COÑOS PARTE._ 17
DIA DE LA MUJER TRABAJADORA, UNA VEZ MÁS...Muerte a los nuevos morfemas, pongamos la terminación en –e de carácter inclusivo que tanto toca las narices al Milei. Es obvio que la ultraderecha argentina no iba a ser partícipe en la tolerancia y le faltó tiempo al presidente para enemistarse con todo lo referente a la diversidad. La necesidad de eliminar un Ministerio de la Mujer a estas alturas del siglo, les lleva al medievo, así como el retroceso sobre la ley del aborto. Decidió convertir el “zurderío” que simboliza el marxismo cultural según él, para nada más y nada menos que distraer al pueblo de la crítica situación económica y social que vive el país. Demagogia equivale a estrategia en estos partidos. Y los insultos sí que están permitidos, que los maneja de maravilla el señor.
Observaremos el 8 de marzo en redes argentinas, saber cómo va a parar el presidente las manifestaciones por Buenos Aires y otros lugares en los que seguro apuestan por la diversidad. Nos hermanamos con elles.
De todas formas, en esto de la inclusividad en el lenguaje en nuestro país, tampoco está muy a favor la RAE, negadora del cambio. El pueblo siempre va por delante.
Este Milei habría sido un gran seguidor de Elena Francis. Hace dos días estuve viendo un documental en la 2 de rtve que se titulaba tal cual. Muy bien documentado y muy recomendable, seguramente esté disponible en rtve a la carta. Buscaré el link y os lo coloco aquí por si tenéis curiosidad.
Yo era una niña cuando mi madre cosía en el salón con la radio encendida para escuchar a la Elena Francis. Estuvo en el aire durante casi 40 años, la primera influencer en la historia de España. Ya les gustaría a las redes actuales durar tanto. La cuestión es que desapareció fulminantemente gracias a un libro que reveló la mentira que ocultaba. Elena Francis, un consultorio para la transición, de Gerard Imbert. Reveló la falsedad de tal personaje, no existía, detrás había locutoras dirigidas por un equipo de guionistas. La idea del consultorio la inspiró Francisca Bes, dueña junto a su familia del Instituto de Belleza de Barcelona. No era más que una estrategia, la creación de dicho consultorio, para hacer publicidad de sus productos y de paso venderlos. Era un programa al que se enviaban cartas, se leían unas 7 en cada emisión. Podían ser consultas de un variado abanico de intereses, desde cómo ahumar el pescado a obtener una solución ante el marido que tenía tendencias homosexuales. Todo lo podía resolver Elena Francis, mujer educada y culta. Que no podía desvelar su identidad como excusaron los del programa, por normas estrictas a seguir. Un equipo de mujeres, mal pagadas, seleccionaban las cartas, las veían al trasluz y si intuían que eran de cocina, ponían en el reverso de la carta, sin abrir, a mano “cocina”. Si eran de cosmética, ponían “belleza” y si eran sobre sexo, ponían un asterisco. La tal Elena era más facha que el mismísimo Francisco Franco el caudillo. Las mujeres del franquismo, aquellos cuerpos de la falange que debían ser limpiamente modernas, estarían como poco detrás de esos consejos. A la mujer se le trataba de lavar la cabeza para que siguieran los cánones establecidos, las costumbres de la sumisión, aceptando la maternidad por bandera y obediencia a su amo y esposo.
Hay que reconocer que todo aquello en parte ayudó a unir a las mujeres y construir una sororidad en ciernes que ni ellas mismas sabían que significaba. Las respuestas incluso a veces de la tal Elena lanzaba con desdén inquisitivo, apelativos a las mujeres víctimas de violencia de género innombrables. Ellas que acudían con temor y bajo el anonimato, tenían que escuchar un sermón envenenado aludiendo a que debían obediencia al maltratador y algo así como que se hicieran mirar por qué provocaban en el desgraciado de su pareja, esa necesidad del maltrato. Siempre inculcar la culpa.
En1984 dejó de emitirse definitivamente, porque entre el divorcio, el feminismo, la ley del aborto, no había espacio para la agnegación de la mujer que trataba de imponer un regimen, que había claudicado antes ya que la influencer Elena Francis.
Quiero creer que hoy, 8 de marzo de 2024, estamos realmente lejos de Elena Francis.
Mujeres del grupo, disfrutar de vuestro día un año más. El día que no sea necesario celebrarlo, será un 8 de marzo para celebrarlo doblemente y por parte de todes.