Plan B

Me habías propuesto un plan imposible de no aceptar, con lo que me gustan los juegos... y llegamos y no nos dejan entrar. Aforo completo. Los dos nos miramos decepcionados y nos ponemos a mirar el móvil buscando alternativas, no nos convencía ninguna...
Así que abrí la app de hoteles por horas y ya no nos pareció tan mala idea a pesar de no tener nada que ver con la idea original.
En nada estábamos en aquella habitación en pleno centro de la ciudad, cogidos de la mano y cotilleándola.
Vemos la cama y me tiro encima
• Es cómoda- te digo.
Y lo compruebas x ti mismo.
Nos besamos y ya nos sobra todo.
Vas un momento al baño y cuando vuelves ya estoy desnuda esperándote.
No lo parezco y nadie lo cree pero soy algo tímida hasta dejarme llevar del todo y comportarme tal y como soy.
Decir lo que quiero y lo que no, me es más fácil con un desconocido que con alguien que estoy conociendo.
Tú me haces sentir bien estando contigo, eres cariñoso y dulce pero también con ese punto de diablo en la cama que yo aún no he permitido que salga en mi cuando estamos juntos.
Nos hacemos reír a base de memes cachondos cuando hablamos por mensaje, nos encantan los dobles sentidos en nuestras charlas.
Cuando llegas y me ves desnuda, haces lo propio y empezamos a besarnos con pasión, como siempre, me estrechas entre tus fuertes brazos, que me encanta, ne miras a los ojos y me gusta y me intimida. Tu seguridad, tu savoir fair, tus juegos que me encantan.
No sé cómo pero acabamos abarcando la cama completa por arriba, por abajo, por un lado y por el otro.
Me encanta que me inmovilices las manos y seguir moviéndome debajo de ti.
Ponerme encima de ti y ralentizar el ritmo mientras gimes y protestas entre mis risas y tu cabeza cada vez más, fuera del colchón.
Me das la vuelta como si nada con tus fuertes brazos y te dejo hacer, ahora subo el ritmo desde debajo y me dices que no lo haga, ahora me quieres hacer sufrir tú, pero vas tarde, yo ya me he corrido un par de veces como mínimo con todo ese ajetreo.
Te aparto y bajo por ti hasta donde quiero llegar. Con tu polla en mi boca, te oigo decir algo, pero estoy en mi burbuja de placer, me encanta tu sabor, no aguanto más, quiero comerte y saborearte entero, y cuando por fin puedo hacerlo, tu cuerpo reacciona y acabamos tumbados y abrazados.
Sin hablar.
Mi cabeza en tu pecho, tu respiración sonora, relajada ¿te has dormido?
Beso tu cuello, acaricio tu barba, yo también estoy relajada, pero sé que eso no termina ahí.
Y en nada volvemos a besarnos, como si nuestras lenguas y dientes tuvieran vida propia.
Te pones sobre mi mientras tu polla roza toda mi vulva, húmeda, caliente.
El juego continúa, y me encanta
¿Es esto el cielo o es el infierno? No me importa en absoluto.
Cuando estoy contigo solo existimos tú y yo, y me gusta esa sensación.
Me das la vuelta mientras coges suavemente mi pelo y llegando hasta mis entrañas.
No puedo dejar de gemir y pongo la cara sobre la almohada intentando no gritar, no hablar.
Necesito verte la cara y justo me das la vuelta sin dejar de mirarme ni de penetrarme.
Me gusta tocarte, el roce de tu piel, tu olor, tus besos.
No quiero engancharme a ti, pero es prácticamente imposible no hacerlo cuando estoy contigo.
Cuando terminamos vas a la ducha, no quiero ir contigo o volveremos a caer y se hace tarde. Me ducharé en casa.
¿Qué me ha pasado en el pelo? Bueno, saberlo lo sé, pero no puedo salir así a la calle, suerte que llevo una goma de pelo para hacerme una coleta.
Me encuentras mirando unos cuadros de fotos antiguas de la ciudad, las vemos juntos, nos vestimos y nos vamos de allí de la mano.
En el metro vamos abrazándonos, besándonos y con tu mano apretando mi culo, así consigues ponerme cachonda otra vez.
Nos despedimos con un dulce beso y pronto recibo uno de tus memes, y tú uno de los míos.
Solo quiero poder soltarme del todo contigo, pero me asusta a la vez.
No es fácil para alguien que siente todo de manera más intensa de lo normal el gestionar dejarse llevar sin más.
No sé dónde irá esto, y por una vez no quiero pensarlo.
Disfrutar el momento presente y ya.
Difícil también para alguien como yo, pero merece la pena intentarlo, lo sé.
¿Podré?
Creo que sí, xq como conexión te quiero en mi vida, sea sexual o compartiendo momentos de amistad y vida y eso sí lo tengo claro.