CLIC
No sé si habéis leído o al menos hojeado el cómic de Milo Manara titulado Clic. Una mujer tiene instalado un microchip, y cada vez que se activa por control remoto, se pone como un zorrón verbenero y a follar se ha dicho o lo que surja. Hoy me acordé de dicho cómic. Un artículo que me acercó @*******ante, desde ya gracias guapísima que a veces las ideas si no es por vosotros no me nacen, de El País, habla sobre el control del deseo sexual en los hombres.
Ahora os digo a los muchachos de aquí, que si tenéis el estómago sensible o cierta moral machorra, no sigáis leyendo, pero si sois tan cotillas como la vieja del visillo, este es vuestro artículo que tal vez os de una alegría.
Parece ser que , lo de siempre, un grupo de científicos de la universidad de Stanford publica en la revista Cell un trabajo concienzudo sobre el deseo sexual del hombre. Realmente el estudio es sobre ratones, pero que al final todo se andará y se aplicará con medicamentos en hombres. Si bien, ya se había localizado el circuito cerebral sexuarrr de los ratones, que se encuentra nada más y nada menos que en el hipotálamo pre óptico del Mickey Mouse (si el dueño de Disney levantara la cabeza), ahora saben incluso dónde se encuentra el cable neuronal concreto del deseo. De forma que se podría enchufar y desenchufar el impulso sexuarr. Si se enchufa, los ratoncillos se aparean incluso después de la eyaculación. De verdad de la buena, que el sopor que se crea tras la eyaculación cual apisonadora que pasa por encima de un hombre ¿Se podría evitar? Esto en términos científicos, según los de Stanford que son unos cerebritos, se llama periodo refractario sin deseo sexual, pues bien, eso se puede eliminar. Efectivamente el interruptor sería un medicamento que nada tiene que ver con la viagra, que seguro lo estáis pensando. Dicho medicamento no tendría efectos secundarios porque no funciona sobre la erección como la pastillica azul, sino que es capaz de potenciar el deseo a nivel cerebral en caso de aletargados, pero también podría mitigar la hiperactividad sexual en caso del otro extremo. Parecen todo ventajas.
En el caso de los ratones, que parece tienen una cabeza más pensante que muchos humanos, entendieron que podían activar dicho centro del placer a demanda y que llegaban incluso a hacerlo unas 200 veces. Bueno ahí parece que les gusta el sexo más que a un tonto un chupa chups, decir eso debe ser pecado aquí en joyclub, mil sorries.
Entonces ahora os digo chicas, os imagináis poniendo la pastillita, no sé de qué color será, por mí que sea rosa, en el café del partener para sacar un mayor rendimiento en el momento cumbre... Ahí lo dejo. Y por otro lado chicos ¿Os tomaríais tal medicamento?