LOS 5 SENTIDOS

*****i77 Mujer
7.524 Publicación
Autor de un tema Moderador de grupo 
LOS 5 SENTIDOS
Era nuestro primer encuentro como pareja swinger y estábamos nerviosos por ver cómo reaccionaríamos, emociones a flor de piel sabiendo que nos íbamos a ver acariciando y follando con otras personas.
Yo ya la conocía a ella, y había habido una conexión especial, sus besos y caricias me habían llevado a otra dimensión y esta vez lo íbamos a disfrutar con nuestros maridos.
Habíamos quedado en un hotel, estábamos en la habitación, nada más abrir la puerta y ver vuestras sonrisas nos relajamos.
La conversación fluía y el deseo por empezar aumentaba.
Ella y yo os vimos tímidos, casi sin saber cómo empezar, así que cruzamos las miradas y empezamos a besarnos delante vuestro mientras desnudábamos nuestros cuerpos entre caricias. No os mirábamos pero sabíamos que estábais tan excitados como nosotras.
Yo me acerqué a su marido y ella al mío y los besamos. Un beso dulce, caliente, apasionado.
Me encantó ver cómo mi marido la besaba con mi sabor en sus labios, cómo lo desnudó como a mi y como yo desnudaba al suyo.
Era una cama grande y pronto los 4 pares de manos empezamos a acariciarnos, a rozarnos unos con otros.
Las lenguas subían por mi cuerpo, no sabía cuál de los 3 era, era me gustaba. Cerré los ojos y me dejé llevar por los gemidos y susurros.
Empecé a moverme para poder lameros también a los demás.  Se mezclaba con mordiscos que me hacían gemir de placer.
Besos, caricias, mordiscos, estaba tan mojada que resbalaba y de repente una penetración que me hizo entornar los ojos y ver a su marido dentro de mí, no me apetecía dominar la situación, solo dejarme llevar por el placer de los sentidos. 
Estaba tan cachonda y tan agusto que era como estar en un paraíso.
El tacto de nuestros cuerpos, el sabor salado del sudor mezclado con el de nuestros fluidos, el oído escuchando el ruido de nuestros cuerpos al chocar entre ellos y los que emitían nuestras bocas de puro placer. La vista era un sueño con los ojos abiertos y el olor a sexo me extasiaba.
De repente ya no estaba con él, estaba con ella y podía llegar a su clítoris con mi lengua, succionando y sintiendo cómo estaba de inflamado, lleno de placer. Miré hacia arriba y me encantó ver su cara de placer con la boca abierta, los ojos cerrados y sus manos enredadas en mi pelo.
Girando los ojos vi cómo mi marido estaba en la posición de ella y su marido en la mía pero con él. Sonreí dentro de mí mientras mi corazón bombeaba como loco por tantas sensaciones unidas y volvimos a movernos.
Ahora nosotras dirigíamos a nuestros maridos trotando sobre ellos pero con nuestras manos enlazadas formando un cuarteto perfecto.
De vez en cuando me tumbada sobre mi marido para morder el cuello del suyo y ella se agachaba para enloquecer al mío.
Cuando ellos se corrieron prácticamente a la vez, decidimos dejarles disfrutar el momento mientras nosotras nos masturbábamos la una a la otra entre besos y jadeos.
Me encantaba tocar su pelo mientras y de vez en cuando cerrar los dedos y tirar de él hacia mí, ya no podía más, mi cuerpo empezaba a temblar y las manos de ellos se unieron a las nuestras aumentando la sensación.
Cerré de nuevo los ojos sintiendo mi orgasmo, todas esas manos y lenguas y sentí que ella también caía como yo.
Después de unos minutos disfrutando esa sensación, ese calor, ese placer, abrí los ojos y pude vernos a los 4, sonriendo.
Pasamos a las palabras y alguien propuso pasar al jacuzzi y descorchar el cava.
Allí metidos desnudos, empezamos a hablar sobre cómo nos habíamos sentido.
Ellos querían saber si nos había gustado esa primera vez juntos y revueltos.  Mi marido y yo nos miramos sonriendo y supe que había disfrutado tanto como yo.
Era una gozada cada minuto juntos los cuatro.
Al terminar el cava me acerqué a ella para besarla y otra vez empezó el baile de todos los sentidos alerta, ya me sentía empapada de nuevo. La noche acababa de empezar.
Inscríbete y participa
¿Quieres participar en el debate?
Hazte miembro de forma gratuita para poder debatir con otras personas sobre temas morbosos o para formular tus propias preguntas.