CHEFA
(Inspirado en la ilustracion de Joyceartworks y seguro que tambien en la serie The Bear)Joyce miró glotona y saboreando las palabras, exclamó:
“Es como una seta!! Con lo que me gustan!!”
“ Eeeeyy – contesté alarmado- no irás a cocinarla ¿?!!”
“SIIIIII ,con este aceite y a fuego lentooo-“ dijiste sacando el lubricante de tu bolso.
Tengo que reconocer que la Mise en Place era espléndida: en el centro mi seta pidiendo cocina, alrededor toda nuestra ropa cuidadosamente dispersa y tus juguetes colocados en un línea ascendente de placer esperando a ser utilizados en este plato de alta cocina.
Que técnicas ibas a utilizar… ¿esterificarías las gotas de líquido seminal para que las saboreáramos??
¿EsparcerÍas nitrógeno líquido en nuestros pezones para después abrazarnos y sentir la punzada del frio, antes de lamerlos con helado de chocolate y menta?
¿Cuál sería este vez el trampantojo?? Fideos de chocolate muy hilado como tu vello púbico? Buñuelos de queso y miel agrandando mis testículos para ser devorados a mordiscos y lametones??
“mmmm antes de meterla en el horno esta seta necesita algo más que un buen aceite “ valoraste con gesto profesional “reguémosla con zumo de papaya’
Ajustándose el gorro negro de Chefa, como a ella le gustaba llamarlo, se colocó en cuclillas con mucha precisión justo encima de la punta roja y palpitante . Cerca, muy cerca, hasta casi rozarla, manteniendo la distancia exacta para estremecerla con las primeras gotas de zumo.
Mirándome a los ojos con sonrisa burlona, cogió a tientas el succionador con forma de rosa y comenzó a exprimirse con suavidad. Tratando de que no tocar apenas la seta, fue retorciendo y buscando ese jugo que muy poco tardó en repartir por toda la piel a cocinar , con un gemido ronco y profundo.
“Bien regada y sazonada” dijo entre jadeos , “ eess- tá lissta para entrar en el horno”
Entonces… cocina tradicional para variar ¿? Nada de crujientes, ni emplatados de fábula, ni vapores encapsulados ¿? Horno y punto…
“Oído Chef ¡! Cuanto tiempo y a cuantos grados? “
“No creo que aguantes más de 10 m…” y con un golpe seco la introdujo en el horno.
Y mientras, a tientas se introducía con movimientos ondulantes un plug con forma de corazón en la segunda bandeja de su horno ardiente me susurró al oído con saña “ y si me vuelves a llamar Chef, te troceo la seta y la sirvo de entrante con olivas de calamata y reducción de jengibre al vino de Oporto”
Solo acerté a decir mientras me cocinaba profundamente:
“OIDOOO CHEFAAAA!!”