Ganas de jugar
Había sido una semana estresante y estaba agotada. Fumé un par de cigarros en el balcón admirando las vistas de Barcelona de noche antes de irme a la cama.Me apetecía jugar y quitarme el agobio de la semana de encima, por lo que me desnudé y cogí mi lubricante con sabor a tarta americana de @*********oteta y empecé a poner un poco en diferentes partes de mi cuerpo.
Mi marido ya venía hacia la habitación y cuando me vio sus pupilas se dilataron.
• Ahora vas a lamerlo- dije mientras le mostraba juguetona el bote de lubricante.
Prácticamente se tiró sobre mí y empezó a lamer despacio aquí y allá, se recreó en mis pechos, mi cuello y fue bajando hasta llegar a mi monte de venus y empezó a lamer mis labios y mi clítoris.
Sus dedos se introdujeron en mí pero le ordené que los sacara y lo hizo. Siguió lamiendo con ganas, su cabeza entre mis piernas mientras el placer recorría mi cuerpo.
Pero yo quería jugar, así que lo detuve y le ordené ponerse a 4 patas mientras ponía otro delicioso lubricante, este con sabor a nube, le puse con suaves caricias en los huevos, luego en su polla y por supuesto en su culo.
Era mi turno de lamer y saborear, era realmente delicioso y no pasó mucho rato hasta que empecé a morder su espalda y su culo con algún grito de placer saliendo de sus labios.
Empecé a estimular con más lubricante su zona perianal y saqué el nuevo juguete que había comprado en @******ual, un estimulador de próstata.
Fui acariciando y metiendo mi dedo en su ano mientras lo movía, tan dentro como pude.
Con la otra mano seguía estimulando sus huesos y su polla.
Cogí el juguete y empecé a introducírselo despacio mientras lo escuchaba gemir y lo encendí con el mando que traía.
Fui subiendo su velocidad hasta llegar a una que me gustaba.
Me pidió darse la vuelta pero no le dejé y le di con mi fusta en el culo y la espald a Gritos de excitación salían de.sus labios, así que dejé llevar y empecé a mordelo.
Mis uñas se clavaba en su espalda dejándole unas finas líneas rojas.
Él seguía con una mezcla de pasión, deseo y placer con su dolor.
Yo disfrutaba de ello, de los olores, de sus gritos y gemidos.
Le ordené darse la vuelta sin sacar el estimulador de próstata de él y empecé a devorar su polla con sabor a nube y otros fluidos y sin soltar el juguete.
Seguí mordiendo su cuerpo por donde pillaba y veía esa cara tan conocida y de repente, tan desconocida a la vez.
Quiso tocarme y se lo impedí.
• Yo marco el juego, y no me vas a tocar más.
Deslice de nuevo su polla en mi boca y empecé a lamer con ganas con deseo de verlo todo.
No necesitaba que me tocara, esa noche solo jugaba con él a mi antojo.
Seguí lamiendo su glande con mi lengua dejándolo ya sin saber cómo vi una persona relaja, feliz.
Cuando me dijo que
• Me voy a correr ya.
Mi boca seguía jugando con su sexo., hasta que se corrió en mi boca.
Le miré, con un cojín tapándose la cara y con un ataque de risa.
• Y ahora qué pasa?- pregunté uniéndome a su risa.
• Cuando tengo tanto placer mi cuerpo me pide risas.
Los dos reímos.
Salí desnuda al balcón a fumar, estaba pegajosa pero yo me ducharía por la mañana.
Él entró directo a la ducha mientras yo estaba en el balcón.
Una vez en la cama, ya con ropa de dormir, lo esperé, me acurruqué junto a él y me quedé dormida entre sus brazos mientras me susurraba al oído que quería unas esposas...