FIN DE AÑO

He venido arrastrada por unas amigas a una fiesta en la que solo las conozco a ellas, pero prometieron cena y bebida gratis, y como mi plan incluía pijama y gatos, no tardaron en convencerme...
Ahora estoy aquí, bailando con un sombrero ridículo de esos de cotillón y una copa en la mano.
¿Mis amigas? Pues no lo tengo muy claro la verdad, por ahí andarán.
De repente pasa alguien con pasos acelerados detrás de mi, tirando mi gorrito que no sé dónde ha ido a parar y mi copa que ha ido a parar a mi precioso vestido elegido para esta noche.
Cuando me giro para gritar al responsable del desastre solo oigo un perdón y veo unos pies que se alejan con un impecable traje azul marengo.
Estoy furiosa, y un poco pedo, no nos vamos a engañar, así que me quito los tacones para correr tras el culpable de mi desgracia de la noche... ahora no solo voy borracha, huelo a borracha.
Se me nublan un poco las caras y los cuerpos mientras corro y llego a la puerta del ascensor con el alma en la boca.
Lo veo y grito un yupi por dentro por poder echarle la bronca y pedirle explicaciones.
Él está apoyado en la puerta, llamando al timbre sin parar y justo cuando voy a agarrarlo del hombro, las puertas se abren, él entra dentro con cara de preocupación y yo hago una entrada tras él espectacular, al ir a cogerlo del hombro y él apartarse me voy de morros dentro del ascensor detrás de él, con mi vestido dejando mi culo al aire, sí, no llevo bragas, me gusta empezar así el año. Shhh no juzguéis y seguid leyendo.
Mis piernas levantadas desde las rodillas y la puerta cerrándose.
Empiezo a apoyar mis codos para levantarme a decirle de todo y entonces nuestras miradas se cruzan.
• ¿Estás bien?- parece preocupado de verdad.
Por un momento me quedo sin habla, es el hombre más atractivo que he visto en mi vida, aunque teniendo en cuenta el pedo que llevo, igual solo lo imagino.
Por fin reacciono.
• ¿Tú qué crees?- digo intentando levantarme lo más dignamente que puedo. En esas me doy cuenta de que se me ha desatado el vestido que va anudado tras el cuello y ya no solo le enseño el culo, ahora también mis pechos. Lo veo mirarme intentando contener una carcajada.
Me levanto esa zona del vestido y bajo la de detrás.
• Por mi no lo hagas.
-Serás...- de repente me suena su cara, lo conozco de algo, pero lo veo un poco doble- has fastidiado mi noche- le espeto cruzándome de brazos y sí, tampoco llevo sujetador...
• Perdona ¿yo?- dice incrédulo volviendo a bajar su mirada a mis pechos.
• Me has empujado en la pista y...
• Ah, ha sido a ti, lo siento. Te llevaré a mi habitación y pediré que arreglen tu vestido para que salgas fantástica en nada.
• Sí claro, me voy a ir a la habitación de un desconocido- digo seria.
Y se echa a reír
• ¿De qué te ríes?- digo ofendida.
• Te he visto más que a la mayoría de gente de la fiesta y eso que los veo a diario. Por cierto ¿tú quién eres? Me suena tu cara pero no te ubico.
Suena el timbre del ascensor y se abre la puerta. Entra una pareja sin dejar de besarse y meterse mano. Me excito al verlos y el desconocido me arrastra fuera del ascensor. Cuando se cierran las puertas reacciono y me pongo a aporrear la puerta.
• ¡Rita! Serás zorra, que me has dejado x un buenorro y yo mojada, con el vestido destrozado y un gilipollas- me arrodillo espatarrada, apoyada en la puerta y me pongo a llorar.
El gilipollas me coge en brazos como en la escena de El guardaespaldas en que el tío coge a Withney Houston. Apoyo mi cabeza en su pecho y creo que pierdo la consciencia xq cuando mis ojos se abren estoy desnuda, en una cama que no es mía.
Noto la mirada del tío sobre mi, me tapo con el edredón y lo miro. Tiene la corbata desanudada pero sigue en su cuello.
• ¿Qué ha pasado? ¿Dónde estoy?
• La Bella durmiente ha despertado sin ningún beso de un príncipe- comenta sonriendo.
Yo me quedo callada y él se levanta de la silla para sentarse en la cama.
