DICIEMBRE

Querido diciembre:

No me gustas, vaya eso por delante. Además que tú y yo nunca empezamos con buen pie.

No me gusta cómo te presentas ni la parafernalia de la que haces gala. Pero superada la primera impresión, dejando correr los primeros días, puede que este año nos soportemos mutuamente.

El sol juega al escondite. ¡Y cómo brilla! Si sale, saca sus mejores rayos solo para ti.

Despliegas toda tu artillería: el olor a tierra mojada, a castañas, a guiso cocinado a fuego lento, a nuevas promesas… hueles a limpio.

Y llegas a casa y enciendes la chimenea, pones música, bajas la luz. Eliges una peli y dejas junto a la mantita una copa de vino.

Te me quedas mirando, diciembre. Como para leerme la cartilla, serio. Pero te paras, me coges la barbilla, te acercas a mi oído y susurras…

¡Anda, venga, sigue adelante!

(Diciembre, si me vas a follar, que sea despacito. Hay que follar más y joder menos…)