La última noche
Abro la puerta del piso con cuidado, aún no has llegado así que aprovecho y me preparo la bañera con agua caliente, sales de baño perfumadas y música relajante. Entro dentro, el calor me produce un escalofrío por el cuerpo y mis pezones reaccionan al cambio de temperatura. Qué bien se está...
No oigo abrirse la puerta, me he quedado traspuesta dentro de la bañera. Abro los ojos y te veo ante mí, desnudo y cogiendo una toalla para secarme .
Me has asustado y me has puesto cachonda ya...
Me levanto desnuda y me observas con fuego en la mirada
Me pones la toalla por encima y me coges en brazos
Apoyo la cabeza en tu pecho y me llevas hasta la cama
Me dejas sobre ella con cuidado y quito la toalla dejando que me observes
Sé que el fuego en la mirada es mutuo
Te acercas a mí y empiezas a besarme los pies siguiendo el recorrido de besos por mis piernas, el interior de los muslos y mis ingles
Mi coño te reclama pero sigues por mi estómago hasta llegar a mis pechos
Los besas mirándome a los ojos y cuando mis pezones están erectos
sigues hasta mi cuello besándolo y dándole mordiscos suaves que me enloquecen
Besas mi cara, mis ojos obligándome a cerrarlos
Y llegas a mi boca, donde mi lengua se enreda con la tuya
Mis piernas se enganchan a tus caderas y me muevo mientras seguimos besándonos con pasión atrasada y llena de ganas
Mientras mi pubis se frota contra ti, noto como tu polla sigue creciendo.
El deseo es mutuo
Acaricias mi pelo húmedo y bajas hasta besar como nadie mis labios vaginales
Los jadeos y gemidos que emiten mi garganta llegan hasta tus oídos
Aplanas tu lengua y se introduce dentro de mí
Mi clítoris está deseando que llegues hasta él,
está vivo y palpitante
Le encanta lo que le haces y mi cuerpo empieza a temblar
Nuestras manos entrelazadas
y llega mi primer orgasmo de la noche.
Lo comes con fruición
Y haces así que mi corrida dure unos minutos.
Te giro en la cama para que me dejes jugar con tu cuerpo,
llevar las riendas por un rato
Nada me gusta más que mirar tus ojos clavados en los míos
Te encanta ver el movimiento de mi boca y mi lengua sobre tu polla
Tus ojos vuelven a mirarme hipnotizados
Tu pene obtiene vida propia
Su palpitación va in crescendo
hasta que con un suspiro y un quejido de placer
empiezas a correrte
Nos abrazamos sin mirarnos
• ¿Cuándo devolvemos las llaves del piso?
• Mañana- me respondes
Una lágrima baja por mi mejilla
sabiendo que todo termina hoy
Te levantas y vas hacia la ducha
me quedo mirando el vacío que queda en la habitación
nunca pensé que terminaríamos así,
pero ha llegado nuestra última noche.