• Tranquila- dice con las manos en alto y empiezo a recordar que vomité en su baño y yo misma me desnudé con todo el vestido lleno de alcohol y vómito. Qué vergüenza... pero ahora estoy limpia, y acostada.
• ¿ Tú y yo... hicimos algo?
Mueve la cabeza negativamente.
• Te duché y envié tu vestido a tintorería de urgencia del hotel. Cuando lo recogieron y volví ya dormías.
Nos miramos a los ojos y veo fuego en los suyos, creo que mi patatilla empieza a reclamar cuidados también. En ese momento llaman a la puerta y oigo algo de la mínima conversación.
• El vestido señor, ha quedado como nuevo.
• Cárguelo a mi habitación. Gracias y gracias por las uvas.
Aún no son las 12!! Menos mal.
Le quito el vestido de las manos y me lo pongo.
• ¿Puedes decirme tu nombre?
• Serena- le digo y se echa a reír.
• Pues está claro que tus padres videntes no eran...
Le echo una mirada asesina y de repente no sé qué pasa pero nos estamos abrazando y besando como si nuestros labios estuvieran hechos el uno para el otro.
Vas desabrochando mi vestido que cae a mis pies, mientras te quitas la ropa con urgencia y yo te ayudo para adelantar un poco.
Me tumbas con delicadeza en la cama y empiezas a besar mis pies, subiendo por tobillos, gemelos, rodillas y parte interna de los muslos.
Mi patatilla vuelve a hacer espasmos esperando tu lengua, pero te haces el escurridizo y llegas a mi vientre, mis pechos, mi cuello y mi boca.
Te aprieto contra mi como si pudiera devorarte entero.
Noto tus dedos acariciando mi clítoris y mis manos bajan hasta llegar a tu polla, enhiesta cuál bandera pirata pero sin ondear al viento.
Tu polla se clava en mi coño húmedo y empiezo a moverme de manera frenética, para quedarme sin respiración.
Hace un alto para decirme
• Me llamo Mario.
• Mario calla y sigue - le digo entre jadeos y gemidos. Noto como una especie de calambre me atraviesa en dos y empiezo a correrme mientras sigue bombeando, mientras me detengo presionando la vagina contra su polla y mientras yo cierro los ojos y me rindo al placer, él hace un ruido extraño mientras miro su cara de placer sin disimulo y sonriendo.
Se está corriendo y le susurro con voz sensual
• Bonita manera de terminar el año
Él está sudando y aún manteniendo el ritmo hasta descargar del todo.
Me besa con pasión, parece que me quiere comer los labios, y yo encantada.
De repente miro la hora, 10 minutos para las 12, para darle la bienvenida al 2023.¿
• Hagamos una cosa- te digo y me miras con lujuria- tú me das las uvas a mi y yo a ti.
Se echa a reír.
• ¿No prefieres que te coma a ti que a las Uvas?
Μe encojo y digo que no.
• Empiezan los cuartos, atento- Y en momento en que lo miro, su plato de Uvas está vacío y su boca parece la de un hámster. Me entra la risa cuando empiezan las campanadas.
• Tú come las uvas, yo te como a ti.
Y mientras suenan las 12 campanadas y las Uvas van entrando en mi boca, noto su lengua por mi cuerpo y unos pequeños mordiscos en cada campanada, me he perdido, no sé cuántas llevo cuando me giro y me siento sobre él con una de mis manos en su pecho para que no se mueva. Ahora es su polla la que está en mi boca y parece ajustada con las campanadas.
Cuando en la tele están felicitando el nuevo año, yo ya estoy sentada sobre su cara bien abierta para él para que pueda lamer hasta mi último resquicio. Cuando tengo suficiente me empalo en él y me olvido de todo. Cierro los ojos y levanto los brazos a la vez que mi pelo.
• Abre los ojos- me dice con una voz acostumbrada a dar órdenes. Así que lo hago y lo miro con las pupilas dilatadas y un placer exquisito recorriendo mi cuerpo.
• Así, Serena- me dice ahora tartamudeando y los 2 explotamos de placer prácticamente a la vez y sin dejar de mirarnos, olernos, besarnos.
• Feliz año nuevo- me dice mientras me tumbo a su lado.
• Feliz año nuevo a ti también.
Nos echamos a reír y sabemos que vamos a seguir así toda la noche.