fin de semana en el lago
No nos conocíamos mucho, pero habíamos quedado ya un día a tomar algo y en el chat que siguió sentíamos que eran buena gente y nos lanzamos. Alquilamos una pequeña casita junto al lago y nos encontramos allí con ellos. Comimos, tomamos algo y dejamos que el ambiente se calentase entre conversaciones y risas. El buen rollo lo ambientaba todo. Los primeros besos entre ellas, los juegos que ellos proponían a las chicas, las posturas a dos, a tres, a cuatro, dieron lugar a todo tipo de situaciones. Esas situaciones que más nos gustan, aquellas en las que todos están pensando en dar y provocar placer. Lo hicimos dentro y fuera de la casa, nos grabamos unos a otros, la naturaleza y el buen tiempo acompañaba. Qué ricos recuerdos nos dejó. Y qué gritos se oyeron también esa noche en las habitaciones de cada una de las parejas.