UN FIN DE SEMANA

*****i77 Mujer
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Autor de un tema Moderador de grupo 
UN FIN DE SEMANA
Necesitaba escapar de la ciudad, de todo, aunque sólo fuera un fin de semana y en un rato y con Internet ya tenía los billetes y un hotel.
Mandé un par de mensajes e hice la maleta con ropa de abrigo.
Cuando llegué a la estación él me esperaba bien abrigado, lo vi desde la ventana y lo saludé para que me viera.
Bajé cargada con la maleta y una vaharada salió de mi boca por el frío.
Corrí hacia él y nos fundimos en un abrazo, sus brazos calentaban mi cuerpo y sin apenas despegarnos nos miramos a los ojos con una sonrisa en los labios y nos unimos en ese beso tan deseado por los dos desde hacía tiempo.
Me encantó su olor y como se enredadas nuestras lenguas.
Nos separamos y cogió mi maleta
"Joder cómo pesa esto ¿traes un cadáver?"
Me eché a reír y vi como me mirabas sonriendo
"Aún no me creo que estés aquí y que pueda ver y oír tu risa"
Enrojecí un poco pero con el frío ni se notaba.
Me llevó al hotel en su coche sin dejar de repetir que podía haberme quedado en su casa.
Pero sin conocernos en persona prefería tener mi espacio personal por si acaso.
Le pedí que esperara mientras me daba una ducha caliente para pasar el frío, aunque él seguía dando ideas sobre como pasarlo y haciéndome reír.
Salí en albornoz y con el pelo ya seco.
Él esperaba tumbado en la cama viendo algo en la televisión .
Me tumbé junto a él y los besos vinieron solos.
Al destapar uno de mis muslos del albornoz vio que no llevaba nada debajo y sus dedos empezaron a recorrer mi cuerpo desnudo como tantas veces me dijo sin creer que podría pasar.
Mi cuerpo temblaba deb ganas según por dónde tocaba.
Cerré los ojos y noté su lengua sobre uno de ellos.
Me incorporé y me eché a reír mientras él hacía lo mismo.
"Te dije que los probaría"
Me tiré sobre el y empecé a lamer y besarlo entero mientras se quitaba la ropa con mi ayuda.
Lo tenía debajo de mi y empezamos a jugar con el deseo pintado en nuestros ojos. Muchos momentos hablados e imaginados que eran ya una realidad.
Sentir su polla en mis labios, ni clítoris en los suyos y tenerlo dentro de mi, como animales salvajes que se dejaban llevar sin más por todo lo deseado y hablado.
Arriba y abajo, nuestros cuerpos condensada nuestro calor en comparación con el frío de fuera.
Una vez satisfechos nuestros instintos primarios, pasé a acurrucarse en sus brazos con la manta x encima.
Nos dormimos exhaustos y desnudos, abrazados.
Hasta que un calor empezó a recorrerme y gemido casi se escapó de mis labios. Abrí los ojos y te vi bajo las sábanas, tal y como habías prometido despertarme.
Metí mi cabeza debajo de la sábana sonriendo, mojada y con cara de dormida. Levantaste la mirada y me sonreíste.
"Mi niña, el fin de semana acaba de empezar y no pienso desperdiciar ni un minuto contigo "
Me hacías olvidar todo, ya volvería a la realidad el lunes pero yo tampoco pensaba desperdiciar ni un minuto contigo, así que te obligué a moverte para poder lamerte yo también y sí, me encantaba tu polla y más que lo iba a hacer. Pero sobre todo, me encantabas tú.
Que gustazo que tengas tiempo de escribir, porque es un placer leerte.
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