Entrenamiento
Estoy en la grada observándote.No sé cómo es posible que estés bajo la lluvia sin inmutarte, dando indicaciones todo el tiempo como si fuera un día de primavera.
Tu imagen es tan erótica que mi cuerpo arde.
Acaba el entrenamiento y todo el mundo se retira.
Mis mensajes te tienen entretenido.
No te das cuenta de que ya estoy delante de ti.
Mi pelo empapado cae a los lados de mi cara.
Me miras y en tus ojos lo veo todo.
Veo como tu pantalón empieza a tener problemas para abarcar la pasión que nace entre tus piernas.
Me acerco a ti, abro tu pantalón y miras pícaro a los lados.
Subo mi falda y reparas en que no llevo bragas.
Te das cuenta de que debajo del abrigo tampoco hay ropa arriba.
Una falda, una cazadora y toda la piel.
Me ves las intenciones.
Me siento a horcajadas sobre ti y me meto tu polla dentro.
Los dos controlamos los sonidos. Los contenemos.
Me encanta tocar tu cabeza empapada.
Me agarras fuerte del culo para moverme a tu antojo. Con violencia. Rápido.
Tenerte dentro de mi es adictivo.
Me muevo rápido.
Fuerte.
Más rápido.
Te corres ahogando tus gemidos entre mi pelo.
Me levanto y sin besarte me alejo diciéndote:
“te espero en casa, me debes un orgasmo”