Yo pienso que sí hay una "ética promiscua" o debería haberla. Y empiezo por señalar mis propias carencias en este sentido. Estamos trabajando en ello, disculpen las molestias.
Vamos a lo más básico: estoy tonteando con alguien o incluso he llegado a más y me doy cuenta de que mmmno... no funciona. Pero no le digo abiertamente a esa persona que ya no me interesa porque me siento mal haciéndola sentir mal. Incluso puede que le haya dicho que nuestro encuentro ha estado bien y me haya despedido con la esperanza de que desaparezca por arte de magia. Me escribe y le contesto con evasivas, me propone quedar y le digo que ya vamos viendo... a ver si tengo suerte y pilla la indirecta. Mal, mal, mal. Y lo que es peor, ¿por qué lo hago si odio que me lo hagan a mi? Simple y llanamente porque soy un cagao.
Más ejemplos. Creo que si ves habitualmente a alguien es inevitable que se forme un vínculo. No estoy hablando de amor romántico, aunque es muy fácil que ocurra. Puede que cariño o sencillamente amistad. Vamos, que si desaparezco de un día para otro es posible que a la otra persona le afecte. Igual no, tal vez sólo soy su polvo de los martes y si me pierdo me cambie por clases de claqué. En cualquier caso esas cosas se notan, cuando no te las dicen abiertamente. Creo que si tomo lo bueno del contacto con alguien tengo la responsabilidad de cuidar un poquito de esa parte que igual me apetece menos como... decir la verdad. Si veo que las emociones de esa persona están están yendo en una dirección distinta a la mía debo decírselo lo antes posible. Vale, ya lo habíamos hablado antes y le había dejado clara mi postura. ¿Termina ahí mi responsabilidad? Depende. Yo por ejemplo soy un tipo muy cariñoso y me ha pasado
un montón de veces que eso ha confundido a la otra persona. A veces también ha sido mi propia trampa y el cariño se me ha ido de las manos pero esa es otra historia. En cualquier caso, aunque no fuese así, aunque yo no haya dado pie a la confusión, ¡carajo! somos seres emocionales. Las emociones surgen. Y las emociones asustan, pero tengo que aprender a gestionarlas. Las mías y las de la persona que ha decidido compartir su intimidad conmigo. Y sí, por supuesto tengo que cuidarme en la situación contraria de ser honesto y decirle a la otra persona que estoy sintiendo algo por ella y llegado el caso decidir que lo mejor es dejar de vernos.
¿Qué pasa con esa follamante si de repente descubro que me estoy pillando por otra persona? ¿Se lo digo antes o espero a hechos consumados, no sea que me salga mal la jugada y me quede sin las dos? ¿Qué pasa si mi follamante tiene un momento de bajón mientras estamos juntas? ¿Le escucho como persona que es o le digo que a llorar a la llorería? ¿Y si esta sola y necesita hablar con alguien? Todo esto último lo dejo como preguntas abiertas, sólo faltaba que me pusiese precisamente yo a establecer dogmas
En definitiva
@*****i77, los solteres también podemos ser liberales. Pero de verdad, no sólo polifolladores. Liberales de cabeza. Ventaja: no hay que llegar a acuerdos, no hay que negociar,... Inconveniente: tus dilemas te los comes sola, no tienes con quién compartirlos.
Igual me he ido un poquito de tu pregunta, pero me ha gustado pensar en voz alta