieron a la mesa, era un lugar muy bonito, acogedor y con vista preciosas a Barcelona.
Él le ofreció una silla para sentarse, era muy caballeroso y ella le fascinó ese tipo de trato, le gustaba mucho, se sentía como una princesa.
Charlaron durante tiempo, era una conversación amena y agradable, pero ella se sentía muy atraída y mojada, deseaba tenerlo lo antes posible, se levantó y se dirigió al baño.
Cuando llego a la mesa se acerco a él y le entrego sus bragas
“Fran creo que esto es tuyo”
Se sentó y abrió las piernas….
Continuara…


El primer beso

Fran cogió tan preciado regalo con la mano y se lo llevo a la nariz para oler su sexo, era una fragancia maravillosa, mientras olisqueaba tan maravillosa fragancia, ella lo miraba con deseo, con una sonrisa lasciva y abriendo aún si cabe más las piernas, dejando casi entre ver su pubis depilado.
Elena le dijo:
Fran quiero que me hagas tuya, que recorras cada centímetro de tu piel con tus labios, que hagas realidad todas nuestras fantasías de tantas noches calientes de desvelo.
Él se acerco a ella, puso su mano en su rodilla recorriendo su muslo, en dirección a su pubis y besándole la mejilla, le dijo:
Elena tus deseos son los míos y te voy a volver loca de placer, salgamos de aquí.
Ella al escuchar a Fran, noto como se inundaba de fluidos
Fran pidió la cuenta y llamo a un taxi
Cuando salieron él la agarro de la cintura y la apoyó contra la paré la miro a la cara y rozo sus labios contra los suyos, ella lo abrazo y quiso besarle pero él se apartó y volvió a inclinarse para volver a rozar sus labios, ella no sabía qué hacer solo pensó en dejarse llevar, Fran la volvió a mirar a los ojos y le ofreció su boca pero cuando ella iba a besarlo volvió a pasar, era un hombre que le gustaba jugar, mordisqueo su labio inferior ella lo cogió de la cabeza para que no se pudiera escapar más y se fundieron en un beso largo y profundo.
Llego el taxi y se dirigieron al hotel
Un trayecto lleno de besos y abrazos.
Continuara…




La suite Diva

Taxi a la calle Teodora Lamadrid, por favor
Era una calle cercana al restaurante, no había tiempo que perder
No tardaron en llegar y Fran ayudo a bajar del coche a Elena, llegaron a un portal con columnas de mármol, aquello no parecía un hotel.
Fran amablemente le abrió la puerta y se dirigieron al ascensor, era un segundo piso.
Cuando se cerró la puerta ella se abalanzó hacia sus labios y el metió la mano debajo de la falda donde notó lo húmeda que estaba, fue algo instintivo y rápido pues enseguida se abrió la puerta del ascensor.
Llegaron la puerta de la habitación donde se podía leer suite Diva, Fran abrió la puerta y Elena entró en la habitación… Era una habitación enorme, tenía un sillón tántrico, un jacuzzi que parecía una piscina y una grandísima cama, ella miro a Fran y sonrió
Fran le dijo al oído hoy tengo muchas ganas de jugar contigo y sin vacilar la cogió por la espalda, manteniéndola de pie la tumbo boca abajo en la parte más alta del sillón, le levanto la falda con su culo desnudo, metió su cara entre sus nalgas.
Fue directamente a su vulva, ella estaba excitadísima y rápidamente empezó a gemir, a decirle a aquel hombre que siguiera, que no parara.
Fran tenía la lengua enroscada en su clítoris y su nariz entre su vagina, sus manos se dirigieron a sus glúteos para abrirlos y dejar así más expuesto su coño.
Mmmm, lo cierto es que no sabía por donde empezar, ella me seguía el juego, y yo estaba juguetón.
Creo que iba a dejar el sexo oral para otra ocasión. Estaba muy excitado y solo pensaba en Follármela, en meter mi polla entre sus carnes y saciar esa urgencia que me reclamaba mi cuerpo.
Ella giró la cabeza y me miró. esperando no sabía muy bien qué. Ni yo, curtido en encuentros con mujeres, tampoco sabía por donde tirar. Esa mirada me desarmaba, pero eso es algo que ella no sabría, jamás.
Acerqué los dedos a su sexo y le recorrí sus labios vaginales y con la yema de los dedos, concentrado en lo que hacía, empecé a moverlo sin parar, primero despacio y poco a poco fui aumentando la velocidad mientras le agarraba aquel culo, redondo como un melocotón que algún día, cuando estuviera preparada, iba a darme un festín. Ella empezó a retorcerse, sus fluidos, el olor dulce a sexo, sus gemidos... me decían que no iba a aguantar mucho. Y, mi polla estaba a punto desde que la había visto cruzar las puertas esa tarde.
Por ello, cuando me gritó: Fóllame Fran, Fóllame.
Me situé entre sus muslos, me enfundé la polla, agarrándola fuerte por los costados para que estuviera bien sujeta, la entré de golpe, sin avisos dulces, de una estocada.
Ella gritó, y sus paredes me apretaron , estrangulándome. Yo empujaba como un poseso, mi sudor resbalándome por la espalda, mis embestidas eras más salvajes y sus gemidos más altos. Ella me pidió que la apretara más fuerte, necesitaba más roce , embestí sin parar, clavándosela en su interior y cuando noté que estaba a punto, por sus sonidos, posé un dedo con fuerza sobre su clítoris, mi bíceps en tensión, mi cuerpo deseando correrse y ella empezó a emitir de forma irregular palabras, “sí, sigue, más más, sí, sí, sí, sí, siiiiiï Fraaaaaaaan”. Notar la presión de su clímax hizo que la tensión sobre mi polla se disparara y en tres embestidas, desemboqué en un orgasmo de esos que te quedas por segundos inconsciente. Joder, qué gustazo! Escondí la cara en su cuello por el esfuerzo, pero en seguida entendí que no podría con mi peso y la levanté. Sus ojos estaban desorientados , pero su sonrisa estaba ahí. La besé y me la llevé al Jacuzzi, era el momento de relajarse entre las burbujas.
****357 Mujer
196 Publicación
Wow! ¡Joder, qué gozada! Esto es lo que digo yo después de leer tu relato, Fran_72.

Sexy, elegante, divertido, excitante, estiloso, apasionado... Me ha encantado y seducido por completo. Ha sido leerlo, ponerme en situación y subir la temperatura. No sé de dónde has sacado la inspiración, pero ha sido una lectura ágil y muy estimulante. El foro, sin duda, ha sumado un nuevo e sugestivo narrador, Red

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