El slut shaming
#StopPeriodismoMachista se convirtió en el tema más candente de Twitter después de que un diario afirmara que la carrera profesional televisiva de una economista y presentadora, Marta Flich, se debía a una relación que mantuvo con un nieto de Franco.Y, como dos imágenes se entienden mejor juntas, tengo también el ejemplo de una conocida modelo española, casada con un futbolista, que escribió a una revista para darle las gracias por haber sido incluida en un artículo con su nombre y apellido, y no como «la mujer de».
Aunque pueda parecer que no tienen nada que ver una con la otra, el trasfondo es el mismo. Ver a las mujeres triunfando por sí mismas, por lo visto, es algo que a muchos les pica.
Como cuando ciertos compañeros rabiosos susurran por lo bajo que aquella o aquella otra solo han conseguido las prácticas en televisión por haberla chupado o haberse puesto a cuatro patas.
Rabiosos porque, la verdad, es que ellas han conseguido ese trabajo por horas extra de prácticas en la universidad y más dedicación al estudio que el que estaba al lado quejándose.
Utilizar la vida personal o sexual para desacreditarnos.
Y aunque el caso de Monica Lewinsky y Bill Clinton nos pilla un poco lejos, tenemos más a mano el suicidio de la trabajadora de Iveco por la difusión de un vídeo sexual con el consecuente acoso y derribo que padeció en el trabajo.
Lo que todas ellas comparten, es el denominador común del slut shaming, cuando te critican por tu vida sexual, ya sea pasada, futura, analógica o digital.
Y por mucho que, racionalmente, quiero pensar que la mayoría somos conscientes de que nadie puede juzgar sobre las decisiones que toman los demás sobre su propio cuerpo, en un estudio sobre el tema encuentro una frase anónima que resume el éxito de este método.
«Cuando quieres desacreditar o humillar a una mujer, acusarla de ser zorra siempre funciona«.
Las exparejas, las parejas actuales, la coletilla de «pareja de» antes del nombre, la difusión de unas imágenes hasta el hastío o el comentario del tipo (o tipa, ojo) de turno afirmando que solo ha llegado a un sitio «por sexo», son todo variantes del slut shaming, un problema del que, las únicas víctimas, por desgracia, somos las mujeres.
En todos los casos, la sexualidad es algo que se somete al escrutinio, que se nos es arrebatada y que se utiliza en nuestra contra quitándole valor, despersonalizándola, haciendo de su privacidad lo que la define como ser.
Me parece especialmente revelador que, en un estudio realizado en 2018 para el diario alemán Sex Roles, un 37% de los encuestados mostraron prejuicios ante mujeres en puestos de poder.
Porque, lo que hay detrás del slut shaming, de las persecuciones en los medios, en persona o en redes, lo que muestran en realidad, es el desprecio general que existe a que las mujeres tengamos éxito.
https://blogs.20minutos.es/el-blog-de-lilih-blue/2019/06/19/slut-shaming-mujeres-machismo/
Y después de leer esto, y estando en una página liberal ¿Qué pensáis sobre esto? ¿Lo habéis oído o padecido?