Sola en el club

Era su fin de semana sin niños, le apetecía salir y no tenía ningún plan a la vista, así que se arregló mientras tomaba una cerveza y se fue sola a un club.
En las taquillas se quitó la blusa dejando uno de sus sujetadores favorito a la vista, cuero y unas cremalleras que lo adornaban y una minifalda estrecha que sabía remarcaba bien su culo y sus curvas.
Llegó a la barra a pedirse una copa y fue hacia la pista a bailar mientras bebía.
Sabía que una chica sola en un club no era lo habitual, pero a ella le encantaba la sensación de cómo la miraban mientras bailaba sin necesidad de mirar a nadie.
Pronto notó a alguien detrás suyo bailando y giró la cabeza.
Era un chico alto y bastante guapo, ella siguió bailando disfrutando la música y al momento, se giró y besó al chico mientras él deslizaba las manos por sus curvas y la miraba con deseo.
Cuando terminó su copa lo dejó allí y fue hacia la barra a dejar el vaso.
Una pareja sentada en la barra la observaba. Ella seguía el ritmo de la música con sus caderas y dejándose mecer por la música.
La chica se acercó a ella y se presentó, antes de darle tiempo a presentarle a su pareja se acercó a la chica y le acarició la cara. Cuando vio que esta gemía, pasó una mano a sus pechos y su lengua viajó hasta sus labios con los cuerpos juntos, bailando y se dejó llevar besándola y mordiendo sus labios de forma diferente y la chica le devolvió el beso con ganas y acercándose más a ella. La pareja de esta se les acercó mirándolas con ojos envueltos de lujuria.
La chica le dio la mano y se dejó guiar hasta las camas, donde mientras la chica le comía el coño con ganas y destreza, el hombre ya desnudo se acercaba a ella para probar el sabor de sus labios. Ella le cogió de las piernas sin dejar de gemir y sentir la humedad que aquella le había provocado.
Ella a su vez tomó el miembro aún flácido y se encargó de dejarlo erecto.
• Fóllate a tu mujer - le susurró al oído mientras ella miraba la escena masturbándose adecuando sus movimiento a los de ellos y enseguida estaba cachonda y con ganas de más.
Esta vez ella no se corrió pero disfrutó cada segundo de ese encuentro y se sentía con ganas de más, así que se vistió y los dejó allí sin saber siquiera sus nombres y volvió a la pista como nueva.
Vio a un chico bailando y se animó ella también..Empezó a mover sus caderas y durante un rato se embebió de los bailes, las parejas haciendo mamadas o masturbando a hombres y mujeres enmedio de la pista. Era excitante bailar medio desnuda en aquel ambiente rodeada de endorfinas y placer.
Cerró los ojos entregada a los sonidos que le llegaban.
Pronto se vio transportada a esos gemidos sin poder evitarlo.
Miró x la pista y se sintió excitada y observada por varios chicos que parecían ir solos.
Se acercó hasta uno de ellos y le preguntó su nombre y si había venido solo.
La cogió de la cintura para acercar su boca a su oído pues la música estaba alta.
Ella sintió calor atravesándola y se giró hacia él cogiendo su cuello con ambas manos, perdiendo el control y estampándose contra sus labios.
De la sorpresa al deseo él tardó unos segundos en pasar a una lujuria que la sorprendió.
La cogió de las nalgas con ambas manos, ella enroscó sus piernas en las caderas de él y se dejó llevar de nuevo a la zona de camas.
Se deshicieron rápido de sus ropas y siguieron palpándose, besándose.
Ella se sabía húmeda y caliente y notó la erección de él queriendo tenerla dentro.
Él se puso un condón y la embistió con fuerza.
Ambos sabían lo que necesitaban en ese momento y tras unas horas de juegos y sexo se miraron sudorosos, con los cuerpos temblando aún por la excitación del momento.
Le encantaba ir sola y sin planes a los Clubs y entregarse a sus instintos más primarios, la caza y el placer.