ELLA DIJO NO
ELLA DIJO NO Era algo fantástico, la complicidad, la imaginación, la provocación, el baile…lo teníamos todo. Todo menos sexo.
Y desde luego, no es que yo no quisiera, no lo soñara, ni que me no machacara pensando en ella.
Una noche, después de romper en pedazos la pista de baile de un garito en Villaviciosa con Norman Cook sacándole brillo a Brimful of Asha, sudando a chorros, habiéndonos vacilado, casi besado, recorrido bailando todos los huecos de nuestros cuerpos, notando como la energía subía y se metía por nuestras pelvis hasta pedir auxilio, le agarré por la cadera y con un impulso la enfrenté a dos cm de mis ojos, a uno solo de mis labios… Y ella dijo NO.
Me encanta hablar contigo, jugar contigo, leer , inventar, escuchar música, que me cantes , que me escribas, pero no quiero sexo contigo. PUM. Eres mi amigo y quiero que sigas siéndolo y suéltame que te estas empalmando… POUUMMM. Allí mismo en medio de aquella pista donde todo el mundo nos había estado mirando bailar, me gané el título cum laude de PAGAFANTAS OFICIAL.
Me costó mucho tiempo entenderlo, asumirlo, salir de aquella relación en la que ni tenía sexo con ella , ni quería que yo lo tuviera con nadie. Dejar salir mi parte canalla y en una especie de ceremonia de pérdida de la inocencia quemar todos los poemas, escritos y canciones que le había hecho en esos años.
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Y pasaron miríadas de minutos… VAMOS, SIN MOÑADAS , QUE PASARON 4 AÑOS y ya vivía solo (más bien compartiendo piso) cuando mi aún amiga, pero menos que antes… se lió con un compañero de piso, también amigo que era la pareja de otra amiga… LOS AMIGOS DE MIS AMIGAS SON MIS AMIGOS , UFF VAYA LIO ¡!!
Claro, todo esto a escondidas. Había días en los que cenaba con los tres, sabiendo que hacia 20 m habían follado dos de ellos que no eran pareja y rapidito, antes de que llegara la oficial, se había metido en mi habitación como si hubiera dormido en mi cama. Y yo en la cocina haciendo la cena…
Una noche en la que apareció de repente la oficial bien tarde, por aquello de disimular, acabamos en mi habitación. Lo que empezó como un juego se estaba convirtiendo en algo muy estresante y mi amiga se puso a llorar. Estaba nerviosa, excitada ( el otro había estado entre sus piernas jugueteando por debajo de los cojines del sofá) y me propuse calmarla.
Puse en mi cassette ( si, si cassette, el plato estaba en el salón y del compact disc no habíamos oído hablar…) una cinta de Enya “The Celts” que prácticamente me sabia de memoria..
Le pedí que se tumbara boca abajo y empecé a masajear su cuello al ritmo de la primera canción , que tiene un punto épico pero también relajante…noté como ronroneaba de gusto y justo antes de lanzarnos a las estrellas con Aldebarán , paré y le dije – espera, tengo una crema que pillé en Granada… vete quitando la camiseta ya verás que bueno en la espalda- .
Encendí la pequeña lampara que había en el suelo y aprovechando la canción espolvoreé gotas de crema como si fueran estrellas por su espalda. Al bajar un poco la sábana , sorpresa!! Se había quedado solo con las bragas…así que seguí por sus piernas desnudas y erizadas hasta coronar cada pie con unas pocas gotas más grandes.
Que la siguiente canción se llame I Want Tonorrow es toda una ironía ,pensaba mientras inspirado por la música y su piel, esparcía con mano firme pero suave toda aquella crema ligeramente rosada por los hombros, la espalda , la cintura y al ir a dar el salto por encima de sus bragas negras una voz ronca dijo sin mover la cabeza -si te molestan , quítalas-
El sencillo movimiento de elevar un poco la cadera dejó vía libre a mis manos que, llenas aún de crema, siguieron su camino: nalgas, caderas, separé muy suave sus piernas, interior de los muslos, corvas, gemelos y pies, para volver camino arriba hasta su nuca pasando muy cerca de unos labios que se estremecieron.
Un pequeño gemido seguido de un ronroneo coincidieron con el lamento de la gaita de The Sun on The Stream., El tema más arrebatador de este disco….la presión se convirtió en caricias, las manos en alas que volaban sobre su espalda y los besos comenzaron a caer como la lluvia que evocaba esa gaita.
La pasión se desbordó, la lengua se abrió paso entre los labios y como en un cuento soñado comencé lamer despacio al ritmo de Fairytale un clítoris muy hinchado que se retorcía de placer con cada roce.
Enya desapareció de mi mundo que sólo oía los suspiros, los gemidos y las humedades que atravesaban mi boca. Ella se giró levantando la pierna izquierda y me apretó la cabeza contra su coño para que no parara. Me hundí hasta el fondo buscando que la punta de mi nariz presionará su clítoris mientras mi lengua entraba lo más profundo posible en su vagina. Mi respiración y sus gemidos eran uno solo cuando se derramó sobre mí
Soltó la presión sobre mi cabeza con una caricia rendida y abandoné aquella delicia con un beso muy suave sobre su clítoris que le hizo estremecer.
-yo… no…- me dijo con voz entrecortada- nooo puedo… - Nada!! - le dije- no tienes que hacer nada….esto ha sido un regalo, pero por favor, solo te pido una cosa, no te vistas , quiero verte así, desnuda, despeinada, sudorosa después de haber tenido sexo conmigo.-
Me sonrió, con un gesto de venpacá y solo dijo : - Touché-