Fantasía o no?
Vaya mes llevo. Juer. El otro día, maratón, me dejó relajada para tres meses. Jeejej. Bueno, no tanto, porque no han pasado 10 días y he vuelto a quedar. Jajaja.Madre mía, esta chica me ha puesto a mil, todo el día, que les gusto mucho, que su chico está loco por conocerme, que está deseando acariciarme, besarme. Con lo que me gustan las caricias lentas, los besos. Me gusta.
Esta pareja se trae un juego raro, pero aquí hemos venido a jugar, ¿no? Llevamos días charlando, él no, él sólo nos mira, nos lee, ella es la que habla. Me explica que tiene mucho magnetismo, cuando lo vea va a ser explosivo. Va preparando el terreno de forma espectacular. Es una leona cazando para su león. Me pone a mil.
He visto sus fotos. Son una pareja normal, simpáticos, con un rollo A/s interesante y les gusta incluir en sus juegos una chica de vez en cuando. Seré su sumisa por una noche. Ella es bonita. Él es un tiarrón. Hombros anchos. Alto. En las fotos siempre vestido. Pantalón sastre, camisa, alguna corbata. Ñanm ñam como me poneeeeee. Me palpita el coraçao (la pepitilla).
Las circunstancias se aceleran al extremo, jueves noche, me meto en el coche y me voy a su casa a… ¿a qué? Ni idea. Pero voy ARREBATADORA. Medias. El body negro, encajes, transparencias, bien construido, cubre las zonas necesarias, la espalda al aire. Me siento tan poderosa. Voy pidiendo guerra y le doy un toque de elegancia con un kimono largo y suave. Voy a dejar que me cene y luego me lo ceno yo. Tengo hambre de este hombre.
Llego y les doy aviso para que preparen la escena. Aparco frente a una casa apareada. Se abre la puerta de la casa y se encienden unas luces tenues. Sonrío, estoy bastante nerviosa y muy excitada. Aplico el sentido común, aviso a un amigo conforme ya he llegado y volveremos a hablar en un rato.
Salgo del coche. Me recompongo el autendo. Taconeo ligeramente y me tiemblan las piernas. Estoy a punto de ver a un dios de sexo. El chirri se me hace agua.
Al entrar en la casa, veo un espacio familiar en la penumbra. Me recibe mi león, devorador de muchachas y creador de fantasías mil. Mi corazón (el de la sangre) va a mil.
¿LLEVA UN CHANDAL? OUHOUHOUH. ¿dónde está mi corbata?
Espero las primeras indicaciones de mi amo.
- Puedes dejar tus cosas en esa silla. No hagas ruido. Los niños están durmiendo en la otra habitación.
¿QUÉ? Vaya jarro de agua fría. Me relajo. No pasa nada. He venido a probar nuevas experiencias. Déjate llevar. Aviso que en media hora me llamará un amigo. Le parece bien. Me recompongo. Abro el kimono. Enseño mi lencería. Y me pide que me arrodille y vaya hacía él a gatas.
Me acerco a él. Melosa. Con ganas de caricias. Nos quedamos en el sofá jugando un rato. No encuentro esas caricias placenteras tan prometidas. Me va dando indicaciones. Las voy cumpliendo.
Esos besos no son deliciosos. Empiezo a abstraerme de la cita, mi entrega no es total. Estoy allí, pero no tanto, pienso. Pienso que estoy aquí para probar nuevas experiencias, quiero saber si me gustan las relaciones A/s, ampliar horizontes, … y decido quedarme un poco más. ¿soy sumisa? ¿me gusta que me dominen?
Pasamos a la habitación grande, me coloco en el centro de la cama. Aparece ella. Se incorpora suavemente a su juego. Ambos se dedican a mí. Me dan placer. Caricias suaves. Besos lentos. ¡Bien!
Los juegos se intensifican, él está duro. Me encanta sentirlo. Juega conmigo. Acaricia mis labios, introduce un dedo. Me prepara. Me penetra. Empuja y empuja dentro de mí. No habla. Empuja. Empuja. Empujaaaa. Esto empieza a durar demasiado. ¿Es un león o un conejito?
Ella está sentada junto a mí. Nos mira. Disfruta de su hombre. Nos ayuda. Lo besa. Sujeta mis piernas en alto. Desde mi posición no la veo, pero me da un maravilloso orgasmo de nivel 8 con el satisfayer pro 2.
Se acaba. Relax de unos momentos. Mañana madrugamos. Me voy.